Hace un mes se anunció la suspensión temporal de las actividades de construcción del mayor proyecto que se desarrolla actualmente en Chile, Quebrada Blanca Fase 2 -ligado a la minera canadiense Teck- que contempla una inversión de US$5.400 millones. Si bien en un inicio la suspensión era por dos semanas, la paralización aún continúa, debido a la propagación del Covid-19, y sin fecha de término.
Este martes, en conferencia con inversionistas para discutir los resultados del primer trimestre, los ejecutivos de Teck sinceraron los efectos que tiene el proyecto que es uno de los principales de su cartera a nivel mundial. En el primer trimestre, los gastos por el Covid-19 fueron de US$31 millones antes de impuesto lo que incluyó US$23 millones relacionados con la suspensión temporal de QB.
“El perfil de gastos en QB2 se verá afectado por la suspensión de la construcción. Actualizamos los préstamos de financiamos de proyectos sobre esto un par de semanas y durante el balance de 2020, creemos que habrá algo como US$141 millones menos en la facilidad de financiamiento del proyecto que la pre-suspensión”, sostuvo el vicepresidente y tesorero de Teck, Scott Wilson. Agregó que eso refleja que las actividades de adquisición continúan y los pagos o compromisos que ya se han hecho.
En relación con el futuro del proyecto, el CEO de la compañía, Donald Lindsay, señaló que siguen evaluando el estado de la suspensión de QB2. “Nuestras prioridades continúan siendo la seguridad de nuestra fuerza laboral y el apoyo a los esfuerzos chilenos para limitar la transmisión del Covid-19. No podemos predecir cuándo se levantará la suspensión temporal del proyecto”. En esa línea, agregó que si se reanudan las actividades en el segundo trimestre, lo más pronto que esperarían es que la producción sea a mediados de 2022.