“Listos para el debate! En esta casa hasta la mascota vota @gabrielboric”. Así tuiteó Aisén Etcheverry en su cuenta en diciembre de 2021, cuando entonces Gabriel Boric y José Antonio Kast se disputaban la presidencia del país.
Un año y tres meses después, ahora es la nueva ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile del ya presidente Boric, cartera que está pronta a cumplir cinco años de existencia.
Abogada de la Universidad de Chile y Master of Law en la Universidad de San Francisco, ha oficiado en casi todo el espectro político. En 2010, bajo el gobierno de Sebastián Piñera trabajó en el Ministerio de Educación; en 2012 fue asesora del Ministerio de Economía, para luego, en el segundo gobierno de Piñera, llegar al Comité de Transformación Digital de Corfo, donde fue directora ejecutiva. También fue la última directora nacional de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) antes de su desaparición y fue la primera directora del organismo sucesor, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid). En el actual gobierno ha estado en la Segpres desde marzo 2022 Boric y en el Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo (CTCI), desde donde arribó al Ministerio.
-Trabajó con el expresidente Sebastián Piñera y el exministro Andrés Couve. ¿Significa un cambio muy grande trabajar ahora con Gabriel Boric?
Es un rol muy distinto, por el cargo. El Estado se construye de profesionales de carrera y de experiencia técnica, y se complementa con cargos que son políticos y en ese complemento está el éxito de los gobiernos.
-Usted es cercana a Revolución Democrática, pero no milita, ¿podría cambiar esto ahora que es ministra?
Efectivamente no soy militante. Creo que la militancia es una actividad muy importante para el fortalecimiento de la democracia y creo que el rol de los partidos políticos en fortalecer la democracia es fundamental. También creo que es un proceso personal que va en paralelo al cargo y en la medida en que uno tenga la convicción absoluta de que puede aportar y que se puede comprometer con algunos de los partidos políticos, se puede hacer. No influye que sea ministra, es una reflexión permanente. Lo pienso siempre, no lo he hecho porque es un proceso reflexivo.
-Es la tercera titular de la cartera en el actual Gobierno. ¿No teme que su período duré apenas unos meses como sus antecesores? ¿Es un desafío mayor?
Es un desafío mayor, es una oportunidad, es una realidad con la que me tocó asumir. Lo miro desde lo positivo, este es un ministerio joven, y por lo tanto, como los niños, aprendemos primero a gatear, después a caminar, después nos volvemos a adolescentes y finalmente somos adultos. Las instituciones pasan por procesos similares. Reconozco en todos los ministros anteriores la marca que ellos dejaron en la puerta y que hicieron en este ministerio. Hoy día era el momento de capacidades distintas. Yo soy muy distinta a ellos, ni mejor ni peor, soy diferente.
-¿Imagina un período más extenso que sus antecesores?
Yo voy a estar comprometida con este cargo cada segundo, y hasta el minuto en que el Presidente considere que tenga que cumplirlo. En el segundo año de Gobierno, que está muy marcado por la gestión, como lo encomendó el presidente Boric, las características de mi trayectoria profesional calzan con ese mandato, así lo entiendo yo.
Mundo científico
-En materia científica, ¿qué ha hecho este gobierno distinto al anterior?
El potencial que tiene la ciencia y la tecnología está muy presente en el programa de Gobierno. Cuando este programa propone un nuevo modelo de desarrollo, que se refiere no solo al desarrollo productivo, sino que a un desarrollo con ciertas características particulares, que es inclusivo, que es respetuoso con el medioambiente, la forma en cómo llega eso, es a través de la tecnología. Hay un convencimiento de que la ciencia y la tecnología son esenciales y protagonistas.
Cuando miramos este primer año de Gobierno, vemos que hay iniciativas muy innovadoras que se están impulsando, y que dan cuenta de esta diversidad de miradas. Si miramos a nivel de instrumentos súper concretos, está el programa de Desarrollo Sostenible, que es un programa presupuestario que se creó en la Ley de Presupuesto este año, esa es una iniciativa y una forma de administrar las herramientas del Estado, que pone en un mismo paquete la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación con los temas medioambientales, con el desarrollo productivo.
