No ha sido un buen año para los murciélagos. Desde el inicio del brote de coronavirus en Wuhan (China) en diciembre de 2019, ha sido sindicados como los principales culpables de la crisis sanitaria actual, esto a pesar que la ciencia no ha establecido en ningún momento que el coronavirus del cual es portador, sea exactamente igual al que provocó la pandemia que al día de hoy acumula más de 720 mil muertes en todo el mundo.
Esto ha derivado en que el mamífero haya sido perseguido en varios sitios del mundo. A fines de marzo, en una pequeña localidad al norte de Perú, una turba con antorchas intentó quemar a unos 500 murciélagos, de los cuales 300 fallecieron, a pesar que entre el grupo de estos animales había ejemplares de la familia myotis, insectívoros e inofensivos para el ser humano.
En Chile, los murciélagos, dependiendo de la especie, viven desde el norte hacia la región central, mientras que otros habitan en todo el país. Se refugian durante el día en las cuevas, aunque en nuestro país lo hacen en piquetes abandonados de minas, árboles o casas abandonadas en zonas urbanas.
Y aunque habitualmente muchos le temen a estos animales, es conocida su importancia en la cadena alimenticia, gracias a su capacidad para diseminar semillas de un lugar a otro y equilibrar ecosistemas. Además, según un nuevo estudio realizado en Chile, esto último incluye ayudar al control de plagas en viñedos y otras hortalizas en la agricultura nacional.
En la investigación, realizada por la Dra. Annia Rodríguez-San Pedro, profesora asociada del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático de la Facultad de Ciencias de la Universidad Santo Tomás (UST), se revela el papel esencial del mamífero en el sector, instando a las poblaciones a conservarlos cerca de sus sistemas agrícolas, lo que reduciría el daño a los cultivos y por ende, aumentar las ganancias económicas.
El estudio, publicado en la revista científica Agriculture, Ecosystems & Environment, “representa el primer esfuerzo a nivel mundial para evaluar y cuantificar los servicios ecológicos y económicos proporcionados por los murciélagos en viñedos, siendo además un importante paso para incentivar a los viticultores a utilizar a estos animales como agentes de supresión biológica en este agroecosistema”, afirma la experta.
Plagas
La viticultura representa uno de los cultivos agrícolas más extendidos y económicamente importantes del bioma mediterráneo. Actualmente, más de 7 millones de hectáreas a nivel mundial corresponden a plantaciones de viñedos, principalmente en la Cuenca Mediterránea y zonas mediterráneas del Nuevo Mundo como Australia, California, Sudáfrica y Chile (que cuenta con 135 mil hectáreas), lo que representa el 15% de las tierras agrícolas en todo el mundo.
Dentro de las principales plagas descritas para los viñedos de Chile central se encuentran varias especies de polillas del género Proeulia sp., y Lobesia botrana, cuyas larvas al alimentarse de los racimos provocan un daño directo a la producción, generando la pudrición y deshidratación de los frutos, disminuyendo el rendimiento de las viñas y ocasionando un daño económico importante. Un grupo de potenciales depredadores que podría impactar sobre las poblaciones de estas especies de lepidópteros son los murciélagos.
Cristian Aguirre, ingeniero agrónomo e investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), señala que “esta larva, al atacar los frutos, genera pudrición y propicia la aparición de hongos, que a su vez deben ser controlados con fungicidas. Esto genera pérdidas de gran cantidad de fruta, además de perder el valor en el mercado, imposibilitando la exportación y aumentando los costos”.
“Hoy, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) tiene a la polilla Lobesia botrana bajo control obligatorio, por tanto es muy útil contar con estas nuevas formas de controlar la plaga, sobre todo en los estados críticos de control, donde es más eficiente”, agrega.
La académica de la UST señala que “en Chile, la mayor parte de las especies de murciélagos son insectívoras, y al menos cinco especies utilizan los viñedos como sitios de alimentación. Si bien el consumo de plagas por los murciélagos ha sido recientemente reportado en viñedos del País Vasco, ningún estudio a nivel mundial había abordado los efectos de los murciélagos en la reducción de daños a las vides ocasionados por insectos herbívoros, y sus beneficios para la producción de uva de vinificación tampoco han sido cuantificados”.
Aurelio Montes, presidente de Vinos de Chile, señala que “hoy tenemos más problemas por hongos que con insectos -que es donde los murciélagos podrían ayudar-, y la verdad no recuerdo haber visto escritos al respecto. Sin embargo, seguramente si los murciélagos desaparecieran, probablemente afloren plagas que estaban contenidas por estos animales, y que hasta ahora desconocíamos”.
