Super de Pensiones: "Quien quiera administrar ahorros obligatorios tiene que entender que tiene un privilegio"
Osvaldo Macías por primera vez desde que se envió la reforma previsional se refiere a fondo al nuevo sistema y detalla los principales cambios. Remarca la competencia que tendrán las AFP con el nuevo modelo y las desafía a profundizar en la educación de sus afiliados.
Cuando se les pregunta a distintos actores ligados al mundo de la seguridad social y de las inversiones por Osvaldo Macías (55), hay un comentario que se suele repetir: "Es quizás la persona que más sabe de pensiones en Chile".
El respeto que se ha ganado el superintendente de Pensiones es transversal, lo que se demuestra en que ejerció este cargo en el gobierno de la Presidenta Bachelet y se ha mantenido con Piñera. Lleva casi 30 años trabajando en el servicio público, siempre al alero de la Superintendencia de Pensiones, con pasos también en la Superintendencia de Valores y Seguros (hoy CMF), donde fue intendente de seguros.
El ingeniero comercial de la PUC y también presidente de la Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones (Aios), quien tiene sobre sus hombros la misión de implementar toda la letra chica y el detalle de las normas que le darán vida a la reforma de pensiones -que debe ser discutida y aprobada en el Congreso-, da su primera entrevista desde que se envió el proyecto al Parlamento y desmenuza la propuesta.
¿En qué está el trámite del proyecto de reforma previsional y cuándo se iniciará su discusión?
-El proyecto se encuentra ingresado al Congreso en su primer trámite. Se espera que en el Parlamento se comience a llamar a audiencia a distintos especialistas e instituciones que tengan que efectuar algún aporte al proyecto de ley.
¿Le parece suficiente esta propuesta previsional?
-El rol de la superintendencia es netamente técnico. Las pensiones hoy son insuficientes para que las personas que lleguen a la vejez tengan una calidad de vida adecuada y es urgente subir las pensiones.
El proyecto tiene un foco en aumentar las pensiones de los pensionados actuales y de los futuros, dotar al sistema de mayor educación previsional, más competencia y mejorar la fiscalización del sistema.
¿Qué elementos destaca en el ámbito de la mejora en las pensiones de este proyecto?
-Hay cuatro componentes importantes. Primero, se fortalece el sistema de pensiones solidario, aumentando la pensión básica solidaria y la pensión máxima con aporte solidario, lo que favorece a los actuales jubilados y a los del futuro que estén considerados en el Pilar Solidario.
Hoy en día son 1,5 millones de personas. El segundo foco de aumento de pensiones tiene que ver con la creación de un nuevo pilar, el que considera un aporte adicional a la clase media, que está destinado a complementar las pensiones de aquellos que han cotizado (un mínimo de 16 años para las mujeres y de 22 años para hombres), pero que tienen pensiones insuficientes.
El beneficio es mayor para las mujeres y para quienes posterguen voluntariamente su jubilación. El tercer componente es el establecimiento de un subsidio (al 60% más pobre de la población, sin requisitos de cotizaciones) y un seguro de dependencia que beneficia a los adultos mayores no autovalentes, que se financiará con un 0,2% de las cotizaciones (monto mínimo de 3 UF y un mínimo de 0,2 UF por año cotizado) de las remuneraciones de cargo del empleador. No se podrán tener el subsidio y el seguro al mismo tiempo.
La cuarta medida tiene que ver con las pensiones futuras: el aumento de un 4% adicional en la tasa de cotización, con cargo al empleador, que además tendrá medidas complementarias, como el seguro de lagunas previsionales. Este seguro se cargará al fondo de cesantía solidario cada vez que alguien quede sin trabajo, para que cubra las cotizaciones; con esto calculamos que las pensiones, en promedio, subirán 4% por esta sola razón.
