Super Mario. El nombre de este famoso personaje de los videojuegos de Nintendo fue utilizado por la prensa económica europea para referirse a Mario Draghi, el economista italiano que se hizo cargo del Banco Central Europeo (BCE, 2011-2019) y al que se le atribuye haber rescatado al euro en 2012, en medio de la grave crisis de la deuda que azotó al viejo continente.
Draghi dio un giro en su carrera, cruzó hacia la vereda política y actualmente es el presidente del Consejo de Ministros de Italia.
13.000 kilómetros al suroeste de la península, en línea recta, Mario Marcel, otro Mario a cargo de la política monetaria, salta desde la presidencia del Banco Central a la dirección del equipo económico del presidente Gabriel Boric.
¿Marcel será el “Super Mario” de Chile? Difícil aventurarlo tan prematuramente, pero argumentos podría haber para hacer ese parangón si se considera la reacción que han venido mostrando los mercados locales desde que su nombre empezó a circular como el probable nuevo ministro de Hacienda del país…ratificado este jueves por la noche.
¿Quién es y qué ha hecho?
Marcel (62), casado dos veces, cuatros hijos, uno de ellos con su actual esposa, Pamela Albornoz, es un hombre silencioso, dicen sus cercanos. Parco de palabras, pero muy decidido y seguro del dominio técnico que tiene de los temas. Es metódico, “no deja cabos sueltos”, trabaja en equipo, receptivo, reflexivo, pero cuando adopta una postura la defiende, ante todo, de convicciones firmes e independiente, son las múltiples cualidades que mencionan quienes lo conocen y les ha tocado interactuar con él.
Tiene una vasta experiencia profesional. Alumno del Instituto Nacional, es ingeniero comercial de la Universidad de Chile y doctor en Economía de la Universidad de Cambridge, Reino Unido. Hasta su ingreso al Banco Central, en octubre de 2015, era director de la Práctica Mundial de Buen Gobierno del Banco Mundial en Washington D.C., Estados Unidos.
Anteriormente se desempeñó como subdirector de Gobernabilidad y Desarrollo Territorial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en París, Francia, y gerente de Capacidad Institucional y Finanzas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde anteriormente había sido director ejecutivo por Chile y Ecuador.
Durante 13 años trabajó para el gobierno de Chile, ocupando diversos cargos en el Ministerio de Hacienda, incluyendo subdirector de Racionalización y Función Pública de la Dirección de Presupuestos; secretario ejecutivo del Comité Interministerial de Modernización de la Administración Pública; y presidente del Comité de Auditoría Interna General de Gobierno. Además, fue presidente del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional.
Entre el 2000 y el 2006 fue director de Presupuestos, período en el que impulsó profundas reformas en la conducción de la política fiscal, la administración de activos y pasivos gubernamentales, el sistema presupuestario y la gestión pública, siendo el creador de la regla fiscal de déficit estructural junto al titular de Hacienda de ese entonces, Nicolás Eyzaguirre.
Previo a todo ello fue investigador de la Corporación de Estudios para Latinoamérica, Cieplan.
A nivel académico ha desarrollado actividades de docencia e investigación en universidades en Chile y el Reino Unido. También ha sido consultor de diversos organismos internacionales y gobiernos para proyectos en países como México, Colombia, Perú y Vietnam.
El hombre para el cargo
Varios observadores han sostenido que Mario Marcel es probablemente la persona más apta para asumir la cartera de Hacienda en este minuto. Tiene competencias en prácticamente todas las áreas de acción económica relevantes para la administración de Gabriel Boric, partiendo por lo fiscal, previsional y laboral. Además, en su paso por el Banco Central, sumó expertise en materias monetarias y de crecimiento. Pero además, y la principal lectura que hace el mercado es que será una garantía de que las reformas que impulsará el gobierno electo serán graduales y con responsabilidad, tal como lo ha señalado el propio Presidente electo.
No por nada fue distinguido como el “Gobernador del Año” por la reconocida revista económica LatinFinance, para el periodo comprendido entre julio de 2020 y junio de 2021.
La distinción fue otorgada a la autoridad monetaria en “reconocimiento a su excepcional logro en ayudar a dirigir la economía de Chile a través de la crisis pandémica y la recuperación incipiente, en medio de desafíos externos e internos sin precedentes”.
A su vez, en el marco del aniversario número 10 de Pulso, Marcel fue elegido -de acuerdo a un sondeo realizado por Cadem- como el hombre más influyente del ámbito económico, obteniendo en promedio casi el 70% de las preferencias., en su calidad de presidente del Banco Central.
El contexto
Marcel se hará cargo de una economía con muchas particularidades y desafíos.
Una de ellas es el ciclo económico. Luego de un 2021 con tasas de crecimiento jamás antes vistas tras superar una crisis igualmente desconocida, la actividad se enfrenta, al menos, a dos años en los que se esperan expansiones muy modestas. Algunos expertos han hablado de periodos de recesión económica o incluso peor: estanflación. Tras un crecimiento del PIB en torno a 12% en 2021 (la cifra definitiva se conocerá en marzo), para este año esa expansión se enfriará a cerca de 2% y será aún inferior -cercana a 0%- en 2023.
