A fines de noviembre, Javier y Antonio Martínez Seguí y Juan Pablo Vicente Groetars crearon la sociedad Packing Las Virginias SpA. El objeto: el procesamiento, embalaje y almacenamiento de fruta. Los dos primeros -vía AM Inversiones- tendrían el 85% de la firma, y Vicente -a través de Levante SpA-, el 15% restante.
La nueva sociedad era sólo la punta de un negocio mucho más amplio; un desarrollo agrícola al que hoy Javier Martínez destina buena parte de su tiempo. Hace dos años, en abril de 2021, dejó la presidencia de Enjoy, tras 40 años en la primera línea del operador de casinos que había fundado su familia. En ese minuto, la firma venía saliendo de un profundo proceso de reestructuración financiera que terminó con los acreedores tomando el control de la compañía. Los Martínez quedaron con un porcentaje menor. Y dejaron la empresa. Hoy Javier seguiría, eso sí, como asesor del directorio. La familia mantiene aún cierta relación comercial con Enjoy: en los balances a septiembre del operador de casinos hay cuentas por pagar a tres sociedades ligadas a los Martínez -Inmobiliaria Britania, Inversiones Carmel y AM Inversiones- por unos $ 200 millones.
“A Javier le apasionan los negocios en general y reparte su tiempo según el requerimiento de cada uno”, señala un cercano. La familia tiene una rama inmobiliaria -vía Inmobiliaria Bicentenario poseen, entre otros, el edificio donde opera Enjoy, y también son socios con los Cueto en Valle Escondido-, y una veta agrícola. “Efectivamente, está más involucrado ahora que cuando estaba dedicado a Enjoy”, dice un conocedor. Una de sus grandes apuestas ha sido esa, a través de la sociedad AM Agro.
Tradicionalmente, la empresa familiar era Agrícola Victoria, fundada hace 40 años en Rengo, puntualmente en Camino Las Virginias -de ahí el nombre de la sociedad tras el packing-, en la Región de O’Higgins. Se conformaba de varias hectáreas destinadas, en un comienzo, a la producción de maíz y cereales. Luego agregaron frutales.
Actualmente tienen 560 hectáreas en Rengo y en Coquimbo. Quienes conocen a Javier Martínez dicen que le gusta mucho el rubro y que, de hecho, se involucra bastante y visita los campos de manera regular.
En 2019 se hizo una reestructuración: una integración vertical. Se dividió Agrícola Victoria, creándose Agrícola Sol de Victoria, bajo la cual están campos en la IV Región, según reporta el SAG en la lista de predios autorizados para exportar cítricos a China. Ambas partieron en 2019 con un capital total de $ 3.189 millones: $ 3.013 millones en el caso de la sociedad original y $ 176 millones para Sol de Victoria. A fines de 2020, no obstante, se hizo un aumento de capital en esta último, pasando a $ 389 millones.
Además, se conformó la exportadora Victoria Fruits, que tenía por finalidad poder realizar directamente el envío de su propia fruta al exterior. Los socios ahí fueron Antonio -que asumió la presidencia- y Javier Martínez, además de un histórico ejecutivo de la firma, Juan Pablo Vicente. Este último fue compañero de Javier en la universidad. Y lleva 25 años trabajando con ellos; del total, 21 ha estado encargado del negocio agrícola, que hoy gerencia. “Ha sido quien lo ha potenciado y hecho crecer”, señalan conocedores del grupo.
“Somos productores y exportadores, trabajamos para llevar al mundo productos de la mejor calidad siendo fiables, innovadores y sostenibles”, se lee en la web de Victoria Fruits. “Apegados a las normas fitosanitarias nacionales e internacionales, tenemos el compromiso con todos quienes participan del proceso productivo, industrial y comercial de nuestro negocio”, destacan.
En 2021, registraron la marca en Inapi para múltiples usos: desde cajas hasta el desarrollo de ferias y eventos.
Hoy, por orden de importancia del negocio, lidera la producción de cerezas, seguido por uvas, limones y kiwis. Las cerezas, al igual que en otros productores de la zona, han ido ganando terreno en el portafolio de la mano del fuerte consumo chino, señalan fuentes del rubro agrícola.
Más allá de ello, uno de los focos de Victoria Fruits ha estado en los limones. Si bien los envíos del producto a nivel nacional cayeron en 2022 por eventos climáticos, en los últimos años la especie ha ido al alza. Según Asoex, las exportaciones de limones subieron desde US$ 6 millones en 2017 a US$ 31 millones en 2022. Chile es el séptimo exportador mundial de cítricos, los cuales se mandan en su amplia mayoría a Estados Unidos.
Así, en la IV Región, los Martínez mantienen dos plantaciones. Una que data de 1992, y otra nueva de 2021, ambas con limones para el mercado local y de exportación.
“En el negocio del limón llevamos muchos años con un resultado satisfactorio, quisimos crecer. Es un buen complemento en nuestro mix de producción”, señala una fuente del negocio.
Entre toda la fruta, apuntan a producir un millón de cajas de exportación en un par de años. El objetivo es ir creciendo a tasas del 20% anual promedio.
En paralelo poseen, además, la sociedad Victoria Gestión y Servicios SpA., para tener un mejor orden interno, pero también para prestar servicios de gestión agrícola a terceros.
Si bien en la Municipalidad de Rengo hay un permiso de edificación de 2.532 metros cuadrados para packing y bodega que data de 2013, hoy el grupo no tiene un packing propio. De hecho, la sociedad que acaban de constituir en noviembre, apuntaría justamente a eso. “Es para evaluar el negocio de un packing para la fruta propia principalmente. Es muy reciente y está en etapa exploratoria, no hay decisiones tomadas”, señalan.
De concretarlo, ya podrían tener toda la cadena internalizada. Y expandir aún más uno de los principales desafíos de Martínez alejado de Enjoy.