Luego de un año marcado por una serie de récords de precipitaciones, lo que incluso provocó estadísticamente el término de la megasequía, tal como habían predicho los modelos climáticos para este verano, diciembre ha comenzado con elevadas temperaturas.
Y la racha continuará. Desde este jueves y hasta el próximo martes, los termómetros registrarán jornadas con hasta 35°C o 36°C.
Se trata de la primera racha de calor del verano meteorológico que acaba de comenzar o de los últimos días de la primavera astronómica, la que llega a su fin el próximo 20 de diciembre.
Alarmante proyección climática de la Dirección Meteorológica para Chile este verano
Las altas temperaturas coinciden con la proyección climática que realizó y presentó hoy la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) para los meses de enero, febrero y marzo en todo el país.
De acuerdo al organismo, las temperaturas para todo el verano estarán sobre lo normal, anticipándose un verano muy caluroso para todo el país.
El pronóstico de precipitaciones para este verano indica:
-Condiciones de lluvias bajo lo normal dominando desde el tramo sur de la región del Maule hasta la región de Magallanes.
-El altiplano y hasta la cordillera de la Región Antofagasta se esperan precipitaciones bajo lo normal.
El pronóstico de temperaturas señala:
-Se esperan temperaturas máximas más altas de lo normal desde la Región de Arica y Parinacota, hasta la Región de Los Ríos. Las regiones de Aysén y Magallanes con una condición de alta incertidumbre.
-Se visualizan temperaturas mínimas con una tendencia a más altas de lo normal desde la Región de Arica y Parinacota hasta la Región de Aysén. La Región de Magallanes con una condición de alta incertidumbre.
El informe de la DMC concluye que si bien, este año gran parte de la zona centro del país termina con condiciones de superávit de precipitación o más lluvia de lo normal, no podemos asegurar que la sequía, que ha estado presente desde el año 2009 aproximadamente, haya terminado.
“Este año, podría ser un paréntesis dentro de este gran periodo seco y se necesitarán de otros como este, para poder afirmar que la sequía ha terminado”, señala Catalina Cortés, meteoróloga, jefa de la Oficina Servicios Climáticos de la DMC, quien presentó el documento.
Alarmante proyección climática: último verano con condiciones de El Niño
El Niño, que se asocia a un calentamiento anómalo sobre el océano Pacífico ecuatorial y a una respuesta atmosférica a este calentamiento, provoca en nuestro país, una condición más lluviosa entre los meses de mayo a noviembre aproximadamente entre la región de Coquimbo y Los Lagos, añade el informe.
Por otra parte, “el actual fenómeno de El Niño, que se espera continúe hasta el otoño del próximo 2024 (87% probabilidad), tornaría más cálido el verano que se acerca y muy probablemente también el próximo otoño”, indica Cortés.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que la persistencia de El Niño, sumado al empuje del calentamiento global, hacen prever que el verano próximo sea uno de los más cálidos jamás registrados en Chile. “Las altas temperaturas podrían favorecer la propagación de incendios forestales. Se espera por lo tanto, una temporada de incendios, particularmente activa en la zona central y centro-sur”.
El último verano bajo condiciones de El Niño intenso fue el verano del 2016. Este, se caracterizó, al igual que los veranos a continuación, por el registro de temperatura récord que alcanzaron los 42,2°C en Los Ángeles durante el mes de enero de ese año, mientras que, Santiago registró 37,6°C en el mes de diciembre.
Alarmante proyección climática: altas temperaturas
Cordero señala que una de las consecuencias del fenómeno de El Niño es que favorece las altas temperaturas. “La coincidencia del calentamiento global y El Niño harán de este verano, muy probablemente, uno de los más cálidos jamás registrado en la zona centro y norte de Chile”.
“Se espera que debido a la persistencia de El Niño, el próximo verano sea muy caluroso. Considerando la influencia que las altas temperaturas tienen en la propagación de incendios forestales, se espera una temporada de incendios también activa en la zona central”, añade Cordero.
En Santiago, en lo que va corrido del año, llevamos nueve olas de calor. “El récord absoluto de olas de calor por año fue establecido en 2020, con 10 olas de calor. Veremos si las temperaturas altas que se esperan para los próximos días, hacen que este 2023 empate o supere el récord previo de 2020. Considerando la fecha, para que esto suceda tienen que registrarse tres días consecutivos con temperatura superiores a 31°C″, explica.
El climatólogo señala que en general, las altas temperaturas y los valles de la zona central, coinciden con una configuración sinóptica que favorece el viento desde la cordillera. Cuando el aire baja la ladera, se comprime y calienta. Estos vientos cálidos desde la cordillera al mar siempre han provocado altas temperaturas, pero este año, la influencia del calentamiento global y El Niño, podría hacer que provoquen temperaturas récord.
Alarmante proyección climática para este verano en medio de un año atípico
En las últimas temporadas Chile se había acostumbrado a tener un final de primavera calurosa, sin lluvia y con temperaturas de verano. Pero esta primavera ha sido distinta.
Noviembre se convirtió en el más lluvioso de los últimos 13 años con 28,4 mm de agua caída, aunque aún lejos de 2010, que alcanzó 37 mm de lluvia. En 2021, 2020, 2019, 2018, 2017 y 2016 no llovió. El récord histórico absoluto de precipitaciones para noviembre es de 1978 con 82 mm, seguido por 2004 con 59 mm.
Además, fue el séptimo noviembre más lluvioso registrado en la capital en los últimos 70 años y la primavera meteorológica que acaba de finalizar entró en el top 5 de primaveras más lluviosas registradas en la capital desde 1950. Además, es la con más precipitaciones desde el año 2000, es decir, la con más agua caída en 23 años.
Cordero dice que “los últimos seis meses en la zona central (entre la Región de Valparaíso y la Región de Ñuble) han sido los mas lluviosos desde 1997, es decir, en largos 25 años”.
Las precipitaciones del último semestre fueron suficientes para asegurar que, entre la Región de Valparaíso y la Región de Ñuble, el año cierre con un pequeño superávit de precipitaciones por primera vez desde 2008.
En Santiago, el año anota 310,7 mm de agua caída, muy cerca del anterior récord de 2008, cuando la capital registró 350,8 mm de agua caída. “Las precipitaciones de este año por lo tanto, cortan en la zona central la larga racha de más de 14 años de déficit de lluvia, es decir, el período conocido como megasequía”, señala el climatólogo.
“Aunque este 2023 cortó el período 14 años con déficits consecutivos en la zona central, terminando estadísticamente la megasequía, las consecuencias de ésta no han sido superadas, ni lo serán en el corto plazo. Un año de superávit no puede, ni remotamente, compensar los daños provocados por 14 años consecutivos de déficits”, agrega.
Por ejemplo, “aunque en algo se recuperaron los niveles en algunos reservorios y embalses, los niveles están lejos de ser los normales. Lo mismo sucede con los niveles de los acuíferos”, indica Cordero.