Complejos días vive una de las automotoras más grandes de Francia, Renault, debido a la crisis sanitaria. Ayer la ministra de Medio Ambiente de Francia, Elisabeth Borne, dijo que el gobierno quiere que Renault deje de desarrollar su capacidad de producción en el extranjero a cambio de ayudas estatales.
El gobierno de dicho país ha prometido al fabricante de automóviles un préstamo de EU$5.000 millones (unos US$5.470 millones) avalado por el Estado para ayudarlo a hacer frente a la crisis del coronavirus. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, señaló que el acuerdo aún no ha sido firmado.