Este miércoles, a las 7.19 según información del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, un fuerte sismo de 5,8° en la escala de Richter sacudió el norte del país. El epicentro fue establecido a 21 km al oeste de San Pedro de Atacama a una profundidad de 125 kilómetros.
Pero no fue el único. Más temprano, también en el norte, a 26 kilómetros al suroeste de Salamanca, se registró un sismo 4,4° Richter.
De inmediato, como está establecido, se encendieron las alarmas del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (Shoa), organismo encargado de determinar si un sismo representa algún tipo de alerta en relación a un posible maremoto o tsunami. En esta oportunidad, indicó que “las características del sismo no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile”.
Por su parte, la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) informó que se evaluaba si el temblor provocó eventuales daños a personas, alteración a servicios básicos o infraestructura producto de este sismo.
Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica, señala que el sismo ocurrió en una zona que históricamente ha presentado una sismicidad muy activa, “lo que es parte de la sismicidad de nuestro país. Dada la profundidad observada (125 km) se observa que estamos frente a un evento intraplaca, es decir, que la ruptura ocurre al interior de la placa continental”.
El norte del país es una zona catalogada como sísmica. Registra grandes episodios telúricos. Particularmente, hace unos años que la población se mostrado inquieta por la cantidad de sismos. Por ejemplo, en diciembre de 2021 un sismo de magnitud 5.7 Mww (interplaca) generó más de 15 réplicas y derrumbes. El movimiento telúrico, que se registró en la placa de Nazca en su interacción con la placa Sudamericana, ocurrió poco antes del mediodía y tuvo su epicentro a 9.93 km de la localidad de La Higuera, Región de Coquimbo.
El registro en la zona de San Pedro de Atacama, también “presenta un evento importante el 3 de junio de 2020 en donde a las 3.35 am se percibió un sismo de magnitud 6.9, el que generó una serie de rodados y derrumbes que afectaron a las residencias, y dañando de forma importante al patrimonio arquitectónico de la zona”, adiciona Salucci.
En la zona norte, además, “existen dos brechas sísmicas más, que son importantes de considerar. Una de ellas es la que se localiza desde Taltal hasta el norte de La Serena y otra frente a Illapel”, establece Salucci, también académico de la Universidad San Sebastián.
Megaterremotos y grandes tsunamis
Otra prueba de lo anterior, es una investigación liderada por Diego Salazar y Gabriel Easton, académicos del Departamento de Antropología y del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, respectivamente, la que plantea que un sismo similar al terremoto de Valdivia en 1960, azotó a la costa del Norte Grande del país hace unos 3.800 años, impactando a las comunidades que habitaban la zona e induciendo cambios en su relación con el territorio.
Lo ocurrido durante los últimos meses, incluido lo de hoy, ¿podría ser el principio de un sismo mayor en la zona, tal como ocurrió en 1922, 2015 y 2019? “Eso es difícil de saber... algunos terremotos tiene precursores, pero otros no. Si hubiera un sismo mayor este sería el sismo precursor y el nuevo sismo sería el evento principal. Dada la dinámica sísmica de Chile no se puede descartar, por eso es importante el monitoreo y la preparación”, explica Salucci.
Salucci cree que en una zona de gran interés turístico como San Pedro de Atacama, “es importante incorporar este riesgo en la gestión turística, generando protocolos y sobre todo comprendiendo que estos eventos seguirán repitiéndose en el tiempo, por lo que siempre se debe estar preparados”.
Lo que hemos encontrado en nuestras investigaciones es que en varios puntos de la costa de las regiones de Antofagasta y del norte de Chile, en general, “se encuentran paleoplayas o antiguas playas que hoy están situadas entre 4 a 7 metros de altitud respecto del nivel del mar actual, cuya formación no puede ser explicada por cambios globales del nivel del mar, sino por levantamiento tectónico como producto de grandes terremotos que ocurren en el contacto de las placas tectónicas de Nazca, bajo la Sudamericana, tal cual se ha visto, aunque en menor magnitud, en episodios recientes como en el de Antofagasta en 1995″, detalla Easton.
Cristián Farías, doctor en Geofísica de la Universidad de Bonn en Alemania y director del Departamento de Obras Civiles y Geología de la Universidad Católica de Temuco, considera que en algún momento se puede esperar un gran terremoto magnitud 8, podría ser durante este tiempo o en las próximas décadas. “Aunque no hay evidencia de que éste (el de hoy) sea un precursor de ese gran sismo, no tenemos como asegurarlo. Si bien no se pueden predecir los terremotos, la zona tiene harta tensión acumulada y en algún momento va a ocurrir un gran sismo. Seguramente pasará”.
Salucci recalca que todo Chile es propenso a los sismos, “y dadas las características de éstos, hoy sabemos que se puede presentar un sismo 7,5 Mw en cualquier momento y en cualquier parte de nuestro país”.