Camanchaca realizó una millonaria inversión en una nueva planta de producción de jurel congelado, que fue inaugurada este miércoles en Coronel. En la ceremonia de inauguración, participaron el presidente de la empresa Jorge Fernández y el gerente general, Ricardo García, y además contó con la presencia del alcalde, Boris Chamorro y la delegada presidencial Daniela Dresdner.
La inversión para esta planta fue de cerca de US$ 30 millones. Está construida sobre una superficie de 7.000 metros cuadrados y permite la descarga directa desde cinco barcos pesqueros de altamar. Tiene tecnología noruega para 10 líneas de proceso automáticas por donde fluyen las capturas y que permiten maximizar el rendimiento de la materia prima. La nueva instalación permite generar el producto final para su despacho en un total de 19 horas, aproximadamente.
la planta que se construyó en menos de 12 meses, está operando a capacidad, y tiene posibilidades de producir 650.000 kilos de jurel congelado al día, destinando el 100% de las capturas a consumo humano directo. La empresa indicó que proyecta producir cerca de 50 millones de kilos de jurel congelado durante el primer año de funcionamiento, lo que representa un avance significativo si se compara con los 29 y 20 millones de los años 2020 y 2021.
“La operación de nuestra nueva planta de jurel congelado en Coronel permitirá la optimización de los procesos productivos de nuestra división Pesca Sur, que ahora estarán concentrados en la misma comuna y orientados enteramente al consumo humano. Con una demanda global por productos del mar creciendo mucho en todo el mundo, esto nos deja en una posición robusta para seguir alimentando desde el Biobío a mercados en el mundo, como Nigeria, Costa de Marfil, Ghana, Europa del Este y Perú”, dijo en un comunicado el gerente general de Camanchaca, Ricardo García Holtz.
Para construir esta recién inaugurada construcción se necesitaron 600 personas de forma directa y de otras 200 indirectamente, a través de proveedores de servicio locales e internacionales. Asimismo, para operar se contrataron a 120 personas de la Región del Biobío.