En el marco de la presentación del libro “Credibility of Emerging Markets, Foreign Investors’ Risk Perceptions, and Capital Flows”, en las dependencias del Banco Central, la presidenta del ente rector, Rosanna Costa, destacó la importancia que tiene que la entidad sea autónoma.

“Otro elemento fundamental para los bancos centrales, de pertinencia actual, y que fue el contenido central del volumen anterior de la “Serie Banca Central, Análisis y Políticas”, es su autonomía y credibilidad. Tales características incentivan a los bancos centrales a mantener un alto nivel técnico y un compromiso con un mandato claro, como lo es en nuestro caso el de asegurar el control de la inflación y la estabilidad financiera”, dijo Costa.

Y agregó que “la autonomía no es solo una condición previa para mantener la inflación bajo control en forma duradera, sino que también es requisito para actuar con rapidez, eficiencia y transparencia ante shocks negativos, que ocurren la mayoría de las veces en momentos de alta incertidumbre y donde existe poco margen de maniobra. En particular, la experiencia reciente con la crisis del Covid-19 mostró que la autonomía permite recurrir a medidas especiales, tanto monetarias como financieras, con distinto grado de utilización de los mecanismos de mercado, en circunstancias excepcionales”.

El volumen del libro presentado este miércoles tiene como tema central la respuesta de política ante los shock que enfrentan las economías emergentes, y cómo estos impactan en la percepción de riesgo que tienen los inversionistas extranjeros.

“Los shocks que impactan a las economías emergentes son diversos, y el libro que presentamos hoy incluye varios ejemplos de ello. Su estudio, así como profundizar en el efecto de las diferentes reacciones de política, nos permite tener una mejor idea de los canales de propagación, de la manera en que ello sucede, y de los trade-offsinvolucrados en las respuestas de política”, sostuvo Costa.

Luego, señaló que “una mayor y mejor comprensión de estos aspectos nos debiera permitir evitar respuestas de política de países emergentes a shocks negativos, que conlleven fuertes depreciaciones cambiarias, salidas de capitales, caídas de las bolsas locales y aumentos de la percepción de riesgo que dificultan el financiamiento externo para suavizar los efectos del shock sobre el consumo y la inversión”.

Por otro lado, destacó la importancia de la fortaleza de las instituciones, para lograr objetivos de largo plazo.

“Un aspecto destacado en relación con este tema es que la percepción de riesgo por parte de los inversionistas internacionales es clave, y como se muestra en el volumen, ésta es especialmente volátil para el caso de las economías emergentes, lo que representa un reto para los responsables de políticas y la conducción de su política monetaria y cambiaria. En este sentido, la fortaleza de las instituciones y credibilidad de las políticas es de primera importancia para lograr objetivos beneficiosos en el largo plazo, como el crecimiento económico”.

Por último, Costa indicó que “si bien gran parte de los shocks que enfrentan las economías emergentes son de naturaleza externa, las políticas implementadas en cada una de ellas juegan un rol relevante al momento de abordarlos”.