El “asesino” de hace 95 millones de años: el cocodrilo prehistórico que era capaz de comer un dinosaurio entero
Es el segundo cocodrilo prehistórico nombrado de la Formación de Winton, además de ser un depredador de algunos dinosaurios.
El personal y voluntarios del Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios coordinaron la excavación de un nuevo espécimen en 2010: un cocodrilo que vivió en la Formación Winton –parte de lo que hoy sería Australia– hace 95 millones de años atrás.
El llamado Confractosuchus sauroktonos o “el asesino de dinosaurios roto” por el estado triturado en el que se encontraron sus fósiles, fue analizado. Se encontraba en su etapa joven, por lo que, sus 2,5 metros de largo pudieron alcanzar un tamaño aún mayor.
Se logró conservar un 35% de la criatura. Aunque faltara su cola, este cocodrilo prehistórico aún conservaba parte de la pelvis y su cráneo. Pero eso no fue lo único que se halló del animal, en su interior también se encontraron numerosos huesos pequeños, restos de lo que fue su última comida. (poner la razon de muerte)
¿Qué animal se encontraba dentro de su cuerpo?
El contenido estomacal del “cocodrilo roto” mostró restos parciales y excepcionalmente conservados de un dinosaurio ornitópodo joven. Los ornitópodos fueron un grupo de dinosaurios herbívoros y mayormente bípedos que abarcó los todos los continentes de la tierra, además existieron variadas especies de conformaron este conjunto.
¿Qué restos del animal fueron identificados? Si bien, no se ha podido descifrar la especie exacta de la presa, si fue posible identificar la mayoría de su cuerpo. Los investigadores señalaron la presencia de “tres vértebras dorsales, dos centros sacros, tres centros caudales distales, ambos fémures proximales, tibia izquierda y varios otros elementos que no pudieron identificarse a partir de los datos”.
“Aunque el Confractosuchus no se especializó en comer dinosaurios, no habría pasado por alto una comida fácil, como los restos de ornitópodos jóvenes encontrados en su estómago”, dijo en un comunicado Matt White, quien dirigió la investigación.
En el comunicado también se señaló que mientras que comían a este animal –que debió pesar más de 1,7 kilos–, uno de sus fémures fue cortado a la mitad y el otro fue mordido con una fuerza tal que dejó una marca de diente en la superficie del hueso.
Relevancia
Además de ser considerado como el segundo cocodrilo en la Formación de Winton, los huesos encontrados en su interior representan los primeros restos esqueléticos de ornitópodos en la zona, los cuales eran conocidos anteriormente solo por huellas o dientes caídos. Estos son la primera evidencia de interacciones de esta red alimenticia entre cocodrilos y dinosaurios en Australia.
“Los restos de ornitópodos mostraron evidencia clara de procesamiento oral, reducción de cadáveres (desmembramiento) y fragmentación de huesos, que son características diagnósticas de algunos comportamientos alimentarios de los crocodilios modernos”, dice el estudio que analizó este hallazgo. Entendiendo a los “crocodilios” como el grupo que engloba a reptiles como el cocodrilo y el caimán.
Según estos hallazgos, el doctor White dijo “dada la falta de especímenes globales comparables, este cocodrilo prehistórico y su última comida seguirán proporcionando pistas sobre las relaciones y comportamientos de los animales que habitaron Australia hace millones de años”. El hallazgo proporcionaría una “visión extraordinaria” sobre la ecología y la red de alimentación que existió en la época Cretácica en el área de Winton.
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