También se fortalecerá la cobranza previsional, donde habrá un sistema único de cobranza, que obligadamente deberán constituir las AFP para hacer más eficientes los procesos de cobros. Hoy, cada AFP cobra por su cuenta, pero una vez que empiece a regir la ley, deberán constituir esta entidad centralizada, donde funcionará con base de datos de la Dirección del Trabajo y del Servicio de Impuestos Internos para que sea más fácil detectar a empleadores morosos.
¿Qué cambiará en el mundo del ahorro previsional voluntario (APV)?
-Se hacen mucho más flexibles los planes de APV. Por ejemplo, se establece la posibilidad de diferenciar aportes del empleador en los APV colectivos en función de la antigüedad del trabajador de la empresa.
También se establece la posibilidad de que el trabajador se haga dueño de los recursos que le aporta el empleador, también en función de su antigüedad.
Todo eso ayudará a diseñar planes más flexibles y se establece la posibilidad de que el empleador establezca un enrolamiento automático, donde el trabajador y el empleador aporten a la pensión juntos y el primero podrá salirse de esta modalidad cuando lo desee.
Otro cambio es que en los APV individuales, que hoy en día solo lo pueden ocupar los trabajadores titulares, también lo podrán usar sus beneficiarios legales.
También se permitirá la compra anticipada de rentas vitalicias diferidas antes de jubilarse, por ejemplo, 10 años antes, donde podrá tomar una parte de su saldo y aprovechar un buen nivel de tasas de interés. En esto último habrá que hacer un reglamento que detalle bien cuántas veces y por cuánto monto se podrá hacer esto.
¿Cómo fomentarán la mayor competencia en el sistema?
-Se les facilitará el acceso a otros actores a constituir AFP, como las cajas de compensación y las cooperativas de ahorro y crédito.
Además, las personas podrán elegir depositar el 4% adicional de cotización en su AFP o en las nuevas administradoras de ahorro complementario para pensiones (AACP), que podrán ser formadas por aseguradoras de vida, administradoras generales de fondos, cajas de compensación y cooperativas de ahorro y crédito, entre otras entidades, lo que va a introducir mucha más competencia al sistema de pensiones.
Otras cosas importantes es que se permitirá que se compartan locales de atención al público y red de sucursales de las AFP o AACP con entidades del ámbito previsional o que administren APV, con separación clara de personal y con la autorización de la superintendencia. Esto hará que una AACP se instale más fácil.
También se dictamina que el encaje -patrimonio que las AFP deben invertir al igual que los ahorros de los afiliados- de hoy, que es del 1%, baje a 0,5%, lo que es una barrera de entrada muy importante que se baja.
También se permitirá crear -de forma unitaria o en conjunto- sociedades operadoras de cuentas por parte de las AFP, AACP, o administradores de APV, que son entidades que administran cuentas individuales, recaudan, acreditan y pagan pensiones, y que es uno de los costos más altos que hoy tienen las AFP, que podrán prestarles servicios a otras entidades administradoras de pensiones, como backoffice. Todos estos elementos introducen economías de escala importantes en la operación y fomentan una mayor competencia.
El presidente de AFP Habitat dijo que los descuentos grupales por afiliación, donde no se distingue a cotizantes que lleven más tiempo, sería tratar las pensiones como un mercado al por mayor de papas. ¿Es tan así como se plantea? ¿Cómo funcionará esto?
-Este elemento de negociación de la comisión de la AFP -en base de cobro a remuneraciones- o AACP -en base de cobro sobre el saldo ahorrado- por grupos o por permanencia efectiva, se hace para captar los ahorros comerciales que existen en la incorporación de un grupo.
Es más costoso afiliar una a una a las personas, entonces ese ahorro que se daría en afiliar a un grupo la idea es que se traspase a menores comisiones, lo mismo pasará en el caso de permanencia. Para la AFP será beneficioso retener a esa persona y premiarla, porque no tendrá que incurrir en nuevos costos para afiliarla.
