Sebastián Cerda: “El contexto de recuperación global se traduce en una mayor demanda por nuestros productos exportados”
Economista de Econsult espera que la actividad crezca 6% el próximo año, sustentado por el efecto base de comparación y un mejor escenario externo.
Positivas son las perspectivas que tiene el gerente de Estudios y socio de Econsult, Sebastián Cerda. Su escenario base reflejado en el último Consensus Forecasts (5,1% promedio) considera un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 6% para el próximo año.
Su estimación se sustenta en una favorable base de comparación, el avance del proceso de vacunación y un mejor contexto internacional que apuntalará las exportaciones.
Como riesgo está el hecho de que vuelva la violencia dentro del proceso de elecciones del próximo año. “No es lo mismo una discusión constitucional y elecciones en un ambiente institucional a uno donde la violencia es el telón de fondo”, explica.
En el último Consensus Forecasts proyecta un PIB de 6% ubicándose en la parte alta de las expectativas. ¿En qué se fundamentan sus proyecciones?
-En tres factores principales: en primer lugar, una favorable base de comparación. Durante este año la contracción del PIB será cercana al 6%, por lo que el próximo año veremos un rebote tras esta fuerte caída. Por ejemplo, si los niveles de actividad se quedaran fijos en el nivel del cuarto trimestre de 2020, es decir, si viésemos un nulo crecimiento trimestral durante 2021, el crecimiento ya sería cercano al 5%. Eso da cuenta de la importancia del efecto base. En segundo lugar, el avance del proceso de vacunación. En principio, se estimaba que el proceso iniciará hacia fines de 2021, pero hemos visto que ya en 2020 se estaría dando inicio al proceso. Esto permitirá ir reduciendo las restricciones sanitarias y, en consecuencia, mejorando los niveles de actividad. Por último, un escenario externo más favorable. La victoria de Biden en EEUU, las positivas noticias respecto de las vacunas y la aceleración de China se han visto reflejadas en un debilitamiento global del dólar y un aumento del precio de las materias primas, especialmente el cobre.
A nivel interno, ¿Qué variables impulsarán el crecimiento?
-El consumo privado, principalmente, el ligado a servicios y, en menor medida, el de bienes durables impulsarán la actividad. Durante 2021 veremos una normalización en la medida que el avance de la vacuna permite ir reduciendo las restricciones. Por el lado de la inversión, la materialización de proyectos mineros postergados, sectores como construcción que volverán a operar en condiciones más normales y el componente público.
El sector externo favorecido por los buenos precios del cobre, ¿serán elementos que apuntalarán la economía?
-Efectivamente. La depreciación global del dólar mejora las condiciones de financiamiento externo, reduce la presión de gasto sobre los componentes de la demanda interna al tiempo que el mejor precio del cobre se traduce en mayores ingresos para la economía. Todo esto en el contexto de una mayor recuperación global que se traduce en una mayor demanda por nuestros productos exportados.
¿Cuáles son los riesgos que considera su escenario base de proyección?
-Dos riesgos. Uno, el sanitario. Si es que vemos un avance aún más rápido de los contagios que oblige a endurecer por más tiempo las medidas. O bien que se postergue el proceso de vacunación por alguna razón. El segundo, la incertidumbre o violencia. Ya vimos el 18-O el impacto negativo que esto puede provocar, tanto por las restricciones de oferta que conlleva como por su efecto en los niveles de confianza privados y, en consecuencia, en sus decisiones de gasto.
El próximo año hay varias elecciones entre ellas la de constituyentes, ¿Qué grado de incertidumbre le entrega a ese hecho?
-Es elevada, lo que está claramente reflejado por el índice de Clapes UC que ha tendido a quedarse en niveles altos en perspectiva histórica. Es un elemento que estará presente. Sin embargo, creemos que la violencia es el principal gatillante de un escenario negativo. No es lo mismo una discusión constitucional y elecciones en un ambiente institucional a uno donde la violencia es el telón de fondo.
En los últimos tres meses se han creado casi 600 mil empleos, pero la mayoría de ellos informales, ¿Cuál es su expectativa para el empleo?
-El mercado laboral tomará tiempo en recuperarse. Este shock ha sido muy significativo. Si incorporamos a los ocupados ausentes e inactivos potencialmente activos el desempleo estaría en 24%, lo que da cuenta de las holguras. La reversión será lenta como hemos visto en crisis pasadas. Además, la recuperación será acompañada de mayores esfuerzos por automatizar procesos. Poner esfuerzos en elevar los incentivos a la contratación formal será clave.
En cuanto a la política monetaria, ¿se mantendrá en sus niveles mínimos por los próximos dos años?
-Es muy probable. El Banco Central ha sido claro en señalar la necesidad de mantener el estímulo, incluso mostrándose dispuesto a aumentarlo de ser necesario. Incluso, a pesar de mejorar sus proyecciones para 2021, no cambió su discurso respecto de la tasa de interés. Esto sugiere que, la tasa seguirá en su mínimo técnico al menos por los próximos 18 meses.
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