¿Cuántos días toma adoptar hábitos saludables?

Un estudio que involucró a más de 700.000 jubilados de EE.UU. concluyó que las personas que adoptan ocho hábitos de estilo de vida saludables en la mediana edad pueden esperar vivir mucho más que aquellos con pocos o ninguno de estos hábitos.

De acuerdo a la investigación, los ocho hábitos son:

1. Estar físicamente activo

2. No consumir opioides

3. No fumar

4. Controlar el estrés

5. Tener una dieta saludable

6. No beber en exceso regularmente

7. Tener una buena higiene del sueño

8. Tener relaciones sociales positivas.

Según los resultados, se pronostica que los hombres que tienen estos ocho hábitos a los 40 años vivirán un promedio de 24 años más que los hombres que no tienen ninguno de estos hábitos. Para las mujeres, tener los ocho factores de estilo de vida saludable en la mediana edad se asoció con 21 años adicionales de vida previstos en comparación con las mujeres que no tenían ninguno de estos hábitos.

El problema es que adoptar estos hábitos saludables puede tomar más de lo que uno imagina. Una investigación de la Universidad del Sur de Australia (UniSA) muestra que formar un hábito saludable puede llevar más tiempo del esperado.

En la primera revisión sistemática de este tipo, los investigadores de UniSA descubrieron que los nuevos hábitos pueden comenzar a formarse en aproximadamente dos meses (una mediana de 59 a 66 días), pero pueden tardar hasta 335 días en establecerse.

Es un hallazgo importante que podría orientar intervenciones de salud para promover comportamientos saludables y prevenir enfermedades crónicas.

Hoy, las enfermedades crónicas contribuyen a una gran parte de la carga de morbilidad. Muchas afecciones, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas, las enfermedades pulmonares y los accidentes cerebrovasculares, se pueden prevenir modificando hábitos o factores de estilo de vida poco saludables.

El investigador de la Universidad del Sur de Australia, Dr. Ben Singh , dijo en un comunicado que, contrariamente a la creencia popular, los hábitos saludables tardan mucho más de tres semanas en implementarse.

“Adoptar hábitos saludables es esencial para el bienestar a largo plazo, pero formar estos hábitos ( y abandonar los no saludables) puede ser un desafío”, afirmó el Dr. Singh.

“A principios de año, muchos de nosotros nos fijamos metas y hacemos planes para los meses venideros (cosas como ser más activos, reducir el azúcar o elegir alimentos más saludables), pero si bien la sabiduría popular sugiere que solo se necesitan 21 días para formar tales hábitos, estas afirmaciones no están basadas en evidencia.

En la investigación, se descubrió que la formación de hábitos comienza alrededor de dos meses, pero existe una variabilidad significativa, con tiempos de formación que van desde cuatro días hasta casi un año.

“Por lo tanto, es importante que las personas que desean adoptar hábitos más saludables no se rindan al llegar a esa mítica marca de las tres semanas”, añade el Dr. Singh.

El estudio de más de 2.600 participantes también encontró que ciertos factores pueden influir en la formación exitosa de hábitos.

“Al intentar establecer un nuevo hábito saludable, el éxito puede verse influenciado por una serie de factores, entre ellos la frecuencia con la que realizamos la nueva actividad, el momento de la práctica y si la disfrutamos o no”, afirma el Dr. Singh.

Incorporar una nueva práctica a la rutina matutina aumenta las probabilidades de éxito, según los datos. Además, es más probable mantener un hábito nuevo si resulta placentero.

Planificar y tener la intención de realizar una nueva conducta también contribuye a consolidar un hábito. Por ello, es importante reservar tiempo para incluir hábitos saludables en las actividades diarias. Esto puede implicar acciones simples como dejar lista la ropa de gimnasia la noche anterior a una caminata matutina o preparar un almuerzo saludable con anticipación.

Adaptar estrategias de creación de hábitos a la vida cotidiana y establecer planes concretos para lograrlos coloca a las personas en una posición favorable para alcanzar el éxito.

Si bien se necesita más investigación, los investigadores dicen que estos hallazgos pueden orientar iniciativas de salud pública y programas personalizados que respalden un cambio de comportamiento sostenido y saludable.