Valparaíso no registra un gran sismo desde 1730, es decir, hace 294 años, pese a su cercanía con la fractura geológica Marga Marga, que cruza Viña del Mar, la que abarca grandes extensiones de zonas residenciales.

El terremoto del siglo XVIII, fue un evento telúrico catalogado como interplaca y de subducción, alcanzando 9,1 de potencia en la escala de Magnitud de Momento (Mw). Fue percibido desde Iquique hasta Osorno, dañando seriamente las cuatro ciudades más pobladas del país en ese momento: Valparaíso, Santiago, La Serena y Concepción.

“Es un polvorín sísmico”: el día que Valparaíso vivió el terremoto más devastador del país y la posibilidad que ocurra de nuevo

En la capital, las iglesias de Santo Domingo y de la Merced se derrumbaron por completo, otras perdieron sus torres, como la Compañía, San Francisco y San Agustín. Como si eso fuera poco, dos días después llovió torrencialmente, por lo que el río Mapocho casi de desbordó, y un año después, la población se vio gravemente afectada por la peste y la viruela, lo que también generó consecuencias fatales.

Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica, señaló en una nota a Qué Pasa que Valparaíso siempre genera preocupación. “Ya van casi 300 años del último gran terremoto (1730). Y el contexto urbano es muy vulnerable, si colapsa Valparaíso, colapsa toda nuestra economía; Valparaíso, San Antonio, Quintero... un polvorín sísmico”.

Según Patricio Catalán, investigador principal del Centro para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) y académico USM, el 8 de julio se entiende como el terremoto y tsunami más grande registrado en la zona central de Chile. “Si un evento de esta magnitud ya ocurrió una vez, es muy posible que ocurra nuevamente. Al día de hoy sabemos poco del daño provocado, puesto que Valparaíso era muy distinto, y Viña del Mar no existía, pero si hubiesen existido, o si el Chile de hoy se expusiera a un evento similar, el resultado podría ser terrible”.

Además, posterior al sismo, se generó un gran maremoto, el que incluso afectó a Perú, en la ciudad de Callao, y la costa de Japón. El mar retrocedió un kilómetro de la playa, y luego se presentaron cuatro olas consecutivas de hasta ocho metros, destruyendo 2/3 de Concepción.

Imagen del maremoto de Valdivia de 1960, similar al ocurrido en 1730.

¿Qué consecuencias tendría un sismo como el de 1730? “Lo primero, todo el plano de Valparaíso quedaría inundado, habría derrumbes en los cerros y la pérdida de infraestructura sería muy alta. La reconstrucción tomaría años, además se podrían generar incendios”, establece Salucci.

Si bien posterior a este gran terremoto, la Quinta Región ha registrado importantes eventos telúricos, ninguno ha alcanzado su potencia y nivel de destrucción. Por ejemplo, en 1906 existió uno de 8,2 Mw (fotografía principal), lo que parece cercano en cuanto a las cifras, pero el de 1730 fue 32 veces más fuerte, por lo que aún es considerado como el último gran terremoto en la zona.

Según Catalán, en días de aluviones, lluvias e inundaciones, y socavones, nos acordamos muy poco de los terremotos y tsunamis, sin embargo, estas amenazas siguen estando ahí, latentes, mientras que nuestra memoria selectiva nos podría jugar una vez más una mala pasada, más aún, “si creemos en falsos mitos, como el que dice que no pueden haber tsunamis en la Bahía de Valparaíso porque la bahía es muy profunda. Eso es falso”.

Salucci considera que la falla Marga Marga es una de las más importantes en la Región de Valparaíso, pues atraviesa la ciudad de Viña del Mar entre el sector de El Salto y Muelle Vergara. A partir de las trazas definidas se da entonces una franja de posible zona que abarca la falla en la superficie, lo cual es de interés para estudios sísmicos.

“Los primeros estudios datan de la década del 60, pero no posee el nivel de estudios que observamos en la falla de Ramón. Lo interesante de las investigaciones realizadas tienen relación con los daños sufridos por las edificaciones cercanas a la falla durante eventos anteriores, en donde se observa un patrón de impacto en las edificaciones asociado a ésta”, explicó Salucci.

El patrón de comportamiento lineal de daños registrados durante el terremoto histórico del año 1906 indica que la falla geológica puede haber causado una gran amplificación sísmica en sus vecindades, “aún sin estar activa (lo que es usual en fallas) y/o que inclusive podría haberse activado”, indica el académico de la Universidad San Sebastián.

Si bien lo ocurrido hoy es en la misma zona donde han ocurrido los últimos eventos. “Se trata de una falla que no es sismogenética, como la de Ramón o San Ramón”, adviertió Salucci.

A partir de los diferentes antecedentes históricos y a los movimientos telúricos en que ese ha visto afectada la ciudad de Viña del Mar, específicamente la denominada “Población Vergara”, área que generalmente se asocia y es atravesada por esta falla geológica, el estudio de la Usach plantea la influencia que tiene esta falla al momento de ejecutarse un sismo y cuáles serán sus repercusiones a futuro.

Por ejemplo, durante el mencionado terremoto de 1906, cuatro localidades de Viña del Mar se vieron afectadas considerablemente, siendo una de ellas el muelle Vergara, donde el sismo fue lo suficientemente fuerte para destruir viviendas y provocar una falla generalizada en el suelo que llevo a producirse un asentamiento de este.