Tipo de cambio real se ubica bajo promedio histórico y queda a 2% de última intervención

Dólar
Agencia Uno

La caída que ha mostrado el dólar no dejó indiferentes ni al Gobierno ni al sector privado. Y revivió el debate sobre una posible intervención cambiaria. Un informe de BBVA señala que una acción del Banco Central se haría insoslayable si la divisa llega a $580 durante los próximos meses de verano.




La caída que ha mostrado dólar y que ayer lo llevó a cerrar en $607 revivió el debate sobre la intervención cambiaria. Desde el 30 de noviembre hasta el cierre de ayer, la moneda estadounidense ha retrocedido $41,80. En términos reales, en tanto, el tipo de cambio se ubica por debajo de sus promedios históricos que fluctúan entre 92 y 95 puntos, y a sólo 2% de los niveles de su última intervención de enero de 2011 cuando el valor real se situaba en 86,7 puntos. Hoy el tipo de cambio real se sitúa en 88 puntos.

[ze_adv position="adv_300x100" ]

El tipo de cambio real es el precio relativo de los bienes entre diferentes países. Se define usualmente como la relación entre el poder de compra de una divisa en relación a otra. El poder de compra de una divisa es la cantidad de bienes que pueden ser comprados con una unidad de esa divisa.

Pero ¿qué niveles de tipo de cambio nos acercarán a un escenario de intervención cambiaria? De acuerdo a un informe de BBVA, la preocupación de las autoridades debería hacerse evidente con el tipo de cambio nominal en torno a $600 y se haría insoslayable una intervención con un nivel de paridad frente al dólar llegando a $580 durante este verano. "En ese escenario veríamos en primer lugar una mención explícita a la apreciación del peso en el comunicado de la Reunión de Política Monetaria del 31 de enero. Luego de ello tendríamos recortes adicionales en la tasa de interés, intervenciones verbales de las autoridades económicas y eventualmente una intervención cuantitativa de magnitud no inferior a la última realizada en 2011". Esto quiere decir que de actuar, el Banco Central comprará dólares por un monto igual a US$12.000 millones.

[ze_adv position="adv_300x250-A" ]

De acuerdo al economista de BBVA, Waldo Rivera, "el tipo de cambio real ha retomado su tendencia a la baja, manteniéndose bajo promedios históricos, lo que debería reflejarse con mayor claridad en el dato para de enero". En este contexto, el experto indicó que al comparar el nivel actual del tipo de cambio real, el peso chileno queda entre las monedas más apreciadas del mundo.

Esta situación no dejó indiferentes a las autoridades de Gobierno ni tampoco a los privados. Desde el Ejecutivo, el ministro de Economía, Jorge Rodríguez Grossi, subrayó que si bien actualmente existen mecanismos para mitigar estas bajas, se debe analizar en el ámbito público y en el privado "cómo usamos las herramientas que eviten que el dólar sea tan volátil o que tenga un rango de volatilidad, pero que no se escape hacia los lados ni hacia arriba ni hacia abajo. Ese es un tema de desarrollo que debiera ocupar la atención del Banco Central, del Ministerio de Hacienda y obviamente del equipo económico del nuevo gobierno". Mientras, el presidente de la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta), Luis Schmidt dijo que "nosotros queremos hablar con las autoridades económicas, porque Chile es un país exportador y evidentemente que con estas enormes caídas en el tipo de cambio y si no tenemos algunas políticas para enfrentar esta situación, se puede crear un desincentivo al sector frutícola que representa prácticamente el 40% de las exportaciones agrícolas del país".

[ze_adv position="adv_300x250-B" ]

Efecto inflacionario

Si bien uno de los efectos que tiene la depreciación del dólar es la competitividad del sector exportador no cobre también tiene implicancias en la inflación que hoy se ubica levemente por debajo del rango de tolerancia del BC de 2% y 4%. Según BBVA, con una inflación en 1,9% sumado a un débil anclaje inflacionario y lento cierre de brechas, "podríamos ver una mayor proactividad de la autoridad, reconociendo la necesidad de mayor estímulo monetario". Por ello, el reporte subrayó que el ente rector no puede "seguir entregando el mensaje de preocupación respecto a riesgos de corto plazo sin actuar, porque eso no parece sostenible, toda vez que el escenario de inflación se ha ajustado sucesivamente a la baja, con nuevas sorpresas cambiarias y un nuevo retraso de la convergencia inflacionaria".

[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]

En este punto, el informe puntualizó que "si el dólar se mantiene en estos niveles y considerando el traspaso habitual del tipo de cambio a inflación local podría quedarse gran parte del año en la parte baja del rango de tolerancia".

Para Rivera, "esperar que la demanda interna genere suficiente inflación es una apuesta de mediano y largo plazo que no debería supeditar el accionar de la autoridad monetaria frente a presiones desinflacionarias de corto plazo que provienen de la apreciación del peso, más allá de que sean transitorias, pues se dan en un contexto de baja inflación total y amplias holguras de capacidad". Bajo este escenario, para BBVA la ruta de la intervención cambiaria sería las siguientes: primero se incrementarían las voces por un recorte en la TPM ante registros inflacionarios bajo lo esperado desde enero 2018; seguiría con el BC recortando la TPM justificado en los riesgos de lograr la convergencia inflacionaria; luego avanzaría con intervenciones verbales de las autoridades económicas para finalizar con la compra de dólares".

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.