Así murió Dios

Maradona
Diego Maradona, fumando un habano en Cuba y exhibiendo su tatuaje del Che Guevara.

Una insuficiencia cardíaca aguda que le generó un edema de pulmón, le quitó la vida al astro argentino. Una vida llena de vicios, influyó en el deceso.


“En un potrero forjó una zurda inmortal, con experiencia, sedienta ambición de llegar de Cebollita, soñaba jugar un Mundial y consagrarse en Primera, tal vez jugando pudiera, a su familia ayudar”.

La Mano de Dios, canción de Rodrigo, es sola una de millones de muestras de lo que generaba Diego Maradona en la gente. El ídolo futbolístico, que para muchos se convirtió en un verdadero Dios, ayer dejó de existir, o al menos solo físicamente.

Con 60 años de vida, este miércoles a las 11.30 de la mañana fue encontrado sin vida. ¿El motivo? Según la autopsia, consecuencia de una insuficiencia cardíaca aguda que le generó un edema de pulmón.

Considerado por muchos como el mejor jugador de fútbol de la historia, Diego (como lo llaman sus seguidores), había sido operado de un coágulo en la cabeza (hematoma subdural) a principios de noviembre.

Lamentablemente, en paralelo a su vida como futbolista y deportista, el nacido en Villa Fiorito, sufrió constantemente con su adicción a las drogas y el alcohol, situación que lo tuvo en innumerables ocasiones internado, hospitalizado y con un estado de salud deplorable.

Daño al corazón y al cerebro

¿Cómo las droga, el alcohol y diferentes tipos de sustancias, terminaron dañando su corazón y su cerebro, entre otros órganos? “Es importante destacar que además de los factores de riesgo habituales, para generar enfermedades de las arterias o del corazón y el cerebro, como el colesterol, la diabetes, la hipertensión o el fumar, hay otros factores”, señala Diego Godoy, cardiólogo de la Universidad de Valparaíso y Clínica Vespucio.

Por ejemplo, “el consumo de algunas sustancias, como la cocaína y el alcohol, que generan daño, tanto sea directo en el músculo cardíaco como enfermedades a través de las arterias coronarias, pudiendo generarse un infarto agudo al miocardio y una falla cardíaca secundaria, ya sea un infarto o la afectación directa de estas sustancias en el músculo cardíaco”, añade Godoy.

José Miguel Puccio, cardiólogo de Dirección de Postgrados Facimed Usach y Clínica Alemana, argumenta que entre las causas de esta enfermedad “está la provocada por alcohol, en cuya etiopatogenia de la enfermedad cardiaca por alcohol está la existencia de factores ambientales (cobalto, arsénico) y la predisposición genética (HLA-B8, la existencia de alelos alcohol deshidrogenasa defectuosos). Esto debilita la célula del muscular cardiaco debilitando su función”.

Nicolás Veas, cardiólogo de Clínica Universidad de los Andes, establece que tanto el alcohol como las drogas, sobre todo la cocaína, afectan directamente el sistema cardiovascular. “La ingesta de alcohol no solo afecta las condiciones cognitivas y del hígado, que son las más reconocidas, sino que también al corazón de forma directa, provocando lo que se llama miocardiopatía dilatada. Esta condición genera insuficiencia cardiaca, lo que lleva a tener más riesgo de arritmias malignas, produciendo la muerte súbita”.

Su última operación, de la que fue dado de alta el 11 de noviembre, terminó en un fatal desenlace. “Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, como hematoma subdural u otros, tienen varios sustratos, es decir, la formación de estos sangrados puede deberse a múltiples factores, algunos relacionados con el consumo de sustancias y otros sin relación a lo anterior”, establece Godoy.

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El partido disputado contra Inglaterra en 1986 marcó la carrera de Diego Maradona.

A nivel general, “los hematomas subdurales son producto, en general, de fuertes caídas o golpes. Si a esto se agrega el uso de anticoagulantes o afectaciones, es más probable que se genere”, señala Veas.

“Es difícil poder saber específicamente que fue lo que ocurrió con Diego Maradona, dado que se desconoce con exactitud médica cuál fue la condición que precipitó este sangrado intracraneal”, explica el médica de Clínica Vespucio.

Entre el hematoma subdural y el ataque cardíaco “no hay una relación directa. Solo podría ser posible una complicación producto de la cirugía. Igual en estos pacientes los riesgos postoperatorios son altos. Tales como tromboembolismo pulmonar, arritmias graves, etc. Conociendo los antecedentes siempre se puede actuar médicamente mejor, pero no por eso uno puede asegurar que todo andará bien. Siempre hay que contar con una complicación”, señala Puccio.

¿Se pudo haber evitado, considerando su historial médico? Godoy argumenta que “la manera de prevenir la ocurrencia de eventos, ya sea cardiovasculares como cerebrovasculares, está en relación a controlar los factores de riesgo, que son la base para que esto ocurra. Sumado a los tradicionales ya mencionados, hay otros muy importantes, como cesar el consumo de drogas, por ejemplo pasta basta o cocaína, al igual que alcohol”.

“Esto puede dañar, no solo las arterias del corazón, sino las arterias y tejido cerebral propiamente tal. Además, el consumo de alcohol en estado de embriagues puede ocasionar caídas, que generen alteraciones traumáticas cerebrales, las cuales incluyen sangrado intracraneal”, explica Godoy.

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