La venta de vehículos nuevos volvió a bajar en febrero, ante el deterioro de las condiciones económicas internacionales, que se han visto acrecentadas por la situación económica y política de Chile, según informó ayer la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac).
En febrero de este año se vendieron 25.025 unidades nuevas, lo que corresponde a una baja de 10,3% con respecto al mismo mes de 2019.
En los dos primeros meses de este año se han vendido un total de 57.129 unidades nuevas, lo que equivale a una caída de 11,4% con respecto al mismo período del año anterior. Es, además, la cifra más baja desde 2017. El retroceso, eso sí, es menor a lo esperado por la industria.
Los vehículos más vendidos en los primeros dos meses de este año, han sido los de pasajeros, SUV y camionetas. En cuanto a marcas, las más vendidas fueron Chevrolet, Kia y Suzuki.
La venta de vehículos eléctricos también experimentó una baja de 33% en febrero, con respecto al mismo mes del año anterior. En los dos primeros meses del año la caída es del 29%.
En total se han vendido 29 unidades nuevas, frente a las 41 vendidas en el mismo período del año anterior.
Coronavirus
Anac también se refirió al brote de coronavirus que se ha ido expandiendo a nivel global, y que ya llegó hace algunos días a nuestro país. Desde el gremio descartaron que el Covid-19 haya tenido impacto en la decisión de compra.
“Desde Anac no contamos con ningún antecedente que acredite que el coronavirus ha afectado o influido en la decisión de compra de un consumidor para adquirir un vehículo, ni para precipitar o retardar su respectiva decisión”, indicó en un comunicado.
Por otro lado, indicó que “las marcas importadoras de vehículos presentes en Chile están realizando grandes esfuerzos para operar con normalidad lo que se ha evidenciado, de hecho, al haberse realizado varios lanzamientos de nuevos modelos durante este verano. En Chile se importan vehículos ya terminados, no sus partes y piezas (necesarias para el proceso de manufactura) desde 29 orígenes distintos. Estimamos que no habrá un menor abastecimiento de automóviles de origen asiático, sino que, en el peor de los casos, un retraso en su arribo por disposiciones de las autoridades sanitarias o portuarias, retraso que podrá ser conocido por cada importador respectivamente. Sin embargo, cabe destacar que hasta ahora no existe evidencia ni de un fenómeno, ni del otro, salvo casos puntuales conocidos y divulgados internacionalmente”, sentenció.
Asimismo, señaló que “en el caso de los repuestos, recalcamos que la disponibilidad de ellos está garantizada para toda la red de un importador según los modelos y versiones que cada uno comercialice”.P