Ciclón bomba, las torrenciales lluvias que golpean a Italia: ¿Podría ocurrir en Chile?

Durante los últimos días Italia se ha visto sorprendido por un intenso fenómeno climático denominado ciclón bomba, que consiste en tormentas cuyo núcleo experimenta una muy rápida reducción en su presión. Esta caída rápida de la presión provoca una intensificación de la tormenta, lo que generalmente se traduce en vientos y precipitaciones intensas.

En la península itálica el fenómeno ha causado estragos, con ríos y cursos de agua desbordados, afectando a ciudades completas, debido a lluvias cortas y de gran intensidad, además de vientos muy fuertes. Ocurre de un momento a otro, y de pronto, se detiene.

¿En qué consiste este fenómeno? ¿Qué consecuencias climáticas trae? ¿Se podría dar un ciclón bomba en Chile? ¿Cómo nos afectaría? ¿Se trataría de una situación extrema?

Según Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiag, “los ciclones bombas son mucho más comunes en el Pacífico, donde el océano es suficientemente basto y cálido como para favorecer la intensificación de estas tormentas”.

Sin embargo, dice que con mucho menor frecuencia, también pueden registrarse en otras latitudes. “Cuando se presentan en la costa este de Estados Unidos, especialmente en años marcados por el fenómeno de La Niña, afectan a zonas muy pobladas. A inicios de este año hubo una tormenta de esas características en California y ahora la de Italia”, señala Cordero.

“En el hemisferio sur, el océano Austral, que rodea la Antártica es de hecho, una de las zonas donde más ciclones bomba se generan. Algunas de estas tormentas han afectado nuestro Patagonia, así que en realidad al extremo sur de Chile no le son ajenas las tormentas intensas”, añade.

Para tranquilidad de muchos, Cordero aclara que en general, estas tormentas ocurren sobre el océano en latitudes superiores a los 40°. “Por lo tanto, que un evento de este estilo afecte a la zona central de Chile es muy poco probable”.

También agrega que durante 2023, y a pesar de la presencia del fenómeno de El Niño y el cambio climático, no se sabe si existen más probabilidades de que ocurra.

Este año ha estado marcado por interesantes y variados récords climáticos, casi todos asociados a altas temperaturas. Por ejemplo, febrero y marzo fueron los “febrero” y “marzo” más calurosos en Santiago y la zona central desde que hay registros, situación a la que se sumó abril y mayo con otros hitos.

Este último, pese a presentar mañanas y noches gélidas, incluso acompañado de algunas jornadas de lluvia, durante el día ha evidenciado termómetros con promedios de calor, fenómeno que parece no terminar, “prolongando el verano” por ya casi cinco meses.

Cordero explica que ya se han registrado siete olas de calor en lo que va corrido del año de acuerdo a la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).

“Este fenómeno está asociado a condiciones meteorológicas particulares que favorecen vientos desde la cordillera hacia los valles. Al bajar la ladera, el aire suele comprimirse y calentarse. Este viento cálido del este recibe distintos nombres dependiendo de la región, como puelche o raco, y es responsable de las altas temperaturas”, señala Cordero.

Y eso no es todo, añade Cordero, ya que 2023 también es el año más caluroso en términos de temperatura máxima en Santiago hasta la fecha desde que existe registro (de enero a mayo).

Cordero señala que las altas temperaturas registradas en Santiago también están influenciadas por el fenómeno de El Niño. “Este calentamiento en el Pacífico tropical favorece en Chile central y en el norte del país a las altas temperaturas”, explica el climatólogo.

Pero El Niño, añade, también tiene un efecto en las precipitaciones. “En el pasado solía asociarse a años lluviosos en la zona central, y si bien, esta influencia parece haberse debilitado en las últimas dos décadas, aún esperamos que 2023 no sea tan seco como los cuatro años anteriores”, argumenta.