En personas que hayan estado hospitalizadas por Covid-19, al menos uno de cada tres ve su salud afectada a largo plazo, con afecciones en diferentes órganos y problemas psicológicos.

Así lo reveló un estudio publicado en Nature Medicine, que analizó nueve estudios realizados en Europa, Estados Unidos y China, que monitorearon a pacientes a largo plazo.

El estudio además, subraya la fatiga, la dificultad para respirar, la ansiedad, la depresión y los trastornos de estrés postraumático como los síntomas más frecuentes en pacientes afectados por el “covid largo” o “covid prolongado”, condición que puede afectar a un gran número de pacientes y que puede pasar de un órgano a otro.

La revisión describe en detalle todos los órganos afectados por Covid-19 en este periodo, incluidos los pulmones, el corazón , los riñones y la piel, así como los sistemas gastrointestinal, neurológico y endocrino.

Según los investigadores, los datos disponibles muestran una urgencia de salud pública subestimada y los gobiernos deberían preocuparse más y reflexionar sobre los medios para atenderla.

“Teniendo en cuenta las millones de personas infectadas por el Sars-CoV-2 en el mundo, el peso a largo plazo sobre la salud física, cognitiva y mental está por venir. Nosotros sólo detectamos sin duda la punta del iceberg”, señaló Kartik Sehgal, oncólogo y profesor en la facultad de de medicina de Harvard.

Los síntomas pueden ser sutiles, dijo Sehgal, “por lo que si alguien presenta síntomas que no se pueden explicar de otra manera”, puede ser importante considerar el Covid-19.

El covid-19 ataca fundamentalmente a los pulmones, a veces con dificultades respiratorias que persisten a largo plazo. Pero diversos estudios han mostrado que el virus ataca también a otros órganos, causando complicaciones que van desde trastornos cardiovasculares a inflamaciones crónicas.

No existe un tratamiento específico para las personas que sufren del covid prolongado. Muchas clínicas se centran en la fisioterapia para tratar los síntomas.

Por ello, el estudio muestra que impedir la muerte por covid-19 no es suficiente en materia sanitaria y que es necesario profundizar la investigación sobre el “covid largo” y ampliar las consultas para atender sus síntomas.