Transbank fue fundada en 1989 y opera desde 1993 en la industria de medios de pago. Ahora, 30 años después, la empresa decidió inscribirse en la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para poder acceder al mercado de capitales mediante la emisión de deuda. Por eso mismo, la red de adquirencia ha tenido que ir revelando información que antes no era pública.
En una presentación de agosto que realizó la firma para promocionar a la compañía en el marco de una emisión por hasta UF 2 millones ($72.000 millones), se autodescribe como “líder indiscutible en la industria de pagos de un total de volumen procesado (TPV) ~ US$ 100.000 millones”.
Es más, ahí revela que “está entre los top de la región”, y muestra un ranking que lo posiciona en el tercer lugar de los principales jugadores de pago de Latinoamérica en 2020 medido por volumen, con US$63.118 millones en ventas en el comercio por medio de la red de Transbank. En los primeros lugares se ubican dos gigantes brasileños, primero Cielo con US$126.144 millones, y segundo Rede con US$99.860 millones.
También muestra que según cifras de 2022, la red de adquirencia chilena se mantiene en el tercer lugar del ranking, con un volumen de $78.585 millones, y se ubica en la posición 47 a nivel mundial. Ese monto de ventas, según estimaciones de Feller Rate, representa cerca del 85% del total de transacciones con tarjetas registrado por la banca local, sin considerar tarjetas de prepago.
La presentación enseña que Transbank tiene una baja tasa de fraudes, situándose en 2,99 pb, versus el nivel de fraudes de 12,54 pb de Latinoamérica, los 7,54 pb de Europa, los 14,31 de EEUU, o los 3,42 pb de Asia Pacífico.
Asimismo, la red de adquirencia asegura que en Chile hay “una industria con un importante margen de crecimiento”. La bancarización en el país ha subido desde el 73,3% de población bancarizada que había en 2018, a 81,9% en 2022. Pese a ello, el documento dice que es un “mercado poco explorado”, considerando que en 2022 Chile contaba con 20 POS (Point of Sale, las maquinas para hacer las transacciones) por mil habitantes, lejos de México (36), Brasil (38), Francia (34), Reino Unido (46), o EEUU (32).
Además, asegura que “el comercio electrónico y los pagos integrados aún están en sus primeras etapas”, ya que la expansión del comercio electrónico en 2022, medido como el porcentaje de las ventas minoristas totales por las ventas, fue de un 12% promedio en Brasil y México, misma cifra que Chile, pero distante de la media de 18% que alcanzaron EEUU, Reino Unido y Francia.
La presentación también muestra que, al ser el PIB nominal de Chile en 2023 de $ 286 billones, el consumo privado interno representa 73% del PIB, $ 210 billones. El volumen de la industria de pagos en que compite la red de adquirencia representa un 51% del consumo privado, $ 106 billones. Y el volumen de Transbank es de $ 78 billones, esto es un 27% del PIB, y un 37% del consumo privado.
Ahí señala que la cuota de mercado del total de volumen procesado es de un 84%, según el promedio de los últimos 12 meses a diciembre de 2022, calculado como el volumen total de pagos por Transbank sobre el volumen total de pagos informado por la CMF para el mismo período.
Según un informe de Feller Rate, a junio de 2023 los ingresos operacionales de Transbank registraron una leve variación respecto de lo presentado a junio de 2022 (3,6%), alcanzando los $484.353 millones. Esto, considerando ingresos por comisiones y servicios y otros ingresos operacionales.
Además, al cierre del primer semestre su “estructura de costos creció en un 4,5%, explicado principalmente por mayores gastos por depreciación y amortización, gastos por obligaciones de beneficios a los empleados, bajas de activos y gastos por contribuciones y derechos municipales. Así, la generación de Ebitda alcanzó los $38.469 millones, esto es, un 7,1% mayor a lo presentado al primer semestre de 2022, con un margen Ebitda de 7,9%”.
El documento explica que “históricamente, Transbank había financiado su actividad en base a flujos procedentes de la operación y aumentos de capital, sin la necesidad de financiamiento externo. No obstante, las presiones evidenciadas en 2020 y 2021, que impactaron de forma relevante la capacidad de generación de flujos, resultaron en la toma de un crédito sindicado por $65.000 millones a un año plazo”.
Añade que “en 2023, la compañía renovó la línea de crédito sindicado por un monto de $55.000 millones, lo que explica casi la totalidad de los pasivos financieros al cierre del primer semestre del año ($56.416 millones) y significa un índice de deuda financiera sobre patrimonio de 0,6 veces, que apoya una evaluación satisfactoria de su respaldo patrimonial. Por su lado, a junio de 2023, un menor nivel de caja resultó en un aumento del indicador de deuda financiera neta sobre Ebitda hasta 0,6 veces. En tanto, la cobertura de gastos financieros alcanzó 8,1 veces, a igual periodo”.