Se trata de un hallazgo científico inédito, de un descubrimiento que podría revolucionar la medicina, sobre todo en el ámbito mental o siquiátrico, una realidad que afecta a millones de personas.
Tras años de investigación, un estudio realizado en Chile durante años, liderado Úrsula Wyneken investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, encontró la fórmula para diferenciar y poder realizar un diagnóstico más preciso de la depresión monopolar y el trastorno bipolar en su fase depresiva, a través del uso de biomarcadores de proteínas presentes en la sangre periférica.
Ambas patologías tienen síntomas muy similares, pero tratamientos muy diferentes a la fecha, por lo que un buen diagnóstico es fundamental., ya que uno mal realizado podría empeorar la condición del paciente. Actualmente, según según la Asociación Nacional Depresiva y Maníaco-Depresiva cerca del 70% de los pacientes con trastorno bipolar son diagnosticados erróneamente. Este método propone un diagnóstico rápido, efectivo y económico a través de una prueba de sangre.
Wyneken explica cómo encontraron la fórmula para diferenciar y poder realizar un diagnóstico más preciso. “Para ello, estamos desarrollando un test diagnóstico basado en la detección de ciertas moléculas en la sangre de estos pacientes. La ventaja de nuestra estrategia es que usamos una fracción de la sangre denominada vesículas extracelulares, las cuales en parte provienen del cerebro y reflejan su estado funcional, es decir, pueden reflejar un estado de enfermedad”.
Para determinar un diagnóstico de patologías como el trastorno bipolar, los profesionales del área generalmente se basan en criterios diagnósticos ya establecidos, donde primero realizan una entrevista de salud al paciente sobre sus síntomas y antecedentes familiares, para luego realizar un examen mental, el cual vaya descartando afecciones no psiquiátricas.
“El hallazgo se encuentra en etapa TRL 4, que es una escala que mide la Madurez Tecnológica o Technology Readiness Level (TRL). La etapa 4 significa que la hipótesis ha sido validada en el laboratorio”, señala la investigadora.
Verdadera revolución
El método de diagnóstico propuesto ofrece la posibilidad de diferenciar esta patología de manera rápida y económica. Donde, a través de una prueba sanguínea se obtendrán dos biomarcadores que van a determinar si el paciente padece depresión monopolar o trastorno bipolar.
Pensamos que el diagnóstico erróneo mejorará significativamente, “pero actualmente no hay estimación más precisa con respecto al porcentaje ya que la prueba debe ser validada en una cohorte mayor de pacientes, ojalá al menos 500 pacientes por patología y con muestras de pacientes provenientes de diferentes estratos socioeconómicos, centros asistenciales y ubicaciones geográficas. Es lo que estamos escalando con los proyectos que hemos presentado a concursos que se están evaluando actualmente”, establece Wyneken.
¿Lo considera una verdadera revolución en el diagnóstico de estas patologías? “Absolutamente”, reconoce la académica. Añade que dada la alta prevalencia de las enfermedades mentales de este tipo, aunque el diagnóstico erróneo sólo se reduzca en un 10% al 20%, esto acarrea importantes consecuencias para la elección del tratamiento farmacológico correcto y eficaz, y por lo tanto, para la calidad de vida de esos pacientes, para el costo asociado a estas patologías (tanto para los sistemas de salud como por discapacidad laboral) y finalmente, para el pronóstico de la enfermedad”.
“El tratamiento farmacológico inadecuado empeora el pronóstico de estos pacientes, aumenta el riesgo suicida y favorece la aparición de episodios sintomáticos más severos”, considera Wyneken.