Las ventas del comercio en la Región Metropolitana registraron un aumento de 51,7% en agosto frente a a igual mesl del año pasado, cifra que, sin embargo, representó una desaceleración frente al incremento de 125,1% interanual de julio.
Tal como ha ocurrido en meses anteriores el resultado fue favorecido por una baja base de comparación, dado que en agosto de 2020 las ventas cayeron 20,8% debido a las restricciones de movilidad, mientras ahora se da el proceso inverso.
De esta manera, según los datos dados a conocer este martes por la Cámara Nacional de Comercio (CNC) las ventas presenciales acumularon entre enero y agosto un crecimiento real de 36%.
Respecto a julio las ventas presenciales de la RM anotaron una baja de 2,8%, pero al comparar con agosto de 2019 registraron un alza de 20,1%.
Mayor liquidez
“Las ventas presenciales del comercio minorista en la Región Metropolitana continúan mostrando fuertes crecimientos dado las bajas bases de comparación, el efecto del levantamiento de restricciones que ha impulsado fuertemente el tráfico hacia el comercio físico y la mayor liquidez de los hogares producto de los retiros y ayudas fiscales”, dijo Bernardita Silva, gerente de Estudios de la CNC.
En este sentido afirmó que estos dos últimos factores han mostrado que el impulso en el sector va más allá de un tema de base de comparación ya que respecto a 2019 las ventas presenciales evidencian también un fuerte crecimiento, impulsado mayormente por los bienes no esenciales.
En cuanto al consumo, dijo que se espera que la demanda siga manteniéndose alta en lo que queda del año, dado que las importaciones se han incrementado significativamente en respuesta a esta y adelantándose a futuras compras, incluidas las navideñas, donde los distintos actores buscan asegurar sus stocks ante un complicado escenario logístico mundial y una mayor presión inflacionaria.
Sin embargo, advirtió que se debieran comenzar a ver crecimientos más atenuados, ya que se enfrentarán altas bases de comparación, sobre todo el último trimestre, junto a una normalización del comportamiento del consumidor una vez pasado el impulso de mayor consumo provocado post encierro.