Los tiempos han cambiado y los estándares de belleza también, aseguran los expertos. Sin embargo, pese a los avances en la consolidación del amor propio en las mujeres, las cifras siguen demostrando que aún hay un largo camino por recorrer en términos de autoaceptación, sobre todo en la población femenina.

De acuerdo con el último estudio realizado por la ONG La Rebelión del Cuerpo, un 87% de las encuestadas aseguró sentir preocupación por no tener un cuerpo tonificado. Asimismo, un 83% señaló haber evitado realizar actividades por descontento corporal, mientras que un 84% respondió que verse en el espejo las hizo sentir mal con su aspecto físico.

Bajo este contexto, Paola Arancibia, psicóloga de Clínica Dávila, sostiene que los estereotipos de género y la estandarización de la belleza han causado que esta parte de la población sienta angustia, estrés, ansiedad e incluso depresión, sobre todo a las adolescentes, quienes pueden adoptar conductas peligrosas para lograr ser la “mujer perfecta”.

“Esto tiene consecuencias negativas en la salud física y mental, llevándolas en ocasiones a desarrollar algún trastorno de conducta alimentaria como anorexia o bulimia nerviosa, debido a las estrictas y excesivas dietas que se autoimponen”, afirma. No obstante, en los últimos años, especialistas comentan haber percibido cambios en sus consultas médicas, no solo en las preguntas y necesidades de las pacientes, sino también desde el punto de vista de los mismos profesionales.

Imagen referencial. Foto: Andres Perez

La psiquiatra de Clínica Dávila Vespucio, Dra. Eugenia Escorza enfatiza: “La belleza como concepto ha cambiado paulatinamente en ciertos grupos donde hay mayor consciencia de los hábitos saludables y de la importancia en salud mental del autoestima”.

Pese a lo anterior, la especialista puntualiza: “Hay mucho por realizar en la población adolescente. Dentro de las tareas psicológicas de este ciclo vital están la sociabilización, pertenencia a grupos y la individualidad, junto al lóbulo frontal que se encuentra aún en desarrollo. Es ahí donde debemos enfocarnos, en toda la gama de los trastornos como dismorfofobias en general y trastornos de conducta alimentaria, debido a la relación que existe de la obesidad con la ansiedad y la sociedad en que vivimos”.

Preferir la buena alimentación por sobre bajar de peso. Fernanda Larenas, nutricionista de Vidaintegra, sostiene que las mujeres que asisten en búsqueda de un plan nutricional han dejado paulatinamente de priorizar la delgadez desde una mirada estética, poniendo en primer lugar la buena alimentación y la nutrición del organismo. “Creo que esto está pasando porque la mujer se siente más feliz consigo misma, se está aceptando más en todo sentido, lo que la lleva a amarse y a querer tener estos cuidados. Ahora es todo distinto, está más empoderada”, señala.

Envejecer saludablemente

Por su parte, la Dra. Andrea Cortés, dermatóloga de Clínica Santa María, dice que “las mujeres consultan más que los hombres para mejorar su apariencia física, motivadas por una preocupación importante por todo lo que conlleva el envejecimiento de la piel, como manchas y arrugas. Hay mucha información en redes sociales y las mujeres están buscando cómo poder estar al día en lo que puede ayudarles a verse mejor”.

Foto: Getty Images.

Sin embargo, destaca que cada vez es más frecuente que las mujeres tengan manchas en la piel como melasma en el rostro, que se ve potenciado por el tabaco, la exposición solar y los tratamientos hormonales como anticonceptivos. Igualmente pueden presentar más arañas vasculares o várices en piernas por antecedentes familiares, uso de anticonceptivos y embarazos.

Por ello, comenta la especialista, es importante darse cuenta cuando estas marcas no son solo superficiales y pueden estar generando un problema a la salud. “Si hay alguna mancha que es irregular en color o forma, que se presenta de manera aislada, debemos evaluar porque podría ser una lesión maligna”, advierte.

Sentirse bien no depende de la perfección estética

Al respecto, la psicóloga Paola Arancibia sostiene que, pese a que aún queda mucho por lograr en términos de amor propio y autopercepción corporal, este es un camino que debe ser tomado con calma y paciencia.

“Como recomendación, lo primero es la aceptación. Sentirnos bien no depende de una perfección estética, es algo mucho más holístico y va más allá de lo físico. Trabajar nuestra autoestima de manera saludable, mejorar nuestro autoconcepto, hablar positivamente de nuestro físico, comenzar a quererse y aceptarse sin estar pendientes de nuestras imperfecciones. Todo esto nos hará estar más contentas con nosotras mismas”, finaliza.