Una economía debilitada pro factores internos, pero donde la contingencia internacional, con la guerra entre Rusia y Ucrania así como el proceso de alza de tasas de la Fed, tiene al peso chileno fuertemente depreciado.
Esas son las conclusiones de Claudio Soto, economista jefe de Santander, en la entrega del informe “Panorama Económico Mensual” de la entidad. En la oportunidad, sostuvo que si bien en el país “la economía ha ido perdiendo fuerza”, ello era algo esperado, pues “debíamos normalizar la situación, la economía estaba sobrecalentada”.
No obstante, dice el economista, a lo interno se sumaron dos fenómenos: “uno es la incertidumbre política interna, ha tenido un impacto en la dinámica de la actividad económica. Y lo segundo es el emporamiento del escenario externo”.
Para Soto, “en el próximo Imacec, que conoceremos a principios de noviembre, vamos a tener una variación anual negativa, es probable que tenga una caída año contra año cercana al 1%. Será el primer Imacec con variación anual negativa de una seguidilla de meses, por lo menos hasta mitad del próximo año”.
Adicionalmente, “el mercado laboral ha ido perdiendo fuerza”, pues el “nivel de empleo está por debajo de los niveles previos a la pandemia, hay cerca de 250 mil empleos menos que los que había antes del inicio de la pandemia, y si uno compara respecto a la tendencia, cuál hubiera sido el nivel de empleo que debió haber habido de no haber tenido la situación de la pandemia, lo cierto es que el empleo hoy está cerca de 500-600 mil puestos de trabajo menos”.
En este contexto, Soto expuso que “el tipo de cambio se ha depreciado de forma muy significativa desde el año pasado. En 2021 gran parte de la depreciación se debió al proceso político interno, la incertidumbre política y económica desde el 2019 y sobretodo el año pasado con el tercer retiro de fondos previsionales tuvo un impacto muy significativo en nuestra moneda”.
“La incertidumbre ha venido moderándose, se mantiene todavía en niveles elevados, y aún así hemos visto depreciaciones muy importantes del peso. Lo que está pasando en los últimos meses, está más bien asociado a fenómenos globales, ya no es tanto el fenómeno de incertidumbre política interna lo que está impactando la moneda, sino más bien la apreciación global del dólar, y la caída del precio del cobre. Ambos fenómenos explican en gran medida lo que ha pasado con el tipo de cambio en los últimos dos meses”, explica Soto.
De hecho, plantea que la probabilidad de que la Fed deba ser más agresiva con el alza de tasas “ha generado estrecheces en las condiciones financieras internacionales, lo que ha tenido un impacto sobre el dólar nivel global. Ha llegado a máximos históricos respecto del Euro, el Yen, al conjunto de monedas del plantea, y eso refleja este estrechamiento de las condiciones financieras internacionales”.
A su juicio, en la medida que sigamos viendo volatilidad en el dólar a nivel internacional y el precio del cobre, el peso va a estar sujeto a esto, aunque apunta que en su escenario base el dólar debiera fluctuar entre $900-$950 en los próximos meses.
Respecto de la discusión de la ley de Presupuesto 2023, Soto indicó que por primera vez en 10 años veremos un superávit fiscal (en 2022), ya que " el presupuesto se ha ido ejecutando tal como estaba contemplado, los ingresos siguieron expandiéndose, incidiendo una buena operación renta, medidas tributarias transitorias para que personas pagaran FUT Histórico, y que el precio del litio haya subido mucho este año por royalty”.
Así, el economista señala que “que tengamos una caída en el déficit significa que la deuda pública este año se reduzca respecto del año anterior. Pero el próximo año el panorama fiscal se vuelve algo más complejo, vamos a tener una caída muy significativa de los ingresos, el precio del litio ya está retrocediendo y no tendremos los ingresos que vimos este año; el cobre también ha ido a la baja, y una economía débil como la estamos proyectando significará que los ingresos tributarios del Fisco sean bastante menores”