Este viernes se conoció que el IPC de mayo subió un 0,3%, mientras que la inflación anual superó el 4%, según datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas. Este llevará a que la UF siga subiendo en el próximo mes, lo que supone un golpe al bolsillo de los consumidores.
En concreto, la UF subirá $112,48 entre el 9 de junio y el 9 de julio. Esto implica un avance diario de $3,75, y habrá acumulado un alza anual de $816,28. En 12 meses sube $1.433,43.
Esto supone un golpe a quienes aspiran a la casa propia. Y no es todo, ya que las tasas hipotecarias volvieron a subir en la última semana de mayo, según datos del Banco Central.
Estas se ubicaron en promedio en 5,02%, lo que corresponde a su mayor nivel desde la semana del 7 de enero.
El precio de la vivienda se ha empinado un 54% en la última década, mientras que los ingresos reales de las personas crecieron solo un 14% en el periodo.
Según mostró un estudio de la Asociación de Bancos a mediados de mayo, el flujo promedio de las operaciones de créditos hipotecarios hoy es aproximadamente un tercio de los niveles previos a la pandemia.