En medio de una primavera récord y atípica: informe revela cuál será la disponibilidad de agua para el verano
Estudio climático de la Universidad San Sebastián da a conocer la situación hídrica a nivel nacional, detallando los factores que más afectan como la temperatura y el rol que juega el fenómeno de La Niña.
Un reciente informe climático de la Universidad San Sebastián revela las claves climáticas de Chile durante los próximos meses, es decir, durante el verano.
Sostiene que en los próximos meses la temperatura se mantendrá por encima de lo habitual, mientras que La Niña será débil durante el verano y las precipitaciones por debajo del promedio.
También indica que por tercer año consecutivo se ha producido un quiebre de la megasequía: este año se presenta con excedente de lluvia hasta Curicó, casi normal de Talca a Temuco y algo deficitario de Valdivia a Balmaceda. Los embalses y cuencas proyectan una condición deficitaria.
La llegada de aguas frías se ha detenido, estabilizando las temperaturas del océano en aproximadamente 0,5°C por debajo de los valores normales. Esto ha permitido que el anticiclón mantenga una actividad moderada, lo que permite el paso ocasional de frentes o núcleos segregados que traen precipitaciones.
Las temperaturas han mostrado una oscilación entre días cálidos y frescos, característico de una Niña leve, establece el documento.
En medio de una primavera récord y atípica: informe revela cuál será la disponibilidad de agua para el verano
En los próximos meses, se espera que las temperaturas se mantengan ligeramente por encima de lo habitual, mientras que las precipitaciones tenderán a estar por debajo del promedio, debido al refuerzo del anticiclón que bloquea la trayectoria de los frentes en la zona central del país.
Hacia el fin del verano disminuye la probabilidad de que persistan las aguas frías, las que probablemente se retiren parcialmente, dando paso a una fase neutra durante el invierno, lo que es un buen augurio para 2025, añade.
Paula Santibáñez, directora del Observatorio Climático Universidad San Sebastián, señala que lo más relevante del informe es el pronóstico climático y la disponibilidad hídrica para Chile durante la temporada 2024-2025, caracterizados por una continuidad de La Niña en su fase débil y una tendencia a temperaturas máximas ligeramente superiores a lo normal, mientras que las precipitaciones estarán por debajo del promedio, especialmente en la zona central del país.
En paralelo al informe, Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, revela detalles inéditos de la primavera. “Esta ha sido una primavera extraordinariamente calurosa hasta la fecha. De acuerdo a cifras de la Dirección Meteorológica de Chile, esta primavera meteorológica se encuentra entre las cuatro más calurosas jamás registradas en la capital (solo la superan las de 2016, 2020 y 2011). La temperatura máxima en Santiago ha estado 2,5°C por encima de valores típicos para la fecha en lo que va corrido en la primavera”.
Particularmente cálido fueron los meses de septiembre y octubre, ambos se encuentran en la capital entre los más cálidos, jamás registrados. En octubre se registraron en Santiago dos intensas olas de calor. “La segunda de estas olas de calor pulverizó ademas el récord de temperatura máxima en Santiago para octubre”, agrega el climatólogo.
“En Santiago hasta la fechas llevamos cuatro ola de calor. Hace un par de décadas lo normal era tener un par de olas de calor por año, así que las cuatro olas de calor registradas hasta la fecha hacen de 2024 un año cálido. Sin embargo, es poco probable que 2024 alcance las nueve ola de calor de 2023″, sostiene Cordero.
Informe revela la disponibilidad de agua para el verano
En cuanto a la disponibilidad de agua para el verano, la situación es variable. “En el norte, el déficit es preocupante, particularmente en cuencas como Copiapó y Elqui, que ya registran caudales críticos. Hacia el sur de la Región de Coquimbo, aunque los caudales estarán algo por debajo de lo normal, las condiciones mejoran en comparación con años anteriores. Entre Valparaíso y Ñuble, se espera una disponibilidad hídrica cercana o superior a la media histórica, beneficiada también por la acumulación de nieve en la cordillera. Esto permitirá caudales más estables y un suministro adecuado para la agricultura en las zonas centro y sur”, añade el documento de la USS.
