“La primera vez que sacamos un bono bueno fue después de una muy buena negociación que hubo en Escondida”. Así recuerdan, con cierta añoranza, en algunos de los sindicatos de Codelco, el efecto que tuvieron en el pasado los millonarios acuerdos conseguidos por los trabajadores del mayor yacimiento cuprífero a nivel mundial, operado por la multinacional australiana BHP.
Por estos días, nadie quedó indiferente ante el bono por $30 millones que cada uno de los casi 2.400 trabajadores del sindicato N°1 de Escondida consiguió tras 72 horas de huelga durante la semana pasada. El alto monto podría tener repercusiones en el resto de las negociaciones colectivas que aún quedan por cerrar en la minería en Chile en los próximos meses, aunque no necesariamente para todos por igual.
Según un catastro actualizado de la consultora minera Plusmining, aún restan 14 negociaciones colectivas que culminen su proceso en lo que queda de 2024. De ellas, una incluso se encuentra actualmente con las conversaciones trabadas. Se trata de Caserones, yacimiento minero a rajo abierto en la Cordillera de Los Andes a 4.600 metros de altura, y donde desde hace ya una semana 270 trabajadores de áreas operativas de la compañía se encuentran en huelga legal. El resto corresponde mayoritariamente a otros procesos que deberá enfrentar la propia BHP, tanto en Spence como en Cerro Colorado.
Sin embargo, las negociaciones más relevantes las protagonizarán algunos sindicatos de Codelco. Especialmente en El Teniente, donde casi 3.300 trabajadores se encuentran en etapa de negociación temprana con la minera estatal, previo a que el contrato colectivo venza en octubre. En ese marco, ninguna de las organizaciones sindicales de Codelco estuvo disponible para responder a las consultas formuladas por Pulso, aduciendo que existe un acuerdo de no comentar por la prensa detalles de las conversaciones con la empresa mientras se desarrolla la negociación colectiva.
Para los trabajadores de la estatal las conversaciones se dan en medio del difícil momento por el que transita la cuprífera, lo que supone mayores desafíos para sus aspiraciones. A los alicaídos índices de producción de Codelco, que cerró con una baja de 8% durante el primer semestre, se suma el alto endeudamiento que ha debido asumir, con una deuda neta que actualmente se empina sobre los US$20.500 millones.
Con todo, los cuatro sindicatos de las divisiones Ministro Hales, El Teniente y Gabriela Mistral que aún no cierran las negociaciones para firmar un convenio colectivo este 2024, representan en conjunto el 60,4% de los casi 6.500 trabajadores mineros que siguen en sus procesos reglados.
El impulso en sector privado
Una situación diferente es la que se aprecia en la minería privada. Felipe Román, presidente de la Federación Minera de Chile (FMC) -organización compuesta por 16 sindicatos de la minería privada del país, entre ellos de Collahuasi (Anglo American y Glencore), Cerro Colorado (BHP), Quebrada Blanca (Teck), El Abra (Freeport-McMoRan y Codelco), Los Pelambres (Antofagasta Minerals) y Los Bronces (Anglo American)-, no duda a la hora situar la negociación sindical de los trabajadores de Escondida como un referente para el resto de la industria.
“Uno mira Escondida en este caso como una negociación referente por la capacidad de negociación, la capacidad de sindicalización, y claramente también cuando obtienen estos resultados, pero no nos perdemos en cuanto a la capacidad de producción que tiene Escondida”, dice el presidente de la FMC.
El dirigente resalta el caso de Escondida, pero también el de Caserones, como un claro ejemplo de las capacidades de negociación que entrega a los sindicatos la herramienta de la huelga legal.
“Los sindicatos, la única herramienta que tienen para hacer presión ante la empresa en una negociación colectiva, es la huelga. Entonces, hemos visto que en estas dos últimas negociaciones (Escondida y Caserones), se llega al posicionamiento de la huelga ante la negativa de la empresa de avanzar en la propuesta de los trabajadores”, señala, y asegura que, respecto a las conversaciones que deberán enfrentar los sindicatos que componen su federación, “no le tenemos miedo a la huelga”.
Eso sí, enfatiza que en las organizaciones sindicales “tenemos que ser inteligentes en la forma de administrar” el impulso de la exitosa negociación en Escondida. “No nos perdemos como Federación Minera, porque reconocemos que Minera Escondida es el primer productor de cobre, y ha obtenido estos últimos tres años $9.000 millones de utilidades. Y lo que han obtenido los trabajadores en su bono de términos de conflicto es solamente el 1% del total de las utilidades”, plantea Román.
La visión del dirigente es respaldada por Andrés González Eyzaguirre, encargado de Análisis de la Industria Minera en Plusmining. Para él, el resultado obtenido por los trabajadores de Escondida “sin duda sienta un precedente que puede generar expectativas para futuras negociaciones de BHP y, de forma secundaria, con toda la gran minería del cobre en general. Se trata de una encrucijada compleja dada la importancia de asegurar la continuidad operacional, pero evitando alzas insostenibles en los costos laborales”.