“Esto no se veía hace una década”, señaló un reconocido empresario de la plaza local.
Hace más de un mes, la nueva presidenta de Icare, Karen Thal, se trazó una meta. Varios confirman que se apuntó a que la Enade 2023 recuperara la convocatoria de antaño, sobre todo considerando que se trataba de la primera con Gabriel Boric como Presidente de Chile.
La idea fue que no sólo asistieran ejecutivos, si no que los empresarios volvieran a participar en la cumbre del sector más importante del año . “Queríamos que interactuaran con los políticos, que se diera ese nivel de diálogo”, reveló un director de Icare. Por lo mismo, todo el equipo de la entidad se concentró en ese desafío, aunque “la Karen fue la gran impulsora”, precisó un cercano al organismo.
Así, este jueves a las 08:30 horas, los estacionamientos del Metropolitan Santiago –ex CasaPiedra- de Vitacura dieron cuenta de que ese trabajo había dado resultado. El lugar estaba repleto de autos. El evento regresó a esa locación, su lugar tradicional. La última vez había sido en 2018 –previo al estallido y a la pandemia-, tras lo cual se había efectuado en la Universidad Adolfo Ibáñez, en Peñalolén, y en el centro de eventos EntreMuros,de Huechuraba, con límites de aforo por la pandemia. Ahora no hubo restricciones al respecto.
A las 8:45 partió la sesión inaugural de esta nueva Enade, bajo el lema ‘Concordia Discors’ (La conexión de la divergencia). En las afueras del recinto, un grupo de invitados esperó a que llegara el Presidente Boric, mientras en el interior un camino despejado –cercado por huinchas de la presidencia- separaba a la prensa de quienes iban entrando por el acceso principal del centro de eventos. Parlamentarios, diez ministros, gobernadores regionales, alcaldes, dirigentes gremiales y sindicales, y empresarios formaron el universo de actores presentes.
Antes que arribara el mandatario ya había unas 1.500 personas en el recinto; la última Enade en el lugar había convocado a 1.250. Si en encuentros anteriores sobraron las sillas, ahora escasearon… personas de la organización buscaron instalar más ubicaciones. Pese a ello, unos 300 asistentes quedaron de pie.
“Esto es como las Enade de antes”, sostuvo un alto ejecutivo. Empresarios y empresarias de la talla de Roberto Angelini, Luis Enrique Yarur, Heike Paulmann, Andrés Navarro, Felipe del Río, Juan Eduardo Errázuriz, Rosario Navarro, Jorge Carey Carvallo, Max Luksic, y Richard von Appen estuvieron presentes. También llegaron los expresidentes Michelle Bachelet y Sebastián Piñera; mientras una parte importante del gabinete aguardó al mandatario sentado en la primera fila del salón principal.
Pasada las 9:00 horas ingresó Boric al lugar, escoltado por Karen Thal y el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes. Atrás, los directores de Icare José Guzmán y Lorenzo Gazmuri.
“No venía hace años a estos eventos, pero la Karen (Thal) insistió en que acá no importaban los discursos, sino que la convocatoria, y decidí venir”, confidenció un empresario. “En algún momento, el expresidente Piñera comentó que cuando participó no había ningún empresario, sólo ejecutivos. Hoy, eso fue distinto”, agregó otro. Es que desde hace diez años -recordaron dos empresarios- no se veía este nivel de asistencia.
Y el discurso inaugural de Karen Thal dio cuenta de ello: “En esta versión de Enade, no sólo nos hemos preocupado del contenido, sino también de la convocatoria”, dijo. Y agregó -entre las risas de los asistentes-: “Se nos pasó un poco la mano, pero era importante”.
La primera fila fue el fiel reflejo del alto número de participantes. De izquierda a derecha: la senadora Ximena Rincón; el ministro de Hacienda, Mario Marcel; la presidenta de Cencosud, Heike Paulmann; el CEO de Westfalia Sudamérica y director de Icare, Hans Eben; los expresidentes Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, y a su lado, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo.
“Este es el momento, nos corresponde, por lo tanto, en la política ponernos de acuerdo. Estamos disponibles, con las manos abiertas para aquello”, señaló Gabriel Boric en su discurso. Y agregó: “Qué buena esa conversación que se está dando ahí, de hecho, en la primera fila, me alegro. Ojalá, vaya en esa dirección”, en alusión a las conversaciones entre Rincón y Marcel. Risas y aplausos sucedieron a esa frase.
En total, el empresariado lo aplaudió en ocho ocasiones durante su discurso. El mandatario llegaba antecedido por una buena noticia para el sector: la aprobación del proyecto minero Los Bronces Integrado. “Valoramos la decisión del Comité de Ministros de aprobar el proyecto Los Bronces Integrado de Anglo American (…) Sin duda, es una señal potente y oportuna”, aseguró Ricardo Mewes en su discurso. “Es una muy buena señal, y ojalá pudieran concretarse otros proyectos mineros. Dominga es una locura que no se haga, y ojalá se le ponga acento también al hidrógeno verde”, refrendó a la salida el exdirector de Falabella, Felipe del Río.
El primer bloque concluyó pasada las 10:30 horas.
Entre café, galletas y jugos, varios parlamentarios fueron entrevistados frente a las cámaras, mientras los empresarios conversaban; algunos hablaban con la prensa y, otros tantos, la rehuían. Pero más allá de ello, ya fuera en privado o en público, la opinión del mundo empresarial frente a las palabras del mandatario fue coincidentemente positiva, aunque con la petición de que sus dichos se hagan eco en la realidad. “Los discursos resisten todo”, indicó un empresario.