En ese contexto, Marcel deberá enfrentar un pedregoso camino para sacar adelante una reforma de pensiones; otra igualmente difícil reforma tributaria y también estabilizar los niveles de deuda pública del país…todo con un Senado partido a la mitad.
Marcel es experto en materia fiscal. En 2001, en el gobierno de Ricardo Lagos, el país se recuperaba del fuerte impacto que provocó la crisis asiática. En ese minuto surgió la idea de que había que comenzar a repensar la forma de prepararse para hacer frente a una nueva crisis. Fue así como el ministro de Hacienda de esa época, Nicolás Eyzaguirre, junto a Mario Marcel en la Dirección de Presupuestos, planearon la nueva regla fiscal. En ese equipo también estaba Rodrigo Valdés, como asesor macroeconómico.
Pero además tiene mucha experiencia en materia previsional. En 2006 presidió la primera comisión presidencial para mejorar las pensiones. Fue una iniciativa de la Presidenta Michelle Bachelet y se la conoció como la “Comisión Marcel”. Ya en ese entonces él advirtió algunos de los problemas que persisten hoy en materia previsional. Y su bien el diagnóstico estaba claro en ese entonces, las decisiones de los gobiernos no fue otra que postergar una reforma previsional.
Aunque reconoció que los afiliados tenían seguros sus fondos en las AFP, que ninguna gestora había quebrado o generado fraude alguno, sí advirtió que era “desequilibrado” dejar “demasiadas responsabilidades sobre el régimen de capitalización individual”. En esa línea, dijo que se habían observado “densidades de cotización” menores a las que se preveían.
“Difícilmente este sistema podrá, por sí solo, corregir los problemas y hacer frente a los cambios que el país seguirá experimentando”, afirmó en ese tiempo.
El nuevo crecimiento
Es cierto que tendrá a favor unos precios del cobre históricos, que se han convertido en el bálsamo de las arcas fiscales, muy exigidas desde el estallido social. Pero en paralelo, también tendrá el desafío de retomar la senda de crecimiento de la economía, en medio de un mayor escrutinio público sobre ese concepto.
Y esta es precisamente otra de las particularidades. A partir del 18 de octubre de 2019 emergió una voz muy crítica de la sociedad sobre el desarrollo económico, que cuestionó los avances logrados por el país en 30 años (“no son $ 30 -del alza del pasaje del metro-, son 30 años”), que criticó y desoyó las recomendaciones de los técnicos (las del mismo Marcel) y donde hoy, incluso, se han levantado voces a favor del decrecimiento económico para enfrentar el cambio climático y el agotamiento de recursos naturales.
En este nuevo escenario, a juicio de un sector importante de la sociedad, el crecimiento económico debe ser respetuoso del medioambiente, sustentable y propender a reducir las brechas de desigualdad del país.
Y este será, probablemente, el gran desafío de Mario Marcel: conseguir ese tipo de crecimiento, pero sin perder la confianza que le ha entregado el mercado y, más difícil aún, ciñéndose al espíritu que encarna la administración de Gabriel Boric.
Pero ese tema para Marcel no es nuevo. De hecho recientemente el BC publicó un documento donde aborda la problemática del cambio climático y cómo compatibilizarlo con el crecimiento. Ahí la idea que ronda en el ente rector es incluirlo en las cuentas nacionales para poder tener una medición más concreta. “Crecimiento Económico y Biodiversidad: Algo Tiene que Ceder”, elaborado por su vicepresidente, Joaquín Vial, y por el gerente de División de Política Monetaria, Elías Albagli.
“El medioambiente y los recursos naturales hace ya tiempo que resienten el impacto de la producción masiva y han dejado de ser considerados un mero insumo”, dijo Marcel en el marco de un seminario de homenaje en su nombre que hizo Clapes UC la semana pasada.
Sus pares
Mario Marcel cuenta con el respeto de sus pares, incluido el exministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien está en las antípodas del Partido Socialista, del que Marcel es simpatizante. “Hay muchos buenos capitanes en mares calmados. Algunos dicen capitanes de agua dulce, pero hay muy pocos buenos capitanes para aguas borrascosas. Por eso, si usted tiene que enfrentar una tormenta importante, vaya tranquilo en el barco de Mario”, dijo el economista en el homenaje que le hizo Clapes UC a Marcel por su labor en el Banco Central.
Está lejos del ser el único.
“No solamente (destaca) el trabajo que se describió en el Ministerio de Hacienda, en la Dirección de Presupuestos (…) Pero también internacionalmente, el rol que jugó en el BID, todo lo que es gobernanza, en la OCDE y después en el Banco Mundial. O sea, las tres instituciones claves internacionales en esto ámbitos”, afirmó también en la ocasión Vittorio Corbo, expresidente del Banco Central.
“El reciente nombramiento de Mario Marcel por un segundo periodo como presidente del Banco Central constituye una señal potente. El país tendrá instituciones capaces de mirar el largo plazo y de resistir tendencias populistas crecientes, como se ha observado en sectores políticos del Congreso”, dijo Alejandro Foxley, exministro de Hacienda, en ese mismo encuentro.