-Usted es la primera ministra de Ciencia que no es científica. ¿No siente cierto rechazo de los investigadores por no venir de este mundo?
Tengo una formación particular y una trayectoria dentro del sector público, que me ha llevado a ver temas como patentes en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), de transformación digital en la Corfo. Por lo tanto, quizás no soy una científica, pero sí una experta en políticas públicas en materia de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, que es una herramienta muy útil en un ministerio como este o en cualquier ministerio. Este es un ministerio que está a cargo de este ámbito, pero aquí no hacemos ciencia, lo que hacemos son políticas públicas. Lo que no significa que estemos ajenos a ese mundo.
-¿Pero ha notado alguna reticencia o rechazo de la comunidad científica por no provenir de la ciencia?
Es una comunidad a la que conozco hace muchos años, muchos de ellos son integrantes de la comunidad científica, con los rectores de las universidades, vicerrectores de investigación, directores de centros, sociedades científicas y asociaciones del mundo científico. Hemos construido una relación durante años. Si bien no hemos tenido acuerdo en todos los procesos, hemos construido una relación de trabajo que se basa en la honestidad y la transparencia, y espero siga siendo así.
Creo que la trayectoria que tengo me pone en un lugar y me entrega ciertas herramientas que son muy útiles para el nivel de madurez de este ministerio. Los ministerios hacemos políticas públicas y las políticas públicas se reflejan, por ejemplo, en regulación y hoy día nuestro país en el ámbito de la ciencia, la tecnología, conocimiento y la innovación, tiene grandes desafíos de llenar vacíos de regulaciones y de actualizarlas.
Presupuesto
-Hoy el presupuesto de ciencia alcanza el 0,36% del PIB. ¿Será este el primer gobierno en superar el 1%?
Existe un compromiso del presidente Gabriel Boric de avanzar hacia un presupuesto en desarrollo e investigación que alcance el 1% del PIB. Alcanzar esta meta ha sido un deseo y una añoranza de la comunidad científica por muchos años. Nosotros tomamos este deseo y compromiso con mucha responsabilidad, no se puede pasar de lo que tenemos ahora a 1% de un día para otro, requiere fortalecer el sistema, pensar muy bien cuáles son los espacios donde se hace la inversión, y supone un crecimiento que es progresivo en los años. Es parte del trabajo en el que ya está enfocado el Ministerio. Dicho eso, los recursos provienen de una reforma tributaria, la que está en análisis, liderada por el ministro Marcel.
Nacida en Paris, criada en Chile
-¿Cómo se enteró y cuándo supo que sería la nueva ministra de Ciencia? ¿A quién fue la primera persona que llamó para contarle que era la nueva ministra de ciencia?
Estaba en mi casa. Una vez que recibí el llamado dando cuenta que sería la nueva ministra de Ciencia y Tecnología, a la primera persona que llamé, fue a mi marido.
-Se llama Aisén, ¿pero dónde nació? ¿Qué recuerda de su infancia?
Nací en Paris, Francia, pero viví muy pocos años, por lo que no tengo recuerdos cercanos. Mi infancia la pasé en Chile, con muchos paseos en camping, a la playa, muchos amigos de colegio y harta conexión con la naturaleza. Vivía en Santiago (estudió en la Alianza Francesa), iba al norte y al sur.
-Estudió en la Universidad de Chile a fines de los 90 y principios de los 2000, ¿cómo era Aisén Etcheverry estudiante? ¿Iba a protestas, tocaba guitarra en el cerro?
En la etapa universitaria, me tocó un período en la universidad, que fue anterior al movimiento estudiantil. Eran tiempos bastante calmados. Era bien matea, era la que iba siempre a clases, me sentaba adelante, no tenía promedio 7, pero me iba bastante bien. Le dedicaba harto tiempo a los estudios, así que no era de guitarra en el cerro. Era más bien de libros en la biblioteca.