Estos son los 10 lugares con mayor riesgo de incendios para el verano en Chile

Hasta la semana pasada, el país registraba 1.863 incendios forestales en lo que va de esta temporada, totalizando una superficie de 13.497,09 hectáreas.

El problema es que estos números se amplifican de manera significativa todos los veranos. Según reporta el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta Ante Desastres (Senapred), actualmente cuatro comunas en tres regiones del país permanecen con alerta roja por incendios forestales.,

Se trata de las comunas de Colina y Tiltil, en la Región Metropolitana; y de Cauquenes (Región del Maule), y Hualpi (Región del Biobío).

En este escenario de alza de este tipo de siniestros, el Observatorio Climático de la Universidad San Sebastián presentó su último informe “Pronóstico de la temporada de incendios forestales 2024-2025″.

El documento proyecta cómo será la temporada de verano en Chile, y el panorama no es muy alentador.

Según el documento, temperaturas por sobre lo normal y el estado de la vegetación estarían entre las principales causas de lo que se anticipa como un período de alto riesgo, en el que el llamado es a “implementar un enfoque integral” para abordarlo.

El anterior informe de la misma entidad adelantaba en parte este escenario: “La presencia de una débil fase de La Niña ha contribuido al refuerzo del anticiclón del Pacífico Sur, limitando la llegada de sistemas frontales y generando un déficit hídrico en gran parte de la zona central”, sostenía.

En su actualización, el informe indica que la situación de alto riesgo se debe a la combinación de altas temperaturas, vegetación seca y ráfagas de viento.

Este fenómeno se combina con temperaturas superiores a lo habitual y una acumulación de biomasa seca, resultado de las abundantes precipitaciones registradas durante el año 2024, configurando un escenario de alto riesgo.

El equipo de trabajo del Observatorio Climático de la Universidad San Sebastián está monitoreando en vivo las zonas con mayor riesgo de incendios forestales, el que indica que las ciudades y/o localidades en Chile con mayor riesgo durante el próximo verano son:

1. San Clemente

2. Molina

3. Curicó

4. Rauco

5. San José de Maipo

6. San Alfonso

7. El Volcán

8. Santa María

9. Zapallar

10. Monte Grande.

Paula Santibáñez, directora del Observatorio Climático USS y académica de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales y Sostenibilidad, señala que “la abundante lluvia que tuvimos durante este año, que vino a mitigar en parte los efectos de la sequía que venía arrastrando nuestro país por años, hará que este verano exista mayor vegetación seca debido a las temperaturas, convirtiéndose en material combustible, lo que incrementará significativamente la posibilidad de incendios forestales”.

Otro factor que incidirá en la ocurrencia de incendios forestales son los episodios de viento que se pronostican debido a la presencia de La Niña. “Se anticipa que las ráfagas intensas de viento combinadas con el calor y la sequedad de la vegetación, crearán condiciones ideales para que los incendios se extiendan de manera descontrolada”, pronostica el informe de la USS.

Por otro lado, “las áreas costeras y de precordillera serán las más críticas durante el verano”, afirma Santibáñez. “En dichos lugares, la acumulación de vegetación seca será más pronunciada, lo que sumado a temperaturas pronosticadas por sobre la media histórica, agravará la posibilidad de ocurrencia de incendios”, agrega.

El informe elaborado por el Observatorio Climático USS recomienda algunas medidas para abordar eficazmente el riesgo de incendios forestales, para lo cual “es esencial implementar un enfoque integral que combine múltiples estrategias”.

Entre ellas destaca:

- Establecer zonas de amortiguación en áreas de alto riesgo.

- Construir cortafuegos estratégicos e instalar sistemas de captación y almacenamiento de agua.

- Monitorear mediante el uso de sistemas avanzados las zonas críticas para generar alertas tempranas.

“Este enfoque holístico permitirá mitigar los riesgos de incendios forestales, protegiendo tanto a las comunidades como a los ecosistemas vulnerables”, dice Santibáñez.

- Concientizar sobre prácticas seguras mediante educación comunitaria y capacitaciones.

- Promover la instalación de mallas protectoras y mantener un follaje frondoso en cultivos agrícolas.

- Crear planes comunitarios de emergencia con rutas de evacuación y zonas seguras en sectores rurales.