Hace 15.000 años, en ambientes boscosos cercanos al mar, conviviendo con volcanes y las glaciaciones que formaron el paisaje actual en los momentos de transición entre el Pleistoceno y Holoceno, habitaba el hombre en los territorios del centro-sur y Patagonia norte de Chile.
Gracias al trabajo de un grupo de investigadores arqueológicos, desarrollado en Monte Verde, Puerto Montt (Región de Los Lagos), se ha podido dar a conocer uno de los sitios más relevantes del poblamiento temprano en América.
La investigación además abordó otros asentamientos arqueológicos relevantes como los conchales, sitios que han sido documentado en diversos sectores de la costa en el seno del Reloncaví y Chiloé y que las comunidades organizadas como la Agrupación Ruta de los Conchales y Patrimonios trabajan por su protección y valoración.
Simón Sierralta, arqueólogo y académico de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile (sede Puerto Montt), señala que los grupos que habitaban la actual provincia de Llanquihue convivían con un ambiente distinto al actual. “En ese período los glaciares alcanzaban las cotas bajas de la cordillera y los volcanes, y los niveles del mar eran más bajos. El paisaje era mas parecido a la región magallánica actual, con predominio de pastizales y parches de bosques abiertos. En ese espacio coexistía fauna moderna y fauna pleistocénica que hoy se encuentra extinta (Gonfoterios y Paleolamas, entre otros).
“La subsistencia de las sociedades que colonizaron ese espacio, y que llevaban una vida nómade, se basaba en la recolección y la caza, sin agricultura ni ganadería. Posiblemente vivían en múltiples grupos relativamente pequeños, del orden de las decenas, distribuidos por el territorio y con relaciones entre sí. Convivían con una diversidad de plantas, algunas presentes actualmente en la región y otras no, que conocían y aprovechaban bien. Elaboraban sus herramientas en base a maderas, cueros, piezas de hueso animal y piedra. Sus viviendas eran temporales y total o parcialmente transportables, y al igual que su tecnología, aprovechaba estas materias primas presentes en los bosques, praderas y entornos fluviales”, añade Sierralta.
Justamente en relación a la antigüedad del poblamiento en Sudamérica, y particularmente en Monte Verde, científicos e investigadores europeos y norteamericanos se han mostrado escépticos. Así lo señaló a Qué Pasa Michel Brunet, uno de los paleontólogos más connotados y quien descubrió restos fósiles homínidos de más de entre 6 y 7 millones de años de antigüedad en Chad, África, cuando visitó Chile en el marco del Congreso Futuro en 2019. “Si quieres que crea que el primer asentamiento humano fue en Monte Verde, tienes que encontrar huesos”, estableció.
Pese a los cuestionamientos, Simón Urbina, arqueólogo y académico de la misma escuela, ratifica la existencia de asentamientos en Chile. “Toda la evidencia científica americana confirma que el poblamiento del continente americano se inicio hace 15.000 años. Los estudios son cada día más numerosos en distintas partes del continente y los datos más confiables”.
¿Cómo fue la transición entre el Pleistoceno y Holoceno?
Los glaciares alcanzaron su punto máximo hace unos 20 mil años, considera Urbina. “Cuando llegaron los primeros pobladores, ya se encontraban en retroceso en un proceso que se conoció como deglaciación. Hace 11650 años finaliza la era glacial, que denominamos Pleistoceno, y comienza la época geológica actual, el Holoceno. Esta transición significo el retroceso de las masas de hielo y su confinamiento a las altas cumbres andinas, así como un aumento del nivel del mar, lo cual modificó las líneas de costas de sectores litorales, fluviales y del mar interior de Chiloé y seno de Reloncaví”, señala.
“El cambio climático global, que en la región se expresan principalmente en un aumento de la temperatura y las lluvias, determinó que los grandes bosques valdivianos colonizaran el territorio, y seguramente jugo en rol en la extinción de grandes mamíferos que sirvieron a la dieta de los primeros grupos humanos que poblaron y habitaron la actual región de Los Lagos y el cono sur de América”, agrega.
Sierralta explica que las glaciaciones y el fin de la era glaciar modelaron significativamente el paisaje que hoy conocemos. “Los lagos precordilleranos ocupan el lugar de antiguos lóbulos glaciares, los relieves y rellenos de la depresión intermedia son en buena parte resultado de sedimentos transportados por los glaciares o por las aguas de deshielos. Los grandes cursos fluviales que desaguan lagos como el Puyehue, Rupanco y Llanquihue, así como el canal de Chacao, son antiguos cursos asociados a desagües principales del glaciar”.
Establece que el ascenso general del nivel del mar, por su parte, redefinió el litoral Pacífico y los ámbitos fluviales e insulares típicos de los actuales archipiélagos de Calbuco, Chiloé y la Patagonia occidental. Y por supuesto, la vegetación y la fauna de la región actual se encuentra en parte configurada por esos procesos de cambio climático, que favorecieron la adaptación, retracción y recolonización de las comunidades de plantas y animales.
El valor arqueológico de Monte Verde, el seno del Reloncaví y Chiloé
El estudio de Monte Verde, sitio arqueológico ubicado en la comuna de Puerto Montt, incentivó la discusión sobre la antigüedad del poblamiento y las líneas que siguió este proceso a nivel continental, explica Sierralta. “Cuando fue publicado y se aceptó su antigüedad de 14,500 años, obligó a repensar la cronología no solo del poblamiento del Cono Sur, sino del ingreso de los seres humanos a Norteamérica, que fue la vía de poblamiento de todo el continente americano”, añade.
En ese entonces, “se pensaba que los primeros americanos habían llegado hace no más de 12.000 años, y Monte Verde retrotrajo ese proceso al menos dos milenios más atrás. A partir de eso, estimuló la investigación en Norte y Sudamérica, y en los últimos 20 o 25 años otros sitios de la misma antigüedad y complejidad han sido trabajados y dados a conocer a la comunidad científica, confirmando que el poblamiento fue más temprano de lo que se pensaba hasta 1990. A nivel regional, su valor patrimonial es clave para procesos de institucionalización y gestión de colecciones arqueológicas con base regional, como la que lleva adelante la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile en Puerto Montt, como en procesos de reflexión identitaria e innovación turística binacional”, establece el arquéologo.
Bajo este escenario científico, recientemente se inauguró la exposición temporal “15.000 años de historia. Arqueología en mares, bosques y volcanes” en la Sala Sernageomin del Centro de Arte Molino Machmar, justamente organizada por la Escuela de Arqueología Universidad Austral de Chile (UACh) y el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Oficina Técnica de Puerto Varas.
La iniciativa, que estará abierta desde el 29 de marzo al 3 de mayo, cuenta con el apoyo del Museo Histórico de Puerto Montt Juan Pablo II, la Ilustre Municipalidad de Puerto Montt, la Dirección Museológica de la Universidad Austral de Chile y voluntariados de Arqueología Pública y de Conservación y Patrimonio de la UACh.