Además, la persona podrá decidir que ese ahorro en comisiones vaya a cuentas individuales abiertas a nombre de sus beneficiarios legales. Esto incentiva la competencia y habrá AFP que decidan operar con esta modalidad y otras que no.
En el caso de las AACP, habría negociaciones con el grupo de la comisión a cobrar. Se creará un registro único de agentes de ventas y solo ellos podrán vender estos productos, serán fiscalizados por la superintendencia para que no entreguen ningún tipo de incentivos y tendrán exámenes de conocimientos periódicos.
¿No teme a que agentes de ventas de pensiones puedan ofrecer altos incentivos económicos distintos a los que permite la ley para afiliar a grupos?
-Quienes pagan las comisiones a los vendedores son las propias AFP, por lo tanto, si una AFP da incentivos externos por afiliación está cometiendo una falta muy grave y si nosotros los sorprendemos los vamos a sancionar con todo el rigor de la ley. Esas prácticas son completamente inaceptables y serán estrictamente fiscalizadas.
¿Hay posibilidad de que las comisiones que cobran las AFP puedan ser por saldo?
-Es un foco complejo de abrir. Si un trabajador comenzó a cotizar hace 30 años, sus primeras comisiones fueron muy altas, porque tenía saldo cero. Si se hiciera un cambio en este sentido, todas las personas que están cotizando en la mitad de su ciclo de vida, que ya pagaron mucho, volverían a pagar mucho si es que les empezaran a cobrar sobre el saldo. Esa persona pagaría dos veces más y eso no puede ser. Habría que diseñar una transición para eso, que es difícil y costosa.
Además, la comisión sobre saldo disminuye el valor de las cuentas individuales, es decir, va directamente contra la pensión. Dificultaría la licitación de nuevos afiliados, que no tienen saldo en su cuenta.
El proyecto de ley considera que se cree un comité de coordinación junto a la CMF, ¿cómo funcionará?
-Eso será para tratar todas las materias de común interés, por ejemplo, la fiscalización de las AACP y posibles ventas atadas, o el mercado de rentas vitalicias. Nos tendremos que reunir en esta instancia al menos una vez al mes y la integrarán las autoridades máximas de ambas instituciones y otros tres funcionarios que serán designados, además del apoyo de equipos técnicos.
¿Cómo será el límite de inversiones de las AACP, que ya se adelantó que será más flexible que el de las AFP?
-La superintendencia debe dictar un régimen de inversión con venia del Consejo Técnico de Inversiones y del Ministerio de Hacienda. Los instrumentos, operaciones o contratos que se autoricen serán los mismos que están autorizados por las AFP. Los planes serán distintos a los que ofrecen las AFP, con un fondo F o G, por ejemplo. Tendrán más libertad para seleccionar emisores e instrumentos que las AFP y podrán constituir fondos de más o menos riesgos que los existentes.
Podría haber quienes ofrezcan planes solo de renta variable, por ejemplo, o solo en el extranjero. La idea es que tengan harta flexibilidad. La única diferencia entre una AFP y una AACP es el régimen de inversiones y que estas últimas no tendrán rentabilidad mínima ni encaje, pero sí tendrán una reserva del 0,25% del fondo administrado para responder por obligaciones o eventuales perjuicios a los afiliados.
¿Las AACP tendrán multifondos?
-Podrán administrar hasta cinco planes, y habrá algunas administradoras que se podrán especializar en distintas clases de activos, como infraestructura, alternativos o acciones. Eso hay que aprovecharlo, porque en Chile hay una buena expertise financiera que puede otorgar una mayor diversificación a los ahorros previsionales.
¿Cree que los afiliados están bien preparados para tomar todas estas decisiones de inversión? Las AFP señalan que no les corresponde a ellas solas hacer todo el trabajo de educación...
