Este miércoles el gobierno se anotó un triunfo en el Congreso: se volvió a cerrar el debate de los retiros de los fondos de pensiones, al menos por un año. Desde el Ejecutivo apostaban a que se rechazaran las diez mociones refundidas que buscaban un sexto giro de los fondos previsionales, por lo que este lunes le puso “discusión inmediata” a dichas iniciativas que se tramitaban en conjunto.

Así, este martes el proyecto fue rechazado en general por amplia mayoría en la Comisión de Constitución, con 10 votos en contra y tres votos a favor. Y el mismo resultado obtuvo este miércoles en la sala de la Cámara de Diputados, donde los parlamentarios rechazaron la idea de legislar las iniciativas refundidas que llegaron con informe negativo desde la Comisión de Constitución, con 48 votos a favor, 63 en contra y 3 abstenciones. Con ello, el gobierno consiguió terminar con la incertidumbre que genera en la economía mantener dicho debate abierto.

En total, son cerca de una decena de mociones las que se fusionaron y que iban desde un retiro del 100% de los fondos, a retiros parcelados con condiciones u otras opciones con la posibilidad de sacar sólo un 10% de los fondos de AFP. Todo ello se votó como una sola reforma constitucional.

La jornada no estuvo exenta de polémicas. Durante la tarde de este miércoles hubo una sesión de última hora en la Comisión de Constitución, donde se citó a los diputados de dicha instancia para cumplir con algunos temas reglamentarios, dado que se acusaba que no se estaba cumpliendo con formalidades previas a la votación en sala. En particular, las acusaciones se centraron en que no existía un texto o un informe concreto que detallara el contenido de las iniciativas refundidas que se votarían. Pero finalmente todo se resolvió, aunque la sesión se tuvo que postergar para las 18.30 horas.

Advertencias por efectos adversos de los retiros

Este miércoles el ministro de Hacienda, Mario Marcel, alertó sobre los efectos negativos que se producirían de aprobarse una iniciativa de este tipo, donde, entre otras cosas, explicó a los diputados que la diferencia de la votación de los tres primeros giros y el actual, es que “los riesgos económicos asociados se explicaron como hipótesis, hoy en día, esas hipótesis han sido plenamente comprobadas, existe evidencia abrumadora no solo de que los efectos negativos sobre las pensiones, la inflación, el tipo de cambio, el crédito hipotecario, fueron significativos y crecientes, sino de que estos se materializaron bastante más rápido de lo esperado”.

En la sala de la Cámara, previo a la votación, también dijo que el escenario económico ha cambiado respecto al momento en que se aprobaron los tres primeros retiros, y señaló que si bien se ha comenzado a reducir la inflación que se vio incrementada por los giros anteriores, “todavía triplica sus niveles normales. Esto, unido a potenciales cuellos de botella en algunos sectores, y el previsible impacto sobre el valor del dólar, hacen que un nuevo retiro tenga un efecto potencial sobre la inflación que hemos estimado en 10 puntos porcentuales, muy superior a los retiros de 2020 y 2021, estamos hablando, por tanto, de volver la inflación a cifras del 20%, en comparación con el 9,9% actual”.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel durante la discusión del proyecto de sexto retiro en el Congreso.

Tras el rechazo de la iniciativa, Marcel sostuvo que esta es la cuarta oportunidad en que estas propuestas se rechazan. “Significa que la gran mayoría de los parlamentarios ha comprendido que los retiros no son ayuda para la ciudadanía”, comentó.

Este martes el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) también advirtió de los efectos negativos que tiene el proyecto en la estabilidad del sistema financiero, entre ellos, el impacto negativo en las pensiones, donde indicaron que de aprobarse el sexto retiro, un 36% se quedaría sin saldo en sus cuentas. También alertaron por efectos en inflación, así como sobre las tasas de interés y en la depreciación del tipo de cambio, lo que a su vez afecta la inflación.

Desde el CEF alertaron además que de concretarse un sexto retiro habría una reducción en el ahorro de los hogares y en la profundidad del mercado de capitales, con efectos negativos de largo plazo en la inversión, el costo de financiamiento y la capacidad de crecimiento de la economía. Puntualizó que se hace más difícil el acceso a créditos, suben las cargas financieras de los hogares, hay impactos negativos en las pensiones con retiro programado, y los mayores costos fiscales limitan la disponibilidad de recursos públicos para usos alternativos. En cuanto a un nuevo adelanto de rentas vitalicias, el CEF anticipó graves perjuicios para los pensionados.

También la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, alertó hace unas semanas a los diputados en sesión de la Comisión de Constitución que “un nuevo retiro agregaría un nuevo impacto inflacionario, sin duda”. Y dijo que “en vez de seguir reduciéndose la inflación, lo que vamos a ver es que la inflación se va a mantener en los niveles actuales o incluso puede subir de aquí a fin de año”.