Representante del Consorcio de Empresas Lubricantes y Ejecutivo de Shell, sobre Ley REP: "El aceite lubricante es ignorado a la hora de reciclar"

La categoría de aceites lubricantes de la Ley de Reciclaje (REP) es diferente a las demás, debido a algo muy simple: es líquida (oleaginosa, en realidad). No se puede individualizar como una batería, una pila, un celular, un neumático o una botella. Además, los protagonistas de este "producto prioritario" no tienen gremio, ya que el que había funcionó hasta 2009. Pero en 2015, y con el conocimiento que serían incluidos en la nueva legislación, ocho grandes actores de esta industria se agruparon en el Consorcio de Empresas Lubricantes (CELA), que por estos días está más activo que nunca, esperando que en noviembre se definan el decreto con los reglamentos de metas y valorización. "Nuestro primer trabajo fue darle forma a esta categoría, para lo que hicimos un Acuerdo de Producción Limpia (APL). Hoy estamos full enfocados a ayudar a definir los decretos para la REP", comenta Justo Verdejo, subgerente de ventas industriales de Lubricantes Shell y representante de CELA.

¿Qué implica la diferencia de materialidad del aceite de lubricante con respecto a las otras categorías de la REP?

-Primero, es un derivado del petróleo. Una gota en el agua contamina mucho. Además, tiene una logística absolutamente diferente a las otras categorías. Hay que recolectarlo en un contenedor o camión especial.

¿El más común es el aceite de motor de los vehículos?

-Es el que más se conoce, pero hay una gran cantidad de tipos de aceites hidráulicos y para maquinarias pesadas. La diferencia de estos últimos es que no se combustionan, sólo son para transmitir la potencia de, por ejemplo, brazos mecánicos. También hay muchos aceites en la industria forestal, en la construcción, industria; así como en los engranajes de la minería y molinos, que entran dentro de la REP. Todo lo que se mueve o que genera energía tiene que usar lubricantes.

Definitivamente es más que el aceite de motor….

-Pero así y todo, en los estudios sobre qué recicla la gente en sus casas, prácticamente no aparece. Hay cifras de reciclaje de neumáticos, plásticos, vidrios, latas, etc. Pero el aceite lubricante es ignorado por la mayoría a la hora de reciclar, porque no se ve. Siempre está dentro de un circuito o motor. Pero es un mercado grande y complejo. Hay como 70 marcas en Chile

¿Tantas?

-Lo que pasa es que la gente conoce sólo algunas marcas. Pero como Chile es un mercado tan abierto, hoy cualquiera puede importar un producto, ya que nuevo no es considerado como residuo peligroso.

¿Cómo se reparte el mercado?

-El 40% se comercializa en el mundo del retail, como lubricentros y casas de repuestos. El resto está en un segmento más industrial. En total, se venden unos 170 millones de litros al año, donde el 30% se usa en vehículos particulares, un 20% en el transporte (buses y camiones) y el resto va a equipos móviles de varias industrias, como la minería.

¿Cómo llegan a los talleres mecánicos donde hay más informalidad?

-En el retail, el consumidor descansa en que el aceite que le cambiaron se recicla y no se preocupa mucho al respecto. Pero no siempre es así. Los lubricentros, talleres mecánicos y casas de repuesto es lo más complejo para la REP.

¿Y qué están haciendo al respecto?

-Estamos en una serie de campañas, entregándoles información y ayudándolos para que mejoren sus procesos. Con las grandes industrias la logística es fácil, al igual que con los concesionarios y estaciones de servicio. En cuanto al transporte tampoco es sencillo, porque tenemos mapeadas unas 20 mil empresas, donde el 80% tienen 10 camiones y usan diferentes talleres mecánicos. Ahí también se complica el tema.

Pero, definitivamente, en los lubricentros y talleres hay un desastre, porque tienen todas las marcas y todos los formatos. Es imposible que la empresa productora reconozca su aceite, lo que en general sí pueden hacer las otras categorías de la REP.

En el contexto de la REP, ¿el Sistema de Gestión lo harán ustedes?

-Depende. El decreto tiene que determinar si Chile necesita un Sistema de Gestión colectivo o individual para esto. Si es colectivo, la solución ya está lista. La definición debería estar en noviembre.

¿Y qué cree que pase?

-Todos los estudios dicen que debería ser colectivo. De hecho, el 80% de la experiencia internacional está en esa línea.