Enemigos naturales
Cristian Aguirre afirma que “existe una tendencia agroecológica que lleva años a nivel mundial, relacionada con el control de plagas de forma ‘amigable’ con el medio ambiente, conocida como control biológico por medio de enemigos naturales”.
“Lo que se hace es buscar qué atrae a estos enemigos naturales -pueden ser animales u otros insectos- de las plagas, empleando flores y plantas trampa. Se han realizado una infinidad de esfuerzos por identificarlos; una vez ya conocidos se podrían propagar y liberar de forma controlada para evitar a estas mismas plagas”, agrega.
Sobre la agroecología, Aguirre explica que “es muy importante, sobre todo en viñas que se quieran certificar como viñedos ‘orgánicos’ -algo que está muy de moda-, donde existe un mercado emergente para quienes gusten de este tipo de productos. Lo que se busca es que en la creación del vino se utilice la menor cantidad de productos químicos para el control de plagas, aunque estos vinos tienen un mayor valor y requieren de prácticas para controlar plagas, malezas, hongos, etc”, agrega.
“En Sudamérica, Brasil es uno de los pioneros en agroecología. Existen agrupaciones de certificación orgánica que llevan al menos 40 años trabajando en toda una agricultura más sustentable. En Chile son muy pocas las viñas que han incursionado en estas viñas orgánicas”, asegura el investigador.
Resultados
Para la investigación se realizaron experimentos de exclusión nocturna de murciélagos en tres viñedos ubicados en la localidad de Huelquén, Paine (Región Metropolitana) por un período de 12 semanas entre diciembre de 2017 y marzo de 2018.
“El impacto de los murciélagos sobre las poblaciones de insectos plaga en los sitios de estudio se cuantificó a través de la diferencia en el porcentaje de daño foliar por herbivoría y el número de frutos dañados entre los tratamientos control (sin mallas de exclusión) y las exclusiones nocturnas. Paralelamente se realizaron análisis moleculares de dieta, a partir de las fecas de murciélagos colectadas en los viñedos, para determinar el consumo de especies plaga por los murciélagos, dice la académica UST.
“Los resultados mostraron que el daño foliar por herbivoría y el número de frutos dañados por racimo fue significativamente superior en los tratamientos donde fueron excluidos los murciélagos, que en los controles pareados donde éstos estaban presentes. Además, las parcelas excluidas presentaron un 8,9% de las bayas de uva dañadas en comparación con el 1,9% registrado en las parcelas de control, por lo que se estima que los murciélagos incrementaron el rendimiento de los viñedos en nuestros sitios de estudio en un 7,0%. Esto representa un beneficio económico de entre 113.000 y 148.000 mil pesos por hectárea anual por concepto de daño evitado”, señala Rodríguez-San Pedro.
Sin embargo, también afirma que aunque no fue posible encontrar evidencia del consumo de la principal plaga de los viñedos (Lobesia botrana) por los murciélagos, sí se detectaron otras plagas de la vid en la dieta como fue la polilla Proeulia auraria, lo que confirma el rol de los murciélagos como depredadores de plagas en los viñedos chilenos.
“Proeulia auraria es nativa de Chile y causa daños a las vides y arándanos muy similares a los de Lobesia botrana, siendo considerada una plaga cuarentenaria para Estados Unidos, México, Japón y Canadá, y la principal causa del rechazo de envíos a estos mercados de exportación”, cuenta la experta.
Además de Proeulia auraria, se registró el consumo de otras plagas agrícolas como la polilla del manzano Cydia pomonella, la polilla del repollo Plutella xylostella, la polilla del álamo Leucoptera sinuella y la polilla del tabaco Ephestia elutella. La científica menciona que existen evidencias en estudios internacionales realizados en el extranjero, con plantaciones de maíz, café, cacao y arroz.
De acuerdo a la académica UST, si bien los murciélagos no se pueden criar debido a que son una especie protegida en Chile, sí pueden vivir en los viñedos si se les construyen ‘casetas’ para que les sirvan de refugio artificial, teniendo cuidado también de proteger la vegetación natural nativa del lugar, lo que genera más diversidad y abundancia de murciélagos. De esta forma, son capaces de habitar cerca de su lugar de alimentación, y controlar las plagas.
“La supresión de poblaciones de insectos plaga por parte de sus enemigos naturales representa un importante servicio ecosistémico en los sistemas agrícolas. Los murciélagos insectívoros son eficientes depredadores de insectos dañinos para la agricultura, por lo tanto, proporcionan valiosos servicios a los agricultores como supresores naturales de plagas en los cultivos”, dice Rodríguez-San Pedro.