Las enfermedades zoonóticas son aquellas que surgen en una fuente animal y mutan para atacar directamente al ser humano, como sucedió con el Covid-19, cuyo origen -sospechan los cientificos-, se produjo en algún tipo de murciélago.

La ONU ya advirtió en un informe que este tipo de enfermedades aumentarán en los próximos años.

Es por eso que la Universidad de Chile estudiará las diferentes variantes de la influenza y otros virus con potencial zoonótico que existen en el país, como parte de un proyecto que se adjudicó la Unidad de Epidemiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Epifavet) para estudiar la circulación del virus Influenza A con potencial zoonótico en poblaciones de animales en Chile.

La investigación obtuvo un financiamiento de un millón de dólares, será desarrollada junto al Saint Jude Children’s Research Hospital de Estados Unidos y contempla mejorar la preparación y respuesta a nivel global a los brotes de influenza y otros patógenos virales emergentes.

“Studying Animal-Human Interfaces in South America” es el título del estudio que tendrá una duración de siete años (2021-2028), en el que participarán Christopher Hamilton-West y Pedro Jiménez Bluhm, académicos del Departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet).

De acuerdo a Jiménez Bluhm, “el objetivo de este proyecto es probar la hipótesis de que actualmente está circulando el virus Influenza A con potencial zoonótico en distintas poblaciones de animales en Chile, en granjas de traspatios, granjas educativas y en sistemas de producción intensiva”.

Investigadores de la Unidad de Epidemiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile en terreno.

Este trabajo permitirá modelar tasas de contacto directas e indirectas entre animales domésticos y silvestres, y llevará a la creación de un banco de suero de dueños de cerdos, lo que entregará la opción de analizar en detalle los subtipos de influenza a los que esta población en riesgo se ha visto expuesta. Además, se realizará la identificación de posibles eventos de transmisión zoonótica de virus influenza de origen porcino, a la población humana.

El impacto de nuestro proyecto es generar una red global, “con la caracterización, secuenciación y estudios evolutivos de los virus de la influenza tomando muestras de diferentes especies para identificar riesgos en las interfaces y los reservorios”, señala Hamilton-West.

Red global de estudio del virus

El Hospital de Investigación Pediátrica Saint Jude es líder en proyectos de vanguardia para el estudio de diferentes patologías, especialmente oncológicas e infecciosas. La organización cuenta con un equipo dedicado al estudio de los virus de la influenza, liderado por Stacey Schultz-Cherry, con la cual la Unidad de Epidemología Veterinaria de Favet de la U. de Chile ha estado colaborando de forma permanente en los últimos ocho años.

El centro médico es una de las instituciones fundadoras de los Centros de Excelencia para la Investigación y Vigilancia de la Influenza (CEIRS) de Estados Unidos, programa que concluyó en marzo del 2021 y al cual Epifavet estaba afiliado directamente desde 2015.

Esta iniciativa será apoyada además, por los Centros de Excelencia en Investigación y Respuesta a Influenza (CEIRR) y financiada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH).

Gabriela Boldt y Christopher Hamitlon-West, ambos investigadores, tomando muestras de aves silvestres en humedales.

En abril,, Hamilton-West y Jiménez Bluhm, fueron incorporados a los Centros de Excelencia en Investigación y Respuesta a Influenza. Estos centros de investigación, explica Hamilton-West, “generan una red global para estudiar la historia natural, la transmisión y la patogénesis de los virus influenza y proporcionan una infraestructura de investigación internacional para hacer frente a los brotes de Influenza”.

Esta iniciativa corresponde a la única instancia en que la Favet ha logrado acceder a financiamiento desde el NIH. “Eso es una potente señal sobre el nivel de investigación que se está realizando en nuestra facultad. Además, de reconocer la gran labor investigativa del grupo de Epidemiología Veterinaria de la Favet, este proyecto sirve de ejemplo para nuestra comunidad, el cual desde una perspectiva local, pasa a adquirir relevancia regional y global”, sostiene José Manuel Yáñez, director de Investigación de la facultad.

Yáñez destaca que la participación de los académicos en investigación de clase mundial y de gran impacto a nivel global, marca el rumbo que debe seguir esta unidad académica de la Universidad de Chile.

Patógenos presentes en las interfaces entre humanos y animales

El equipo chileno ha aportado nuevos conocimientos fundamentales sobre la ecología, epidemiología y la evolución de los virus de influenza en la interfaz animal-humana. “No solo han ampliado el número de secuencias del virus en América del Sur, sino que han identificado la fuente de los virus H3 equinos, que es una interrogante que se ha planteado desde la aparición de estos virus en la década de 1960”, detalla Schultz-Cherry sobre los principales logros que la colaboración entre Epifavet de la U. de Chile y St. Jude ha aportado a la Red CEIRS.

Schultz-Cherry, quien también se desempeña como directora adjunta de los Centros Colaboradores para los Estudios de la Ecología de Influenza en Animales y Aves de la Organización Internacional de la Salud (OMS), destaca por otra parte que “el equipo chileno ha proporcionado nueva información y oportunidades para la investigación en colaboración entre los científicos sudamericanos y los estadounidenses, proporcionando un desarrollo de capacidades y fuentes de financiamiento para todos”.

De izquierda a derecha: Pedro Jimenez-Bluhm, Christopher Hamilton-West, Victoria Meliopoulus y Stacey Schultz-Cherry, durante una salida a terreno para tomar muestras en la Patagonia en 2018.

Jiménez Bluhm añade que “hemos identificado cepas que llevan mutaciones de interés en salud pública humana y animal, como lo son adaptaciones que le confieren potencial zoonótico a cepas aviares y mutaciones que las hacen resistentes a antivirales”.

Gracias a la secuenciación y análisis filogenético de cepas aviares H3 encontradas por nuestro grupo en aves de Chile, “pudimos finalmente establecer el origen aviar de la cepa equina H3N8. Ahora sabemos que los ancestros de aquel virus que cruzó la barrera interespecie hace más de cinco décadas siguen circulando en aves silvestres de Chile. Este trabajo fue publicado a finales del año pasado en la prestigiosa revista Emerging Microbes and Infections de los CDC”, señala.

La proyección de las actividades relacionadas con este proyecto para el corto y mediano plazo, además de la continuación del trabajo, “se orientan a proveer de nuevas herramientas diagnósticas moleculares para apoyar la respuesta frente a emergencias sanitarias y apoyar acciones de vigilancia y control de enfermedades prevalentes, junto a la consolidación de estudios en la interfaz humano-animal”, explica Hamilton-West.