La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) publicó su pronóstico climático para el otoño que se aproxima.
El documento, llamado “Perspectivas para el otoño 2021″ no trae buenas noticias, pues predice una tendencia de lluvias bajo lo normal y tardes más cálidas, con máximas más altas de lo normal para los próximos tres meses, en gran medida, por la desaparición del fenómeno de La Niña, previsto para mayo.
El informe señala que la zona central será la más afectada, y a medida que pasan los meses, la relación entre La Niña y el déficit de lluvias se volverá aún más marcado. Esta situación, es aún más probable en invierno y principios de primavera.
Diego Campos, climatólogo de la Dirección Meteorológica de Chile, explica que en términos de precipitaciones, se espera “un otoño por debajo de lo normal. Si esto se cumple, entraríamos al período lluvioso de junio, julio y agosto, bordeando el déficit de nuevo, a pesar de las lluvias de enero”.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que el otoño aún continúa condicionado por La Niña (el enfriamiento anómalo del Pacífico tropical, frente a las costas de Ecuador y Perú). “La Niña no favorece las precipitaciones especialmente en la zona central”.
Partir un otoño seco, no es lo mejor. “Cuando está el fenómeno de La Niña, nosotros sabemos que es muy probable que las cifras sean por debajo de lo normal, tanto en otoño como invierno”, señala Campos.
Probablemente, “La Niña haya contribuido al fresco cierre del verano en la zona central. En Santiago, en febrero las temperaturas máximas promediaron los 27,9C, es decir, ligeramente bajo los 28°C y esto no sucedía desde 2007″, añade Cordero.
La Niña está debilitándose después de haber alcanzado su peak a fines de 2020 y se espera que desaparezca en los próximos meses. Sin embargo, es poco probable que las temperaturas máximas promedio, al menos en la zona central, se acerquen durante el otoño a los récords de 2015 y 2020.
La tendencia de lluvias bajo lo normal para la época, debido a la presencia de La Niña en su etapa final, se presentará desde el sur de la Región de Coquimbo hasta la Región de Los Lagos.
El fenómeno de La Niña, “está en decaimiento, por lo que esperamos que a mediados de otoño el océano Pacífico ecuatorial esté normal, y entremos en la neutralidad, lo que es un dolor de cabeza para nosotros, ya que no está relacionado ni a períodos lluvioso, ni a períodos secos, sino que ambos. Es una incertidumbre muy grande”, argumenta Campos.
Los modelos climáticos de proyección global muestran altas probabilidades de que La Niña continúe hasta el mes de abril. A partir del mes de mayo, la mayor probabilidad es que domine una condición neutral (ausencia de El Niño o La Niña) para todo el periodo invernal, al menos hasta el mes de agosto.
De acuerdo a proyecciones de la la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de EE.UU. (Noaa, su sigla en inglés), “hay un 60% de posibilidades de que La Niña desaparezca antes de junio y la temperatura del Pacifico tropical vuelva a rango normales o neutros. Si ese es el caso, sería una excelente noticia para Chile y en particular para la zona central”, establece Cordero.
Zona central afectada
Por su parte, en Santiago, el trimestre podría acumular menos de 51 mm y en Talca menos 88 mm de precipitacions. En Valparaíso, la situación podría quedar al final de trimestre con un déficit de lluvias importantes, puesto que se espera que las precipitaciones totales no superen los 38 mm.
El climatólogo de la DMC, señala que en la zona central “llueve por el pasos de sistemas, frentes o ríos atmosféricos, que son sistemas que vienen desde el océano y que llegan a esta zona. Estos sistemas tienen un camino típico que nosotros llamamos el cinturón de tormenta, el que se desplaza de norte a sur dependiendo si estamos en verano o no”.
“En verano, este camino está muy al sur, por eso no llueve en la zona central, mientras que en invierno, se desplaza al norte y permite que lleguen varios sistemas de lluvias”, dice Campos.
La Niña no favorece las precipitaciones en la zona central. Si La Niña se mantiene y las condiciones frías del Pacífico tropical persisten más allá de junio, las posibilidades de dejar atrás la sequía que afecta a la zona central disminuirían. “Aproximadamente la mitad de las precipitaciones de la zona central se registran en el trimestre junio-julio-agosto, por lo que sería desafortunado si La Niña persiste más allá del otoño y se extiende hasta el invierno”, añade Cordero.
En la zona sur del país, entre Concepción y Puerto Montt, también tendría una tendencia a condiciones más secas de lo normal, aunque existe la posibilidad de que algunas zonas alcancen la normalidad. Por ejemplo, Temuco registraría menos de 349 mm, lo que significa que podría alcanzar algún grado de normalidad en las precipitaciones, misma situación en Valdivia y Osorno.
Gran parte de la Región de Aysén podría registrar condiciones dentro del rango normal: se pronostican entre 210 y 335 mm de lluvias para Coyhaique, y una condición normal a sobre lo normal en Balmaceda, con precipitación acumulada sobre 125 mm.
Campos cree “que será un otoño más cálido de lo normal”.
En términos de temperatura máxima promedio en Santiago “durante el verano 2020-21 (29,3°C), la temperatura fue superior a la considerada típica en la década de los 80 (29°C)”, explica el climatólogo de la Usach.