“Es muy valorable que Enade tenga la capacidad de convocar a tanta diversidad de liderazgo y donde el Presidente ha tenido la oportunidad de hacerse cargo de los enormes desafíos que tenemos como país. Y esta invitación que le hace Karen Thal de ser el Presidente que logre esa unidad de los chilenos, creo que es algo que nos inspiró a muchos”, puntualizó el presidente ejecutivo de Generadores de Chile, Claudio Seebach.
La mirada empresarial
El mandatario habló casi una hora ante los asistentes de Enade y su primera exposición en calidad de Presidente dejó contento a los dueños de casa, mientras el empresariado valoró el tono y el fondo de sus dichos.
“Fue un discurso distinto a lo que hemos escuchado antes, positivo, está muy centrado en el potencial de la colaboración que los sectores público y privado puede lograr para poder abordar los desafíos que tiene el país, tanto del punto de vista del crecimiento, desarrollo, como del punto de vista de las necesidades sociales que tenemos”, señaló el presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Iván Arriagada.
“Fue un buen discurso. Muy colaborativo, muy ayudador para el país, con una mirada a largo plazo, y muy llamativo en términos de llamar a la unidad y empujar juntos a Chile”, manifestó, por su parte el presidente de BCI, Luis Enrique Yarur. Mientras que el exdirector de Falabella, Felipe del Río, complementó: “Me pareció bien. Creo que fue un buen discurso, el llamado a la unidad es un gran llamado y espero que sus deseos puedan concretarse, porque al final los discursos son muy buenos y espero que su sector lo apoye”.
El llamado a la unidad fue, por lejos, lo más celebrado. Fueron varias las frases en que el mandatario apunto a eso, a superar las diferencia, los prejuicios y avanzar en pos de Chile.
“Creo que es lo que quiere la ciudadanía y es la disposición que también tenemos en el sector empresarial. Lo que pasa es que tenemos que ir convergiendo en ciertas ideas y para nosotros lo central ha sido el cómo volver a fortalecer el crecimiento”, apuntó el presidente de Sofofa, Richard von Appen. “Yo rescato el discurso del Presidente, el de Karen Thal y el de Ricardo Mewes, que tenían ese elemento en común: la unidad. Pero un segundo elemento, que es muy importante, que es una unidad a partir de discrepancias. Yo creo que es muy sano en una democracia, que se reconozcan las discrepancias”, coincidió el presidente de Pivotes y vicepresidente de CMPC, Bernardo Larraín.
Visión similar planteó también el director de Icare, Hans Eben: “Los presidentes de la CPC, de Icare y de la República ocuparon la palabra ceder. Palabras como humildad, palabras del Presidente (Boric) como ‘partamos por casa’ y qué voy a cambiar yo. Creo que habla muy bien de entender el contexto donde estamos. Yo me quiero quedar con eso”.
A lo mismo apuntó el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Juan Armando Vicuña: “Hay que seguir trabajando en conjunto, viendo cómo resolver los problemas del país, pero también es importante que vayamos a la acción y tomar decisiones en términos de políticas públicas, para que nosotros podamos tener certezas, para así activar nuevamente la economía, activar la inversión, que es lo que nosotros estamos esperando. Y sobre todo también activar la inversión pública, que es la palanca para mover y activar la economía de un país cuando está en proceso recesivo”.
Pero de todos modos, más allá de esta positiva visión, hubo un sector que no quedó del todo conforme. El mandatario en una parte del discurso apuntó directamente a la minería. Acusó al Consejo Minero de un lobby muy fuerte frente al proyecto de royalty.
“Eso es injusto, porque, en el fondo, no se trata de pagar más o pagar menos, se trata del futuro de la industria minera en Chile. Nadie está discutiendo si va a pagar 10% u 11%. Estamos discutiendo si vamos a ser los que pagan más impuestos a nivel mundial en minería o vamos a mantenernos en un nivel de competitividad. Eso es lo importante y ojalá que entiendan eso”, puntualizó el expresidente de Sonami, Diego Hernández.
Iván Arriagada, reconoció que han tenido conversaciones en el transcurso de la elaboración del proyecto, y han planteado obviamente su posición. “Desde el primer momento, la industria minera ha estado dispuesta a participar de un cambio en los tributos, contribuyendo a la agenda social. Creo que ha sido probablemente, si no el único, el primer sector que ha dicho ‘nosotros estamos dispuestos a tener una discusión respecto de aumentar el aporte tributario ’. Y en eso creo que no se nos da crédito, pero hemos planteado nuestra visión de que es importante mantener la competitividad y en ese sentido que la reforma que se haga a los tributos mineros pueda preservar la competitividad”.
El sector privado también se quedó con el acápite de la reforma tributaria y el llamado de Boric a hacer un pacto en torno a ello. “Comparto con el Presidente y con Karen Thal que el momento es ahora, pero sin apuro. En los últimos diez años hemos tenido reformas tributarias cada dos años. Entonces, si vamos a entrar en una reforma tributaria ahora que sea un pacto, tiene que tener no solamente apoyo transversal, sino que dure a largo plazo. Y para eso no hay que apurarse”, subrayó Bernardo Larraín. “Yo me quiero quedar con la idea de que para la reforma tributaria ya hay ciertos acuerdos y hay otra parte donde nos tenemos que poner de acuerdo. Pero todos queremos una reforma tributaria”, agregó Hans Eben.