El año se presenta con excedente de lluvia hasta Curicó, casi normal de Talca a Temuco y algo deficitario de Valdivia a Balmaceda. El extremo austral muestra cifras normales. Este panorama se mantendría hasta fines del año, haciendo de este el tercer año consecutivo en que se ha producido un quiebre de la megasequía. A pesar de esto, varias cuencas del país presentan volúmenes de agua embalsada inferiores a los valores normales.
Los modelos oceánicos de largo plazo están bastante optimistas, proyectando el término de la fase fría hacia fines del verano. Esto haría que el invierno de 2025 se inicie con aguas a temperaturas neutras. De ocurrir esto, se debilitaría el bloqueo anticiclónico de los frentes durante el invierno, lo que permitiría lluvias cercanas a la normalidad a partir de junio, sostiene el informe.
A pesar de las aguas frías de la costa del Pacífico, la temperatura se mantendrá más bien por sobre lo normal, lo que es una consecuencia de la cercanía del anticiclón en fase cálida (lo que ocurre cuando trae aire desde el subtrópico). Debido al bloque anticiclónico, el cual no será particularmente intenso, las lluvias tendrán una cierta tendencia deficitaria hasta fines del año.
Las temperaturas durante el mes de octubre han estado bastante cálidas en el norte mientras que en el centro y sur han estado por debajo de lo normal debido a la predominancia del anticiclón frío.
Informe revela la disponibilidad de agua para el verano: estado de embalses
El pronóstico de caudales para la temporada 2024-2025 presenta una clara variabilidad territorial en el país. En la zona norte, específicamente entre las cuencas de Copiapó y Elqui, se proyecta una condición deficitaria que resulta particularmente preocupante, considerando que el río Elqui ya registra caudales críticos de 2,7 m³/s, ubicándose un 7% por debajo de su mínimo histórico de los últimos 30 años.
La situación mejora levemente hacia el sur de la región de Coquimbo, donde las cuencas del Limarí y Choapa presentarían condiciones cercanas, aunque bajo lo normal. El panorama se torna más favorable en el tramo comprendido entre las regiones de Valparaíso y Ñuble, donde los pronósticos indican valores cercanos o superiores a las medias históricas.
En cuanto al estado de los embalses, la situación también presenta contrastes significativos. Las regiones de Atacama y Coquimbo muestran condiciones dispares, con algunos embalses superando el 50% de su capacidad mientras otros se mantienen por debajo de este umbral crítico. A partir de la cuenca del Limarí hacia el sur, se observa una tendencia más positiva, con la mayoría de los embalses manteniendo niveles superiores al 50% de su capacidad y valores cercanos a los valores históricos.
Sin embargo, existen excepciones importantes como el embalse Peñuelas, la Laguna del Maule y el Lago Laja, que presentan niveles inferiores, señala el informe de la USS.
Este escenario sugiere la necesidad de una gestión hídrica diferenciada por territorio. La zona norte y centro-norte requerirá medidas de optimización y conservación más estrictas debido a sus condiciones deficitarias. Por su parte, las zonas centro y centro-sur, si bien presentan mejores condiciones para satisfacer las demandas hídricas, también muestran señales de disminución respecto al año anterior que no deben ser desatendidas en la planificación del recurso hídrico, adiciona.
Informe revela la disponibilidad de agua para el verano: nieve y vegetación
La favorable acumulación de nieve en la cordillera, junto con el buen estado de los embalses desde la Región de Valparaíso hacia el sur, sugiere que la temporada de riego será positiva a pesar de la escasez de precipitaciones previstas para la primavera. Esta acumulación de agua en las alturas compensará en parte la falta de lluvias, asegurando un suministro adecuado para la agricultura y otros usos durante la temporada.
Los pronósticos de temperaturas cercanas a los valores normales sugieren un deshielo más gradual, lo que resultará en caudales más estables durante el verano, beneficiando la gestión hídrica. Aunque la Región de Coquimbo aún presenta ciertos déficits, la situación general es mejor que en el mismo período del año anterior.
La cubierta vegetal se encuentra en valores muy similares a los del año pasado en la misma fecha. La cubierta es claramente deficitaria en los sectores afectados por los incendios de la temporada 2023-2024.
También se observan sectores con menor vigor de la vegetación en zonas que fueron afectadas por las inundaciones de invierno en la zona central del país.
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