“No sé qué se fumaron durante las vacaciones”. Así se refiere el senador Juan Pablo Letelier (PS) a lo que dijo el gobierno esta mañana, cuando el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Felipe Ward, señaló que esperan que el proyecto de pensiones pueda ser aprobado en marzo.
Letelier, quien presidiría la Comisión de Trabajo del Senado desde marzo, dice que “el 70% de las pensiones generadas por las AFP están por debajo del sueldo mínimo, y el 40% está por debajo de la línea de la pobreza. El gobierno cree que esto se arregla con esta presión, a mi juicio indebida, de decir que hay que aprobar la reforma en marzo, para que aumenten las pensiones en abril. Parece que no entendieron nada de lo que ha pasado en estos meses”.
De todas maneras, afirma: “Apurarnos, por cierto, tratar de sacarlo antes de invierno, pero no en marzo (...) Hagamos las cosas bien y dejemos de hacer anuncios, yo invito en este proyecto al gobierno a dialogar, y como futuro presidente de la Comisión de Trabajo, quiero plantear la firme convicción de que necesitamos un pacto laboral. Esta discusión de pensiones tiene que ver con el mercado del trabajo. El pacto laboral debe tener tres ejes: pensiones, sueldo mínimo (no ingreso mínimo garantizado), y 40 horas”, detalla el senador.
Además de subir las pensiones de los actuales y futuros pensionados, el senador cree que “si es que queremos hacer algo en serio, falta abordar los temas de los que no se quiere hablar: los privilegios, es decir, el sistema de pensiones de los uniformados, y qué pasa con la edad de las jubilaciones”.
Sobre las pensiones de las Fuerzas Armadas, dice que cualquier modificación “tiene que ser: todos como ellos, o ellos como todos. Eso pasa también por sincerar sus niveles de ingresos. El tema de la edad de las jubilaciones, es pensando en los que entrarán a trabajar en la década de los 20, tendremos que ver el mecanismo, pero tenemos que hacer esa discusión”.
El senador Letelier también aprovechó de decir que “el Senado tiene la responsabilidad de contribuir al diálogo. Primero, comprender que se quebró la cohesión social en nuestro país, tuvimos una ruptura, que para algunos puede ser jocoso, y para otros es otra cosa. Pero que el Festival de Viña del Mar, que es como una institución, haya tenido que encauzar el festival como lo ha hecho, es que tenemos un quiebre de la cohesión social, porque ha tenido que aceptar las manifestaciones que en otra época no habrían existido. Soy partidario de muchas de esas expresiones, pero hay mucha gente que no piensa lo mismo”.