Alemania multará con más de dos millones de pesos a quiénes no vacunen a sus hijos: ¿qué dice la ley en Chile?
La medida busca paliar el aumento de casos de sarampión, una medida que ya han tomado otros países. Médicos y el Ministerio de Salud explican cómo opera le ley en el país.
La semana pasada, Alemania aprobó una ley que establece que todos los niños que asistan al colegio o al jardín deben estar vacunados contra el sarampión. Si no son capaces de comprobar la inoculación, los padres deberán pagar una multa de hasta 2.500 euros (más de dos millones de pesos).
Este no es el primer país que determina la obligatoriedad de las vacunas para ciertos grupos de edad e impone multas, con anterioridad lo han hecho Australia, Francia y algunos estados de Estados Unidos ante el importante aumento que han tenido de casos como sarampión, una enfermedad que se puede prevenir mediante vacuna.
En Chile, desde 1978 existe el Plan Nacional de Inmunización (PNI), un programa que contiene todas las vacunas que están disponibles para la población y que incluye vacunas para recién nacidos, lactantes, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores.
Todas las vacunas incluidas en el PNI y aquellas que son parte de campañas específicas son obligatorias según el artículo 32 del Código Sanitario, incluso, la autoridad de salud podría llegar a la justicia para obligar que una persona vacune a sus hijos.
¿Qué dice el Código Sanitario? En el artículo 32 señala que el Servicio Nacional de Salud tendrá a su cargo la vacunación de los habitantes contra las enfermedades transmisibles y que el Presidente de la República podrá declarar obligatoria la vacunación de la población contra las enfermedades transmisibles para las que existen procedimientos eficaces de inmunización.
La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, explica que "en Chile, por ley, todas las vacunas que están dentro del calendario del plan nacional de vacunación son obligatorias y los padres están obligados a vacunar a sus niños".
Sin embargo, considerando el alto porcentaje de vacunación que existe en el país (cercano al 95% en términos generales), en caso que los padres no quieran vacunar a sus hijos se recurre a la consejería y educación.
"Lo que se hace frente a esta negativa, el funcionario de salud le explica la importancia de la vacuna para prevenir la enfermedad en su hijo y en el resto de la población. Si a pesar de eso persiste el rechazo, tiene que recibir una consejería formal, por un enfermero o un encargado del programa nacional de inmunización", señala Daza.
Si la negativa persiste, entonces se le pide firmar un documento que se llama "rechazo informado" en el que se hace responsable de lo que implica no vacunar a sus hijos (riesgo de mortalidad frente alguna de las enfermedades que previenen las vacunas). Este documento queda en la ficha clínica de ese paciente.
Recurso de protección
En caso que el médico tratante considere que el no vacunar a ese menor tiene un riesgo importante para la salud de ese niño o de las personas que están alrededor, el médico puede presentar un recurso de protección.
La subsecretaria de Salud Pública reconoce que muy pocas veces se ha llegado a esa instancia. "Es una medida de última definición", reconoce Daza.
Aunque aislados, ha habido casos en los se ha requerido del apoyo de Carabineros para que ubiquen a personas y acompañen al personal de salud para que reciban tratamiento, como hace algunos años ocurrió en el norte del país con una persona que no quería continuar su tratamiento contra la tuberculosis. "Se trata de enfermedades que son altamente transmisibles y que son graves. La tuberculosis es un caso típico, porque es una enfermedad muy transmisible, que puede ser grave y mortal", indica Daza.
En los casos que se ha judicializado la obligación de vacunar, los padres del menor apelan a la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes 20.584, que plantea que es un derecho del paciente el rechazar el tratamiento. Sin embargo, ese derecho se opone en ciertos casos a la salud pública y al bienestar de toda la sociedad. El artículo 16 de esa misma ley, indica que la posibilidad de rechazo no rige para los casos en los que la falta de aplicación de los procedimientos, tratamiento o intervenciones suponga un riesgo para la salud pública.
Multas no sirven
A juicio del pediatra Humberto Soriano, presidente de la Asociación Médica para la Prevención y past president de la Sociedad Chilena de Pediatría, las multas no sirven.
"Los médicos apoyamos las medidas que previenen. Las vacunas fueron la gran revolución del siglo XX y es comprensible que cuando los alemanes, ingleses, norteamericanos sufren epidemias que dañan y matan a los niños quieren hacer algo para corregir la situación", pero lo mejor es la educación para que la población entienda y aprenda de la importancia de las vacunas.
"Sí es razonable que en los colegios, por ejemplo, la comunidad se ponga de acuerdo y exija que quien ingrese no sea fuente de infección mortal para el resto de los niños. En muchos colegios, no se permite que no entren niños que no están vacunados. Ese es un enfoque de educación y protección hacia el resto", dice Soriano.
Los juicios que se hacen contra padres que no vacunan y las multas que se cobran en otros países, señala el pediatra, no funcionan. "Es el diálogo, entendimiento y conocimiento" los que protegen de enfermedades graves. Las multas son buenas para no pasarse una luz roja o no conducir habiendo consumido marihuana, pero en el caso de las vacunas lo que más funcionan es la educación", insiste Soriano.
Manuel José Irarrázaval, director del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián, en la práctica es difícil obligar a las personas a que hagan caso a la autoridad, se pueden tomar otras medidas, establecer que quienes no vacunen tengan un menor aporte en los subsidios estatales, pero entramos en un camino antipático que no tendrá mucha aceptación social, distinto sería si el porcentaje de cobertura baja y comienzan aumentar los casos y las muertes como por ejemplo ha ocurrido con el sarampión en Europa y Estados Unidos.
Sarampión
A la fecha, en Chile solo se han registrado casos importados de sarampión. Este año, van 10 casos, seis de ellos corresponden a personas que llegaron desde el extranjero y otros cuatro, asociados a estos seis importados.
Lo que estamos viviendo hoy, dice la subsecretaria Daza, no justifica que se tomen medidas más extraordinarias. Este año, se realizará una vacunación extraordinaria para los niños de 1 a 6 años para poder mantener la tasa de vacunación contra sarampión sobre el 95% de cobertura. "Se sabe que la en la primera dosis hay cerca de 5% de niños que no se vacunó o que la vacuna no le tomó bien", es por esta razón que cada cinco años, se hacen campañas de reforzamiento de la vacuna.
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