¿A qué hora comienzan las lluvias este miércoles en Santiago?

Luego de un agosto lluvioso en Santiago y la zona central, septiembre, tal como se había predicho, también podría comenzar con precipitaciones. De hecho, aunque menos de lo previsto, el mes comenzó con algunos chubascos, y posiblemente anote un nuevo evento de agua caída, durante el transcurso de esta semana.

Según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), Santiago registraría lluvias el miércoles y jueves, El portal especializado Meteored por su parte señala que hoy también podría haber lluvias, las que se sumarían a las del miércoles, jueves e incluso el sábado. Mientras que algunos portales internacionales como The Weather Channel y AccuWeather, establecen precipitaciones durante prácticamente toda la semana.

El próximo frente de mal tiempo sería más fuerte y con más precipitaciones que el anterior (de hecho, según la DMC no alcanzó para establecerlo como “lluvia”). Sumaría hasta 30 mm, con mayor fuerza el miércoles, aunque algunos pronósticos más conservadores indican 13 mm o 15 mm.

Con respecto a la hora, sería con mayor cantidad a partir de mediodía del tercer día de la semana. Puntualmente, en la madrugada ya caerían algunas precipitaciones (40% de probabilidades), luego en la mañana la probabilidad sube a 90%, situación que se mantiene durante gran parte de la jornada. Recién a las 23 horas baja a 70%. El jueves en la madrugada los chubascos se diluyen.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, explica que lo “normal” en Santiago en septiembre es que caigan alrededor de 22 mm. “Sin embargo, han existido ocasiones en que las precipitaciones han estado muy por encima de valores típicos”.

“La mayoría de las precipitaciones de septiembre caen en la primara mitad del mes. La probabilidad de lluvias en las primeras semanas son más de un 50% mayores que la probabilidad de lluvias en las últimas semanas”, añade.

A pesar de que las precipitaciones en Santiago, y en toda la zona central, han caído en la última década como consecuencia del cambio climático, “la caída es en septiembre mucho menos aguda que la registrada en los meses de junio-agosto”, explica Cordero.

Los “septiembres” marcados por el fenómeno de El Niño has sido en general, relativamente lluviosos en Santiago: así fue en 1997 y 2009 por ejemplo, indica Cordero. “Aunque las lluvias no fueron torrenciales, 2017 también superó el promedio histórico en Santiago en septiembre, es decir, la última vez antes de 2023 que se registró El Niño costero, frente a las costas de Perú y Ecuador”.

En general, “El Niño favorece que las primaveras no sean secas en la zona central en Chile”, considera el climatólogo.

Sin embargo, “la última vez que se registraron precipitaciones relevantes en una primara semana de septiembre fue en 2015, cuando cayeron 16 mm en la capital. Justamente, 2015 fue el año del Niño Godzilla”, señala.

-1979: 42,9 mm

-2009: 47,4 mm

-1972: 49,4 mm

-1991: 52,5 mm

-1980: 61,8} mm

-1997: 85,5 mm

-1999: 100,1 mm

-1963: 108 mm

-1953: 112,7 mm

-2000: 116,5 mm

Fernando Santibáñez, bioclimatólogo y académico de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la Universidad San Sebastián, anticipaba el viernes que dos sistemas frontales se dirigían hacia la zona central con posibilidades de precipitar. Si bien el primero apenas registró leves chubascos, indicaba que el segundo lo haría a partir del miércoles (pronóstico que sigue vigente).

Santibáñez señalaba que “el segundo frente dejaría precipitaciones más intensas que el primero, pudiendo crear un nivel de riesgo por bajada de quebradas cordilleranas, especialmente entre las regiones de Ñuble y O´Higgins”.

“Las temperaturas mínimas se refrescarán bastante, sin llegar a crear riesgo, durante la madrugada del jueves, luego de la pasada del segundo frente. El gráfico (a continuación) muestra la carga de agua con que se aproximará el frente, solo una fracción (aproximadamente un 50%) se descarga efectivamente. Consecuentemente, cada lluvia dejará entre 10 y 20 mm”, añade el bioclimatólogo.

Si bien durante 2023 ya se han registrado importantes eventos de precipitaciones. El último “gran” evento de magnitud fue hace siete años. En abril de 2016, la estación Quinta Normal de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), registró una inédita seguidilla de siete días de precipitaciones. La racha comenzó el 13 de abril, cuando se anotaron 0,3 mm y culminó el 19 de abril.

Año-Mes-Día-Agua caída

2016-4-13-0,3 mm

2016-4-14-4,2 mm

2016-4-15- 3,9 mm

2016-4-16-50,0 mm

2016-4-17-28,3 mm

2016-4-18-4,4 mm

2016-4-19-0,1 mm

Fue la última vez que Santiago encadenó una semana completa de precipitaciones. Sin embargo, algunos pronósticos climáticos apuntan a que la capital podría vivir a partir de esta semana otra racha se siete días consecutivos de lluvias.

Cordero señala que en general, ha habido un extraordinario avance en la exactitud y precisión de las proyecciones meteorológicas. “Sin embargo, estas aún presentan un gran grado de incertidumbre. Las proyecciones a dos días son muy certeras, pero la incertidumbre aumenta con los días de anticipación. Por lo tanto, proyectar hoy lo que va a suceder con tanta anticipación es aún prematuro”.

Este último explica que a pesar de lo anticipado de este pronóstico, “de cualquier manera, no sería extraño que esta no sea una primavera seca. Este es un año marcado por el niño y el niño favorece precipitaciones en la zona central de Chile”.

Si de aquí al fin del invierno Santiago logra superar los 16 mm de agua caída, el invierno de 2023 se transformará en el más lluvioso de los últimos 17 años y en uno de los cinco más lluviosos en lo que va del siglo.

La proyección es que las precipitaciones continúen en los próximos meses, anticipándose una primavera lluviosa debido al fenómeno de El Niño. Cordero señala que el pronóstico estacional prevé una primavera con precipitaciones cercano a su por encima de valores típicos. “No tendremos una primavera seca”, anticipa.