ZTE: la manzana de la discordia en conflicto entre China y EEUU
Trump amenaza a la firma tecnológica con un castigo cercano a los US$1.300 millones, que aún resulta insuficiente para algunos congresistas.
Pérdidas de al menos 20.000 millones de yuanes (US$3.100 millones) estima ZTE debido a la prohibición de suministro de tecnología de Estados Unidos, que detuvo sus principales cadenas de suministro, mientras los clientes la abandonan y aumentan sus gastos.
Los problemas de la cuarta compañía de celulares del mundo, y segunda de China, hoy se convierten en un riesgo de mayores proporciones, al entrampar las negociaciones comerciales entre Washington y Beijing, que avanzan en materias de aranceles, pero que no logran cuajar cuando se trata de ZTE.
Seguridad Nacional. El enfrentamiento en torno a compañía china no tiene un origen puramente económico. En Washington, sin distinguir entre republicanos y demócratas, desconfían en general de la tecnología de celulares proviniente del gigante asiático.
De hecho, en enero se presentó un proyecto en el Congreso que pretende prohibir el uso de celulares fabricados por ZTE y Huawei en el sector público, alegando conexiones entre esas compañías y el gobierno chino.
La tesis de seguridad nacional de los legisladores, encabezados por el congresista de Texas Mike Conaway, fue respaldada en febrero por diferentes agencias de inteligencia, entre ellas la CIA, NSA y el FBI, que pidieron a los estadounidenses no comprae teléfonos hechos por compañías de tecnología china como Huawei y ZTE.
Así, Trump queda entrampado en el que califica como el ultimo de varios episodios de confrontación. A mediados de abril, su adminsitración impuso una prohibición de siete años a empresas estadounidenses que venden partes y software a ZTE, argumentando que esta última violó un pacto para resolver un conflicto previo, al realizar reiteradas declaraciones falsas.
Presiones sobre Trump. Esas sanciones pendían de un hilo tras la tregua que sostuvieron China y Estados Unidos los últimos días, pero las fuerzas internas comenzaron a ejercer presión sobre el enfoque más conciliador que estaba tomando la Casa Blanca.
En ese marco, Trump decidió continuar esta semana con la arremetida en contra de ZTE, asegurando que recibiría un castigo por negociar con Irán y Corea del Norte. "Lo que imagino es una multa muy grande, de más de US$1.000 millones de dólares, podrían ser US$1.300 millones", dijo el mandatario.
Pero ni siquiera esto ha dejado satisfecho a los republicanos del Congreso, nublando las vías de salida al conflicto. "¿Una multa de US$1.300 millones y obligándolos a comprar más semiconductores es cómo la administración planea castigar a ZTE? US$1.300 millones no son nada para una compañía respaldada por el gobierno de China. Y comprar más semiconductores no es un castigo, es una recompensa", señaló ayer en twitter Marco Rubio, senador por Florida.
La disyuntiva arrastró ayer a los mercados asiáticos, con bajas de 1,4% en Shanghai y 1,2% en el Nikkei, mientras que influyó en las bajas que se observaron a primera hora del día en Wall Street, pero que más tarde se revirtieron tras la publicación de las minutas de la Reserva Federal.
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