El Instituto Francés de Investigación en Ciencias y Tecnologías Digitales, Inria Chile, anunció el proyecto “OcéanIA”, desafío que busca a través de herramientas de inteligencia artificial, machine learning y modelamiento matemático, contribuir a la comprensión y encontrar nuevas respuestas al calentamiento global, a través de la comprensión del océano, la biodiversidad, sus cambios y efectos.
La iniciativa será alimentada con datos históricos de más de 10 años del océano, complementados con las muestras marinas obtenidas por la Misión Microbiome de la Fondation Tara Océan, que el 12 de diciembre zarpó desde Lorient en Francia, rumbo a aguas chilenas.
“OcéanIA es un ejemplo de cooperación franco-chilena donde se movilizan y ponen a disposición recursos, tanto humanos como económicos. Equipos de los distintos centros de Inria, y también colaboradores externos de universidades y otras organizaciones, trabajaremos en conjunto durante cuatro años con el objetivo resolver un desafío mundial, como es el caso de la lucha contra el cambio climático a través de la inteligencia artificial”, dice la directora del centro de Inria en Chile, Nayat Sánchez-Pi.
En este trabajo conjunto, Inria Chile convocó al Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile y al Departamento de Ecología y Centro de Cambio Global de la Pontificia Universidad Católica a vincularse y ser parte de esta iniciativa.
“Hoy, el océano es la última incógnita y comprenderlo representa una oportunidad de gran impacto en la lucha contra el cambio climático y un desafío para la inteligencia artificial moderna y el machine learning aplicado”, agrega Nayat Sánchez-Pi.
En el proyecto participan investigadores de Inria en Chile, de Francia de los equipos: ANGE de Inria París, TAU de Inria Saclay y BIOCORE de Inria Sophia-Antipolis. Asimismo, se involucran la Federación GO-SEE del Centre national de la recherche scientifique (CNRS), el equipo ComBi de Laboratoire des Sciences du Numérique de Nantes (LS2N) de la Universidad de Nantes y Fondation Tara Océan.
“Este proyecto de naturaleza transdisciplinaria viene a completar uno de los eslabones que faltaban en el estudio de la relación entre biodiversidad marina y clima, y la comprensión desde muchas dimensiones de las bombas biológicas. Esto es sumar y desarrollar con fuerza herramientas matemáticas y de ciencia de datos”, indicó Alejandro Maass, director del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile.
“Desde nuestra perspectiva esperamos aportar nuestra experiencia –de muchos años de colaboración con Tara– tratando grandes volúmenes de muestras genómicas, y las redes de interacción que ellas generan, hasta su integración en modelos que las relacionen de manera cuantitativa con variables ambientales y, por ende, el clima. Esperamos ser un puente entre la biología del océano y los modelos matemáticos subyacentes; un tema donde hay mucho que descubrir”, agregó.
Pedro Bouchon, vicerrector de Investigación Pontificia Universidad Católica de Chile, sostiene que: “como universidad, valoramos fuertemente el proyecto OcéanIA en un desafío mundial como es la lucha contra el cambio climático. Esta mirada es sinérgica con el enfoque que desarrollamos en la universidad, a través de la red de centros y estaciones regionales UC. En esta cooperación, la formación de personas es un aspecto crucial. A través de la investigación, académicos, postdoctorandos y estudiantes, en distintas etapas de formación, adquirirán una visión amplia del desafío, cuestionando paradigmas, reflexionando y dialogando, poniendo en perspectiva el conocimiento adquirido y desarrollando soluciones”.
Con Fondation Tara Océan, Inria Chile tiene una alianza de cooperación que le permitirá estudiar los datos de la expedición “Misión Microbiome” que está recorriendo por dos años el Pacífico y el Atlántico recogiendo muestras de plancton, el primer eslabón de la cadena alimentaria de la humanidad, formado por microalgas y bacterias fotosintéticas que capturan dióxido de carbono atmosférico y, a cambio, entregan la mitad del oxígeno que respiramos todos los días. Se espera que el barco recorra las costas chilenas, desde la Antártica hasta Iquique entre febrero y mayo de 2021.