La “Operación Santo Salmón” fue un robo violento en un frigorífico en San Antonio, donde se robaron salmones avaluados en $600 millones en las vísperas de Semana Santa. Un caso que el medio británico The Economist utilizó para alertar sobre cómo el delito es un tema preocupante para Chile, según el análisis del medio especializado en una reciente nota.
Con la nota titulada “La última bonanza de la mafia: el robo de salmones. La piscicultura es un gran negocio en Chile. Robar pescado también lo es”, la nota destaca que, “los robos se han convertido en un gran problema para el segundo mayor negocio de exportación de Chile”. Así, el artículo retrata que los robos se han disparado desde el 2018, donde la mayoría se concentran en cargamentos de pescados distribuidos por camiones.
“La ola de delitos ha golpeado a la industria. SalmonChile cifra las pérdidas desde 2019 en más de $67.000 millones”, dice la nota que cifra en 158 los robos que han afectado al sector.
El reportaje explica el alza de robos a factores como que la carga de salmones que mueven los camiones están avaluados en $200 millones y una mayor demanda interna del producto, que permite vender el salmón robado a mercados locales.
Otro de los factores tiene relación con las iniciativas del gobierno del Presidente Gabriel Boric para disminuir el robo de madera: " Las medidas enérgicas del gobierno contra el robo de madera pueden haber animado a las mafias madereras del país a centrarse en los cargamentos de salmón. Los robos de salmón son más frecuentes en la Región del Biobío, que desde hace tiempo se encuentra entre las más afectadas por el robo de madera”.
Ante este contexto, la nota resalta que el alza de robos de salmones está afectando a las empresas y también a los consumidores. “Los mercados inundados de salmón robado que se ha almacenado (y a veces incluso procesado) en condiciones dudosas suponen un riesgo para la salud pública”, explicó.
De cara al futuro, The Economist plantea los esfuerzos de “algunos miembros” de la Cámara de Diputadas y Diputados para generar mayores sanciones contra el robo de salmón. Además, la nota destaca que, “solo se han registrado 12 robos hasta la fecha, frente a los 24 del año pasado”.
Sin embargo, el medio concluye que, de igual forma, “el robo de salmones sigue yendo viento en popa para las mafias de las piscifactorías chilenas”.
