El sándalo, árbol nativo de la zona, fue visto por última vez en Juan Fernández en 1908 por el naturalista Carl Skottsberg, hace más de un siglo. Se trata de una especie catalogada hasta ahora como extinta.
Pero un grupo de investigadores, científicos y escaladores de Fundación Endémica, liderados por Lukas Mekis, se encuentran trabajando en la isla Alejandro Selkirk, en Juan Fernández, con tecnología de avanzada con el objetivo de encontrar la enigmática especie.
Esta es una muestra de la importancia que tienen y han tenido a lo largo de la historia algunas especies de flores y plantas en el país. Muchas de éstas hoy extintas o en peligro de extinción.
A pesar de que la pandemia por Covid-19 ha postergado los planes de búsqueda, el mismo grupo de trabajo encontró otra especie endémica de la isla, en uno de los viajes realizados.
Se trata de Centaurodendron schilleri, correspondiente al ejemplar descubierto en la misma isla y archipiélago, 848 km al oeste de Chile continental. Su nombre lo debe al guardaparques que vio la especie en 2009, Ramón Schiller, quien lleva 40 años dedicado a la conservación de especies en peligro de extinción en el Parque Nacional.
Le pusimos su apellido a esta nueva planta, “ya que fue uno de los guardaparques que más recorrió la isla buscando especies”, señala Mekis.
La muestra que ratificó el hallazgo, fue tomada por Fundación Endémica en 2020 y oficializada ayer tras ser publicada en la revista botánica Gayana Botánica, responsabilidad de la Universidad de Concepción desde 1961, bajo el título “Una nueva especie del género endémico Centaurodendron Johow (Asteraceae, Centaureinae) de la isla Alejandro Selkirk, Juan Archipiélago Fernández, Chile”.
Mekis explica que se entregaron las muestras a Conaf y al ingeniero en Conservación de Recursos Naturales, Diego Penneckamp, quien lo coordinó junto a otros científicos alrededor del mundo, tales como Phillipe Danton de Francia y Alfonso Sussanna de España, entre otros.
Después de dos años, y muchísimo análisis, añade Mekis, “se descubrió que era una nueva especie de Centaurodendron. Con el nombre Centaurodendron schilleri pasa a ser la primera especie insular con el nombre de un isleño, algo que para la comunidad es muy importante, ya que anteriormente estos descubrimientos eran llamados por el nombre de quien las investigaba y no quien las descubría”, revela.
En febrero de 2009, Schiller avistó un arbusto desconocido con llamativas flores moradas en un área casi inaccesible en “El Tongo”, un sector de quebradas y barrancos en el lado suroeste de Alejandro Selkirk. Luego de varias temporadas de observación por parte de los guardaparques, concluyeron que esta planta podría corresponder a una nueva especie.
En el verano de 2016 se realizó una primera expedición organizado por la Fundación Endémica y Conaf del Parque Nacional Juan Fernández para obtener muestras de esta especie no identificada para su posterior análisis, sin embargo, no fue posible obtener material de la planta debido a condiciones ambientales extremas.
Una segunda expedición se llevó a cabo en febrero-marzo de 2020, la cual fue exitosa gracias a la colaboración de la comunidad de la isla, científicos y exploradores.
“Críticamente en peligro de extinción”
Tras recoger las muestras, fueron llevadas al Museo Nacional de Historia Natural de Chile, y luego se hicieron comparaciones con material herbario, además de imágenes en línea de Centaurodendron disponibles en la Universidad de Copenhague, Dinamarca, la Universidad de Gotemburgo en Suecia y el Jardín Botánico de Nueva York, en Estados Unidos, entre otros.
Luego del descubrimiento, es posible señalar que su actual estado es “Críticamente en peligro de extinción”, ya que solo se conoce una población de esta nueva especie con menos de cinco plantas en una sola localidad, resguardada sobre una pared de roca prácticamente inaccesible. Podría haber más población, pero el hábitat extremo de esta planta hace que sea difícil estimar su estado.
Es posible que Centaurodendron schilleri fuera más abundante en el pasado, su declive se vio acelerado por la introducción de cabras. Se sabe que estos animales salvajes impactan negativamente en especies nativas en la isla Alejandro Selkirk, como también ocurrió con el arbusto endémico Chenopodium nesodendron, establece la investigación.
En paralelo, se han cosechado semillas de la especie para su cultivo en el vivero del Parque Nacional Juan Fernández en la isla Robinson Crusoe, y también se han enviado semillas al Jardín Botánico Nacional de Chile en Viña del Mar y el Jardín Botánico de Barcelona, España.
El equipo de trabajo piensa volver a la isla lo antes posible. “Estamos coordinando la próxima expedición científica a Alejandro Selkirk, levantando los fondos y preparándonos. Además estamos planeando otra expedición a Islas Desventuradas, en donde también estamos trabajando en la conservación del material genético botánico de estas islas, que son parte del Archipiélago Juan Fernández Desventuradas”, señala.
Este último, no se olvida del sándalo, su mayor anhelo. “Creemos que es posible encontrarlo en otro sector de la isla, estamos preparando futuras expediciones para eso, ya que aún quedan 300 hectáreas inexploradas, la mayoría de éstas ubicadas en acantilados de muy difícil acceso y donde la logística es muy compleja”, reconoce.