Luego que ayer finalizara el plazo legal, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene sólo un aspirante para encabezar al organismo multilateral, luego de 15 años al mando del colombiano Luis Alberto Moreno.
La Asamblea de Gobernadores recibió de Estados Unidos, El Salvador, Guyana, Haití, Israel y Paraguay la única postulación de Mauricio J. Claver-Carone.
A través de un comunicado, el BID dijo que la elección se realizará en una reunión por vía electrónica de la Asamblea de Gobernadores programada para el 12 y 13 de septiembre de 2020.
El candidato, actualmente Asistente Adjunto del Presidente de los Estados Unidos y Director Senior de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos, ha generado una gran controversia en la región toda vez que desde su origen había estado dirigido por una persona de Latinoamérica.
“Este fue el espíritu del compromiso del propio presidente Eisenhower en su discurso en las Naciones Unidas en agosto de 1958, cuando dijo: para que esta institución tenga éxito, la función de liderarla debe pertenecer a los países latinoamericanos”, dijeron Ricardo Lagos y otros expresidentes de la región, expresando su rechazo a la candidatura de EEUU.
“Ante el anuncio hecho por el gobierno de Estados Unidos de nominar para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a un candidato de ese país, deseamos manifestar nuestra profunda preocupación y desacuerdo con tal propuesta”, expresó esa declaración pública.
Rol más activo
Chile había permanecido más bien en silencio en una primera etapa y también fue presionado por excancilleres y exministros de Hacienda, incluido Felipe Larraín, para que adoptara un rol más activo en oponerse a la candidatura de Washington.
“Creemos que Chile no puede permanecer en silencio ante esta situación. El primer Presidente del BID es un chileno ilustre, Felipe Herrera Lane, quien lo concibió como “más que un Banco”, en el sentido de que se convirtiera en un motor de desarrollo, como lo ha sido hasta hoy. Hemos estado siempre junto al BID, defendiendo permanentemente su carácter técnico y su función supranacional, jamás aceptando presiones para su uso político”, dijeron estas exautoridades en esa misiva.
A principios de agosto, no obstante, el gobierno adoptó una postura oficial y, junto con pedir que se aplazara la elección, confirmó su oposición al candidato de Donald Trump.
“Pensamos que bajo ninguna circunstancia es razonable tensionar la gestión que tiene que hacer el banco en la región con motivo del recambio de autoridades, eso no es conveniente. Y en consecuencia vamos a apoyar esta idea de la postergación precisamente en la lógica de evitar tensiones que se pueden producir por factores externos al banco y para que el banco pueda volcar toda su energía en los procesos de reactivación en la región que son tan importantes”, dijo el canciller al ser consultado en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Además de Chile, países como Argentina, México, la Unión Europea y Costa Rica se habían pronunciado por postergar estas elecciones. El país centroamericano,de hecho, tenía su propia aspirante, su expresidenta, pero luego declinó su candidatura por no poder lograr acuerdo para aplazar a marzo la votación.
