Argentina autoriza caza de pumas y guanacos en la Patagonia: esto es lo que podría pasar en Chile
La decisión generó gran polémica en ese país, produciendo un debate legal y medioambiental. Expertos analizan las posibles repercusiones en Chile y qué dice la ley sobre la caza en nuestro país.
La Provincia de Santa Cruz, como consigna la reseña de Wikipedia, es una de las 23 provincias de la Argentina. Su capital y ciudad más poblada es Río Gallegos.
Está ubicada al sur de la Patagonia, limitando al oeste con las regiones de Magallanes y de Aysén de nuestro país y entre sus principales ciudades está El Calafate, puerta de entrada a la maravilla natural del Glaciar Perito Moreno, ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares.
De acuerdo a la legislación trasandina, es uno de los 24 estados autogobernados (llamadas jurisdicciones de primer orden que conforman el país), lo que le permite elaborar algunas leyes de manera autónoma.
Argentina autoriza caza de pumas y guanacos en la Patagonia: esto es lo que podría pasar en Chile
Y es una de estas normas la que generó una gran polémica en este país: el Gobierno de Santa Cruz acaba de aprobar la caza deportiva de pumas, guanacos y zorros, sumándose a otras provincias que también lo permiten en Argentina.
Según informa Clarín, la temporada de caza deportiva 2024 en la provincia de Santa Cruz ha sido autorizada por el Consejo Agrario Provincial, mediante la resolución emitida el pasado 27 de marzo. Aquellos que obtengan la licencia correspondiente podrán participar en la actividad desde el 1º de abril hasta el 31 de agosto del presente año.
Se trata de una vieja polémica en ese país: por un lado están los estancieros que se quejan que estos animales cazan a su ganado o se comen el forraje, mientras que por otro lado están los ambientalistas, que acusan de una “masacre ecológica”.
“Sucede todos los años y esta vez se empezó a viralizar. Y no solo se autoriza esta modalidad de caza en Santa Cruz, sino en casi todas las provincias patagónicas. Animales como zorros y guanacos no tienen valor deportivo como trofeo y la caza debe entenderse como parte de una supuesta necesidad de controlar las poblaciones de depredadores y competidores del ganado ovino”, explicó a Clarín el biólogo Sebastián Di Martino, que trabaja restaurando especies en la zona.
Añadió que se trata de una respuesta del Gobierno a una presión histórica. “El problema sin dudas existe, seguramente sobredimensionado, y estas medidas en el fondo desnudan que no hay un plan efectivo para resolverlo”, sostuvo.
Autorizan caza de pumas y guanacos en la Patagonia: repercusiones e impacto en Chile
En nuestro país, la caza y captura de fauna silvestre se encuentra regulada por la Ley de Caza y su Reglamento. Chile, ha suscrito además importantes acuerdos internacionales para la protección de las especies de fauna silvestre amenazada.
Por ejemplo, hay especies que su caza se encuentra totalmente prohibida, bajo cualquier causa, motivo o circunstancia.
La ley, en su artículo 4°, especifica las especies de anfibios, reptiles, aves, mamíferos e invertebrados que no se pueden cazar, destacando, entre otras, el sapo de Atacama, la rana chilena, culebra de cola larga, golondrina de mar, cisne de cuello negro, cóndor, puma, huemul, pudú, guanaco.
Sin embargo, hay otras consideradas como plagas, que sí es posible cazarlas. En el Artículo 6º detalla que existen especies de fauna silvestre perjudiciales o dañinas, las cuales podrán ser cazadas o capturadas en cualquier época del año, en todo el territorio nacional y sin limitación de número de piezas o ejemplares, según corresponda.
Es el caso del sapo africano, cotorra argentina, conejo, liebre, castor, visón, cabra, jabalí y zorro gris, entre otros.
Liliana Ortiz, coordinadora de Estrategia y Ciencia de WWF Chile, señala que un punto esencial, es que muchas especies no reconocen fronteras, ya que tienen ámbitos de hogar muy amplios, especialmente en la Patagonia. “Un ejemplo es el puma, que se ha documentado, a través de collares satelitales, que cruzan hacia Argentina y se les pierde el rastro, al ser cazados”.
“Uno de los argumentos para permitir la caza de especies como el puma (en Argentina) es la depredación sobre ganado doméstico. Sin embargo, hay estudios que indican que al remover individuos adultos se genera un desequilibrio en la estructura social que puede incluso aumentar los eventos de depredación de ganado doméstico, al producirse la colonización por individuos juveniles que son menos hábiles para cazar y lo harían sobre presas más ´disponibles´, lo que podría aumentar las interacciones negativas con los seres humanos”, añade Ortiz.
Cristián Saucedo, director de Vida Silvestre de Rewilding Chile, establece que es una mala señal desde el punto de vista de las políticas públicas hacia la vida silvestre. “Los animales no respetan, ni saben de límites administrativas, es así como pumas, cóndores y otras especies, se desplazan libremente entre ambos países, existiendo un flujo entre éstos”.
Autorizan caza de pumas y guanacos en la Patagonia: vale más vivo que muerto
Por lo tanto, si bien esta norma tiene un carácter provincial, de alguna forma tiene repercusiones e impacto en Chile, “ya que muchas veces se producen desequilibrios sociales, en la densidad del puma por ejemplo en ciertas zonas. Esto no quiere decir que la población de pumas en nuestro país se vaya a extinguir, pero es una práctica que cuarta la dispersión natural de la especie”, añade Saucedo.
Ortiz sostiene que la caza puede tener un efecto negativo en la población. Lo que puede pasar es la recolonización por individuos de otras áreas, incluso de Chile. “Esta es la razón por la que la caza de depredadores no tiene un real efecto en la disminución de la depredación, las medidas de control no letales han probado ser mucho más efectivas en la disminución de los eventos de depredación de ganado”, explica.
Saucedo considera que la práctica de controlar especie a través de la caza, en general no ha mostrado grandes beneficios, ni ha resuelto los problemas que motivan la adopción de este tipo de medidas.
“Son medidas antiguas, que no han demostrado tener efectos reales, incluso agravan el problema. En el caso del puma, si hay caza indiscriminada, la experiencia en el hemisferio norte demuestra que se altera la estructura social, y la densidad incluso aumenta, debido a una respuesta de la especie, produciéndose un descalabro territorial, con un mayor número de individuos, un efecto rebote”, adiciona Saucedo.
“Este tipo de medidas da cuenta que no hay una mirada ecosistémica, de integrar las problemáticas. En Chile, el avistamiento de pumas ha pasado a ser una actividad turística, y de alguna forma, estas especies que antes eran causante de pérdidas económicas, hoy en día, valen mucho más vivas que muertas. Es una forma interesante de analizarlo”, establece Saucedo.
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