“Banco Santander hace presente su preocupación toda vez que Transbank, con o sin una intención exclusoria, podría, efectivamente, estar incurriendo en una estrategia de precios predatorios, general o sectorizada”.

Eso es lo que dice un escrito que envió Santander el 14 de abril al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en el marco de la consulta que envió Transbank al TDLC por el sistema tarifario que tiene vigente desde abril de 2020.

Allí, Santander argumenta que las tarifas que está cobrando Transbank a algunos comercios por transacción con tarjetas de crédito generan un desincentivo a la competencia, ya que están por debajo de la tasa de intercambio de las marcas de tarjetas.

En el documento, el banco de capitales españoles dice que “junto con generar riesgos para el sistema de medios de pagos, este esquema -reconocido como un esquema a pérdidas-, es susceptible de generar ulteriores y perniciosos efectos para la competencia, que se mantendrán más allá de la vigencia del sistema tarifario transitorio, pero que, hoy en día, tiene un efecto concreto en la competencia al impedir que otros agentes del mercado puedan enfrentar a Transbank en condiciones competitivas en la operación/adquirencia”.

Es más, el banco dice que esto está afectando a Getnet, la red de adquirencia que lanzaron hace poco más de un mes. “Justamente lo que está ocurriendo es que Getnet se está enfrentando a un escenario en que las tarifas que Transbank ofrece a algunos comercios por sus servicios de operación/adquirencia hacen inviable que Getnet, incluso si realizara un sacrificio económico significativo, pueda disputar una parte de la clientela”, señala el informe.

Así, piden que “en este procedimiento se verifique que las tarifas que están siendo aplicadas por Transbank no se encuentran por debajo de la tasa de intercambio correspondiente o de la totalidad de los costos relevantes, o, al menos, se considere esta circunstancia en el análisis competitivo objeto de la Consulta”.