-Efectivamente, el grado de educación previsional actual de las personas es bajo. No vemos esto como un Big Bang, sino que como algo que será gradual. Hay que hacer un esfuerzo muy grande de educación y las AFP tienen una responsabilidad importante en eso, son los que conocen a los afiliados y quienes durante décadas están con ellos, por eso su deber es educarlos, informarlos y asegurarlos adecuadamente. Las AFP son actores del mercado de seguridad social, no del mercado de las papas.
Quien quiera administrar ahorros obligatorios tiene que entender que tiene un privilegio y eso está asociado a muchas responsabilidades. Es mínimo educar a las personas. Hemos perdido más de tres décadas porque no lo hemos hecho. Es una culpa compartida de todos, y con mayor razón de los actores que administran el ahorro obligatorio.
¿Cómo se podrán insertar las AFP si quisieran administrar también el 4% adicional?
-Podrán hacerlo idénticamente a como lo hacen actualmente, en los mismos multifondos que existen hoy y sin comisiones adicionales, o la otra forma es que administren el 4% a través de alguna filial AACP, donde podrán crear nuevos multifondos y cobrar sobre el saldo. Las AFP serían la alternativa más barata, pero los AACP podrán tener más diversidad de productos.
¿Cuándo esperan tener listo el reglamento de inversiones de las AACP?
-La ley establece que los cambios, incluyendo este reglamento, entren en vigor un año después de que sea publicada, pero hay algunas excepciones dentro del proyecto, como el Pilar Solidario, que regiría luego de seis meses; las mayores cotizaciones para llegar al 14% y el seguro de dependencia se implementarán al mes siguiente de publicada la ley. Estamos trabajando ahora y se extenderá esto por todo el próximo año para avanzar en las normas.
¿Por qué se limitarán los traspasos entre administradoras y multifondos? ¿Cuáles serán los límites para estos movimientos?
-En el caso de traspasos entre multifondos o entre planes de ahorro, el objetivo es que el afiliado tome decisiones pensando en el largo plazo. Hay elementos que le pueden jugar en contra al afiliado, como los que tratan de ganarle o anticiparse al mercado.
Los estudios que tenemos muestran que esto es al revés y que las personas que se quedan en su fondo y que están un periodo largo allí tienen mejores resultados.
Otro factor: los traspasos entre fondos provocan grandes movimientos de dinero que distorsionan las carteras de las AFP, que hoy en día tienen más liquidez de la que debieran tener, y eso hace perder rentabilidad.
Por último, hoy más del 20% de los gastos de las AFP son remuneraciones a agentes de ventas que hacen los traspasos y se busca evitar que aumenten los gastos comerciales, porque al final lo pagan los afiliados a través de las comisiones.
Hoy, la gente se puede cambiar casi una vez al mes de AFP y eso es excesivo. Aún falta definir cada cuánto se podrán cambiar a futuro.
¿Se va a regular el posible incentivo de reparto de utilidades con los afiliados que puedan hacer algunas AFP?
-El objetivo es que suban las pensiones y que esto no sea discriminatorio. El único requisito será que el afiliado tenga un año de antigüedad en la AFP antes del reparto, para evitar que se use como una herramienta comercial de cambios permanentes entre AFP.
¿Estima que la gran ausencia del proyecto previsional es la falta de obligatoriedad para que coticen los independientes?
-Más de un 25% de la fuerza laboral es independiente y no están obligados hoy a cotizar. Es muy importante que lo hagan, porque al momento de llegar a la vejez si no califican para el Pilar Solidario y no han ahorrado, no van a tener pensión. Con el proyecto previsional que se envió se capta a una parte de ese 25%, que son los que emiten boletas de honorarios, que gradualmente van a tener que cotizar.
Están quedando fuera todos los que no dan boleta, por lo que a futuro sería conveniente que estas personas estén obligadas a cotizar, porque algunas de ellas solamente tendrán derecho al Pilar Solidario, pero creo que eso es insuficiente. A futuro deberíamos pensar en medidas para incorporarlos al sistema de pensiones.P
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