En junio de 1982, en una icónica imagen, un pequeño Austin Mini caía a la ribera del Mapocho, ante la inesperada crecida del río debido a un un intenso temporal, que generó calles inundadas y ríos absolutamente desbordados. Con 123,7 mm acumulados durante cinco días de precipitaciones, el evento meteorológico quedó en la memoria colectiva de todos los chilenos. Es uno de los grandes temporales de los que se tiene recuerdo, ya que además se extendió entre la Región de Coquimbo y el Maule, llegando a una magnitud 10 en la escala de Beaufort.

Tras lo sucedido ayer, con 29 mm de agua caída en la capital según los registros de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), ¿qué tan lejos estaremos durante el invierno de vivir nuevamente un episodio así? ¿Lo ocurrido ayer podría ser un presagio?

En 1982 cayeron más de 120 mm de agua en Santiago durante cinco días. Crédito: Centro de Documentación e Informaciones – CDI

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que a pesar de los casi 30 mm de lluvia en Santiago, “las precipitaciones fueron mucho más abundantes en la cordillera, donde se registró una acumulación de nieve desde los dos mil metros de altura hacia arriba (desde la Parva aproximadamente). Para la Región Metropolitana, se trata del mes de abril más lluvioso desde 2016″.

Desde 2011, año que curiosamente también estuvo marcado por el Fenómeno de La Niña, “que la zona centro y centro-sur (desde el sur de la Cuarta Región hasta la Región de los Lagos) no llegaba a mayo sin déficit de lluvias. Si bien la zona central no comenzó en 2021 con déficit (debido a las anormales precipitaciones de fines de enero), la zona sur sí presentó déficit récords el primer trimestre del mismo año”, explica Cordero.

Así quedaron varios puntos de la capital tras lo ocurrido hace cuatro décadas. Crédito: Centro de Documentación e Informaciones – CDI

Lo ocurrido en 1982 fue trágico. En aquella ocasión, se produjo el desborde del Río Mapocho, el mayor curso de agua de Santiago, de 110 km de extensión, causó estragos en la capital y principalmente en Vitacura, dejando 30.000 toneladas de barro en las calles y casas aledañas. Además, registró aluviones en los faldeos de la cordillera, afectando a Peñalolén, La Florida y Macul.

A pesar de los sucedido ayer, Cordero ve poco probable que se repita algo de la envergadura de lo registrado en 1982. “Todo es posible, pero es poco probable que sea este año. En 1982 estaba el Fenómeno de El Niño (que trae más lluvias en la zona central); este año está el Fenómeno de La Niña”.

El río se ha desbordado en reiteradas ocasiones. La imagen corresponde a 2005. Crédito: Reuters.

Cifras de Onemi registraron seis millones de personas afectadas hace cuatro décadas, 15.272 damnificados, 10.137 albergadas, 15 muertos y 800 heridos. Además, 2.605 propiedades resultaron dañadas, 965 destruidas, 15 caminos con cortes y 13 puentes con daños.

El climatólogo de la Usach establece que aunque ha sido un inicio de año alentador, “no hay que ilusionarse demasiado, pues el pronóstico de la DMC indica que vamos a tener un otoño/invierno con precipitaciones bajo lo normal. Esto se debe en buena medida, no solo al cambio climático, sino a la influencia de La Niña. El enfriamiento en la temperatura superficial del Pacífico tropical, no favorece las precipitaciones en la zona central. Aunque si bien no se puede descartar que el invierno sea lluvioso, por ahora ese parece ser el escenario menos probable”.

Si bien la jornada de 1982 es la más icónica, el Mapocho se ha desbordado en otras ocasiones, muchas de ellas más recientes. Ocurrió en 2005 y en 2017 por ejemplo, cuando el caudal del río ingresó a Providencia debido a unos trabajos que se realizaban por la autopista. La causa fue diferente, pero el resultado similar, el agua ingresó a las calles y propiedades aledañas. Ver video a continuación.

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