La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) dio a conocer el pronóstico estacional para septiembre, octubre y noviembre, período conocido como la primavera meteorológica. Lamentablemente, y como ya es costumbre en el último tiempo, las estimaciones no son alentadoras.
Se espera una primavera con déficit de precipitaciones cercanos a 70% en la zona central, situación similar en el norte de Chile, donde la cifra ascendería a 80%. En el sur es un poco mejor, lo que no significa que sea buena, con un déficit de 40%. En el centro del país, la DMC estima menos de 24 mm en Santiago, menos de 12 mm en Valparaíso, menos de 35 mm en Rancagua y menos de 43 mm en Curicó. Todas cifras muy por debajo de lo normal para la fecha.
El pronóstico para el trimestre de primavera muestra una continuación de la condición de déficit que se ha observado durante el año. El pronóstico para todas las estaciones indica una mayor probabilidad de una condición bajo lo normal, establece el informe.
Arnaldo Zúñiga, meteorólogo de la DMC, señala que el fenómeno está asociado directamente al anticiclón del Pacífico, “que dependiendo de su posición y actividad, genera una implicancia en el régimen de lluvias. Si no se mueve hacia el norte, como lo hace regularmente en invierno y se mantiene estabilizado como en el verano, no deja que los sistemas frontales lleguen a la zona central”.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, explica que los factores que condicionaron el árido invierno meteorológico, el más cálido jamás registrado en Santiago y que acaba de terminar, no han cambiado, “por lo que continúan presionando a la baja las precipitaciones en Chile”.
Ahora se está investigando que la actividad del anticiclón, esté relacionada con lo que se denomina mancha cálida, “que es un sector del mar hacia el suroeste de Nueva Zelanda, donde la superficie se encuentra más cálida de lo que es habitualmente. Eso, que está a miles de kilómetros de Chile, podría estar influenciando en el anticiclón, y lo deja semipermanente en las costas de nuestro país”, dice Zúñiga.
No hay razones para pensar que las condiciones secas y cálidas registradas en el invierno meteorológico, cambien durante la primavera meteorológica, “esta estación en Santiago no es particularmente lluviosa, hasta la primera década de este siglo típicamente se registrarán alrededor de 45 mm de precipitaciones en Santiago”, añade Cordero.
Con respecto a las temperaturas máximas, desde Santiago a Temuco, serán sobre lo normal. Es decir, más de 23°C en la Región Metropolitana, y más de 17°C en la Araucanía . Mientras que las mínimas, se pronostican normales o bajo lo normal en la capital (menos de 8°C en Santiago). En el sur del país se estima un promedio menor a 5,6°C.
En general, los días despejados en invierno y primavera se asocian a tardes cálidas y mañanas relativamente frías. “La razón es que la falta de nubes que caracterizan los inviernos y primaveras secos permite que la radiación solar caliente el suelo durante el día y que el suelo ceda energía y se enfríe durante la noche. Por esta razón, las temporadas secas registrados en la zona central son paralelamente temporadas de tardes cálidas (temperaturas máximas relativamente altas) y de mañanas frías (temperaturas mínimas relativamente bajas)”, señala Cordero.
A pesar de las cifras pronosticadas para el próximo trimestre, este fin de semana la zona central registraría precipitaciones, para este sábado (mañana) se estiman entre 15 y 25 mm de agua caída en la Región Metropolitana. Misma situación para el domingo, e incluso la mañana del lunes.
Zúñiga confirma que a partir de mañana sábado podría llover. “Esperemos que el sistema frontal que está afectando al sur de Chile, arribe a Santiago durante la tarde y noche, además de la madrugada del domingo. En la madrugada del lunes podría llegar un segundo frente. Esto implica que posterior al paso de éstos, disminuyan las temperaturas, por lo que desde el martes esperamos incluso mínimas de 0°C”, establece el meteorólogo.
Las perspectivas no son particularmente buenas. Aunque la temperatura de la superficie del Pacífico tropical se mantienen en rangos considerados normales, está bajando. “La probabilidad de que ese enfriamiento en el Pacífico tropical se intensifique y que vuelva el Fenómeno de La Niña antes de fin de año, aumentó recientemente a rangos de entre 70% y 80%”, añade Cordero.
Zúñiga señala que la radiación del Sol implica mayor concentración de rayos solares y aumento en las temperaturas, “por eso se producen noches con bajas temperaturas y tardes calurosas, lo que incrementa la diferencia entre la mínima y la máxima, conocida como amplitud térmica”.
Considerando su efecto sobre las precipitaciones, “la probable vuelta de La Niña haría muy difícil que este sea el año final de la larga e intensa sequía que afecta a la zona central. Las temperaturas relativamente frías del Pacífico tropical no favorecen las precipitaciones en Chile, México, y algunas zonas de Brasil. En todos estas regiones se registran actualmente intensas sequías”, agrega el climatólogo.
Y eso no es todo, ya que también podrían presentarse dos condiciones climáticas más: vientos y marejadas. Los primeros, alcanzarían hasta 60 km/h y las segundas se registrarían entre Arica y Aysén.