Debido al confinamiento producido por el Covid-19 durante las últimas temporadas, y sumado al calor y la la alta exposición solar de la época, este verano se presenta como de alto riesgo entre las regiones de Atacama y Magallanes, por la presencia del temido ratón colilargo o cola larga, el responsable del virus Hanta, una enfermedad infecciosa aguda, habitualmente grave, y que puede ser mortal.
Así lo proyecta Bárbara Fernández, epidemióloga de la Universidad de Talca y magíster en Salud Pública, y Jorge Dreyse, jefe de la Unidad de Paciente Crítico de Clínicas Las Condes.
Esta patología se transmite por el contacto con roedores silvestres, principalmente en las zonas rurales y precordilleranas. Durante 2021, las regiones más afectadas por contagios fueron las del Biobío con ochos casos, seguida por Los Ríos y Los Lagos con seis cada una, mientras en La Araucanía se registraron cinco infectados, y en la Metropolitana y el Maule hubo tres contagios en cada una.
“Los casos de los últimos dos años constituyen los más bajos de la década como producto de las medidas de confinamiento y encierro, pero para este verano se espera un alza significativa de contagios, luego de la vuelta a la presencialidad”, señala Fernández, académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Talca.
Y justamente, durante este jornada, se confirmó la presencia de dos casos en el país. La Seremi de Salud que uno está ubicado en Concepción y el otro en Penco, ambos en la Octava Región.
Uno de los afectados presentó fiebre y mareos, por lo que fue hospitalizado. Actualmente se encuentra en la UCI, en estado grave. El segundo afectado, fue recientemente dado de alta.
Los principales síntomas de quienes se contagian con el Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPH), son fiebre alta, superior a 38°, escalofríos, dolor de cabeza y osteomusculares, síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos y dolor abdominal) y dificultad respiratoria.
En muchos casos y con el paso de los días, los problemas respiratorios empeoran llegando las víctimas a fallecer por insuficiencia respiratoria o shock. De ahí la gravedad y el riesgo de la infección.
Un factor que podría jugar en contra en el incremento de contagiados sería el cambio climático, debido a que las oleadas de calor y altas temperaturas promedio contribuirán al desplazamiento de la población durante sus vacaciones a sectores precordilleranos, para disfrutar de lagos, ríos y la vegetación. “Este desplazamiento humano generará el riesgo de que los veraneantes entren en mayor contacto con estos roedores, y que el número de casos aumente”, añade Fernández.
Otro aspecto que podría contribuir al alza de personas enfermas por este virus es la actividad agrícola, ya que, al extenderse el buen tiempo y las faenas en el campo, los trabajadores estarán más expuestos a eventuales contagios en sus lugares de trabajo.
Medidas de prevención
La vía de transmisión más frecuente del Hantavirus es la inhalación, el contacto con las conjuntivas y la ingestión de agua o alimentos contaminados con saliva o excrementos de roedores infectados. “Las medidas preventivas tienen que ver con el lugar donde vamos a llegar y dormir, cómo vamos a limpiar la casa y por dónde vamos a salir a pasear”, recuerda Fernández.
“Las medidas preventivas tienen que ver con la desinfección de los espacios que se utilizan en zonas rurales o casas de veraneo, en especial aquellas que hayan estado deshabitadas durante el año”, señala Dreyse.
La idea es realizar una limpieza con mascarilla, guantes y cloro, sobre todas en aquellas superficies en las que es posible que hayan transitado roedores. A esto se suma la ventilación de estos espacios, como mínimo, por 30 minutos. Junto con esto, se deben desmalezar los sectores rurales cercanos a viviendas, así como mantener la comida, la basura, la leña, los alimentos y granos en contenedores y envases limpios y con tapa segura.
La académica de la Universidad de Talca aconseja, además, a los veraneantes transitar por senderos habilitados, evitar la recolección de leña o frutas silvestres, acampar en sectores limpios y abiertos, utilizar carpas con piso y completamente selladas, eliminar la basura en contenedores con tapas y bolsas cerradas, y guardar la comida en contenedores herméticos.