Los recortes de producción y paralización de faenas que están implementando las grandes mineras para enfrentar la crisis del coronavirus han comenzando a contrarrestar el efecto en el precio de los metales de la menor demanda esperada, dando un respiro a uno de los sectores más afectados por la pandemina.
La cotización al contado del cobre cerró con un aumento de 0,79% a US$2,28338 la libra en la Bolsa de Metales de Londres, mientras que los futuros a tres meses del metal avanzaban 1,85% a US$2,28650 la libra.
En tanto la salida gradual de las cuarentenas en China, el mayor consumidor mundial de metales también contribuía en parte a las estabilización de los precios.
“Definitivamente hay más confianza en el mercado”, dijo Colin Hamilton, analista de BMO, en declaraciones publicadas por Reuters.
“China no tiene un panorama brillante, pero está bien y estamos viendo más señales positivas desde el lado de los suministros”, añadió.
Pero las paralizaciones de los suministros podrían ceder antes de que la demanda se recupere, por lo que los precios del cobre podrían caer, aunque es poco probable que perforen nuevamente el umbral de US$4.400, dijo Hamilton.
Antofagasta, Teck y BHP
Más temprano, Antofagasta Minerals, del grupo Luksic informó que espera que sus gastos en capital para el año sean inferiores a US$1.300 millones, es decir, alrededor de US$$200 millones menos que los US$1.500 millones estimados inicialmente.
Esto se debe a la suspensión temporal del proyecto de Infraestructura Complementario (INCO) de Minera Los Pelambres y el aplazamiento de otras inversiones por las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, además de un peso chileno más débil, explicó la compañía.
Además la minera dijo que si no se hace necesario paralizar las operaciones producto de la emergencia sanitaria, espera que la producción de cobre este año se ubique en la parte inferior del rango entre 725 mil toneladas y 755 mil toneladas pronosticado previamente.
En tanto ayer la canadiense Teck reportó que en el primer trimestre, los gastos por el Covid-19 fueron de US$31 millones antes de impuestos lo que incluyó US$23 millones relacionados con la suspensión temporal de Quebrada Blanca fase 2 en Chile.
Hace un mes se anunció la suspensión temporal de las actividades de construcción del mayor proyecto que se desarrolla actualmente en Chile, Quebrada Blanca Fase 2, que contempla una inversión de US$5.400 millones. Si bien en un inicio la suspensión era por dos semanas, la paralización aún continúa, debido a la propagación del Covid-19, y sin fecha de término.
Al respecto, en el marco del reporte de resultados el CEO de la compañía, Donald Lindsay, señaló respecto al futuro de Quebrada Blanca fase 2 que siguen evaluando el estado de la suspensión.
Teck también posee una participación minoritaria en el yacimiento de cobre peruano Antamina, controlado por BHP, cuyas faenas fueron paralizadas el 14 de abril como parte de los esfuerzos para evitar el contagio del coronavirus entre sus trabajadores.
En el caso de las operaciones en Chile, ayer la gigante global BHP informó que prevé un retraso en la expansión de su mina de cobre Spence en el país debido a las restricciones de personal realizadas como prevención ante la propagación del coronavirus.
La segunda mina de BHP en Chile luego de la gigante Escondida lleva adelante el proyecto Spence Growth Option (SGO) de cerca de US$2.500 millones para extender la vida útil por más de 50 años.