Este lunes comenzó en la Región Metropolitana una nueva ola de calor, la tercera durante noviembre, lo que ocurre por primera vez. Nunca en este mes o en cualquier mes de la primavera se habían registrado tres olas de calor.
Además, de concretarse, se completan cuatro olas de calor esta primavera, igualando un récord solo registrado en 2016.
Y esta calurosa jornada alcanzó este martes su peak de temperatura. Según datos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), en algunas zonas de Santiago, como Colina y Santiago Norte, el termómetro superó los 35°C (ver gráfica a continuación).
Pese a ello, la estación de Quinta Normal anotó 33°C, lejos de los 36°C, el récord de temperatura anotado en esta estación (1913), la más antigua del país, y con la que se marca el registro meteorológico de la capital. Considerando un récord más reciente, en 2018 percibió 34,5°C y en 2019 presentó 34,9°C.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que estas temperaturas extremas se presentan en Santiago y la Región Metropolitana, debido a un predominio de altas presiones. “Eso básicamente significa que masas de aire se mantienen estables sin mucha ventilación, mientras son calentadas por la muy intensa radiación solar. Además, estamos cerca del solsticio de verano, y por lo tanto, la intensidad de la radiación solar se está acercando a su máximo anual”.
Aunque, añade el climatólogo, la presencia del fenómeno de La Niña no permitiría que este año se rompan nuevos récords. “De acuerdo a la Dirección Meteorológica de Chile, este episodio de calor terminaría el próximo viernes”, añade.
Noviembre un mes caluroso
Cordero explica que una ola de calor es un período de al menos tres días con temperaturas muy por sobre valores típicos para la fecha, los que dependen, por supuesto, del lugar y de la época del año.
Por ejemplo, “en Santiago durante noviembre se considera que estamos en presencia de una ola de calor cuando la temperatura durante al menos tres días consecutivos superan los 30,5°C”, señala el climatólogo.
La ola de calor de esta semana, añade Cordero, “podría convertirse en la tercera ola de calor de este mes. Se trata de una situación inédita en Santiago”.
“Las temperaturas durante esta semana en la capital podrían acercarse a los 34°. Por lo tanto, se trataría de la ola de calor más intensa del año. La máxima histórica vigentes en Santiago durante noviembre es de 34,9 °C”, establece Cordero.
Entre los 10 años más calurosos de la historia
Aunque las consecuencias del cambio climático son muchas, que van desde inundaciones, marejadas más intensas y sequías, el alza de la temperatura es el efecto más fácil e percibir por la población, el que se ha visto amplificado por el aumento progresivo de las olas de calor. Y uno de los grandes afectados es Chile.
En un principio se manifestaban exclusivamente en verano, y una o dos veces por año. Salvo excepciones muy particulares, como a fines de la década los 60 y 80. Pero partir del último tiempo, la situación ha empeorado considerablemente, incluso alcanzando más de 15 eventos de estas características cada 12 meses.
Y hace cuatro años que estas olas de calor se presentan de manera consecutiva en primavera. Si durante la última década se registraron poco más de seis olas de calor en promedio por año, a partir de 2020 se rompieron todos los récords, registrándose 16 olas de calor.
A la ola de calor que se registra esta semana, la semana pasada se sumó otra. A pesar del efecto moderador del fenómeno de La Niña, que disminuye las temperaturas, este evento ratifica la posibilidad de que 2022 termine como uno de los diez años más calurosos de la historia en Santiago y la zona central.
A la fecha, y considerando que aún quedan 43 días para que finalice el año, 2022 presenta un promedio de 22,7°C según la estadística de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC). La estadística la lidera 2020 con 24,4°C.
Tanto jornadas de calor extremo, como de lluvia, frío y tormentas eléctricas han sido una tónica durante 2022, un año marcado por diferentes récords de temperaturas, así como también de una inestabilidad climática evidente.
Este año ha sido uno bien particular, desde el punto de vista de récords y altas temperaturas. Lo que está ocurriendo con las olas de calor, se suma a lo sucedido en abril, cuando se registraron las temperaturas más altas jamás vistas en Santiago para la fecha. Además, el invierno culminó como el más cálido de la historia y el más seco en 23 años.
Lea también en Qué Pasa:
